| Empresas locales y extranjeras interesadas por el desarrollo tecnológico de jóvenes argentinos |
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Por Merino Soto
Emprendedores argentinos vienen desarrollando desde hace un tiempo distintas iniciativas que muestra el avance que presenta el sector agropecuario respecto de los países más avanzados en la materia. Los mismos van desde precisión en ganadería, como es la de automatizar los alimentos o hacerlos más agradables al paladar de los animales. Pero también los hay en materia de energía más amigable con el medio ambiente. En el campo de la clonación, la aplicación de nuevas técnicas permiten maximizar la reproducción equina. Estos son sólo algunas de los casos, que hoy empieza a llamar la atención de empresas nacionales y de la región, interesadas por adquirir dicha tecnología.
Queda claro que la competitividad local aplicada a la agroindustria no tiene techo. El alto estándar de los técnicos argentinos hoy se compara con países de primer nivel. Y mucho más si se trata de jóvenes de entre 24 a 30 años, los que diseñaron las distintas soluciones a las demandas de un sector que día a día crece como son los alimentos. Las innovaciones fueron presentadas en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba), durante el simposio estudiantil organizado en el 37° Congreso de la Asociación Argentina de Producción Animal.
Uno de ellos tiene que ver con la actividad porcina que viene creciendo, logrando que el consumo actual sea de 14 kilos pércapita. A partir de ahí la necesidad de incorporar tecnologías necesarias para mejorar la producción. Demanda que muchas industrias buscaron en el exterior y que hoy la tienen en el país.
De esa forma se logró implementar la primera terminal automática de alimentación para cerdas, el cual a través de sensores electrónicos y microchips se suministra la ración determinada por los veterinarios. “Este no sólo permite una mejora en la eficiencia productiva, sino y principalmente un menor costos económico”, detalló Leonardo Rae integrante del Grupo IntecArgentina, que llevo adelante el proyecto. La misma se controla con un software donde se puede observar las curvas de consumo y hasta ajustarlas si fuera necesario. Vale recordar que el costo, es el gasto más importante en este tipo de negocios, actualmente ronda el 65 por ciento. La iniciativa ya llego a oídos de empresas locales que ya empezaron a evaluar su compra.
Otro de los desarrollos es Neogram, el cual se concentra en la mejora de pasturas megatérmicas (crecen en altas temperaturas), y apunta a aumentar la calidad nutricional que impactará luego en la productividad ganadera. Una de las líneas de investigación tiene que ver con la digestibilidad. Este busca reducir el porcentaje de lignina, un compuesto presente en la planta y que perjudica al animal.
“Hemos reducido considerablemente su presencia, lo cual implica un aumento promedio de, por lo menos el 20% de ganancia en peso por día”, sostuvo Anabella Fassiano, una de las responsables de la investigación, quien agrego que se esta a la espera de laboratorios que quieren ahora aplicarlo en el campo y luego pasar a la comercialización.El conocimiento adquirido en este tipo de pastura, promete en un futuro poder ser aplicado en el campo de la industria del bioetanol.
Y si de bioenergía se trata, hay que hablar de la primera planta de biogás en la Argentina que estará lista en los primeros meses de 2015. Se trata de la única en trabajar con residuos urbanos. Está asentado en la localidad de Huinca Renancó, Córdoba.
Su construcción la lleva adelante el Grupo IFES (Innovaciones para un Futuro Energético Sustentable) conformado por tres estudiantes de la Fauba, en el cual participan además las cooperativas Fecofe (agrícola) y CEHR (eléctrica), el Ministerio de Agricultura y la empresa Montanaro & Asociados.
En una primera etapa se trabajará con una potencia instalada de 120 Kwh, para luego llegar a los 300 Kwh generados a partir del biogás.
“Actualmente tenemos en carpeta el desarrollo de más proyectos para ser aplicado a feedlots y granjas de cerdos. Pero también hay interés de capitales uruguayos y paraguayos”, dijo Guido Casanovas, en diálogo con éste diario.
Queda claro que la Argentina sigue demostrando estar a la vanguardia en la región. Los jóvenes una vez más señalan que la tecnología es el camino para aumentar la productividad de los distintos rubros de la agroindustria y todo lo que ella engloba. Siembra directa, acopio de granos y maquinarias, son todas herramientas integrales que permiten al agro ser uno de los mejores del mundo. Es precisamente el know how lo que buscan otros países para aumentar su capacidad en el rendimiento de sus tierras.
Incubadora
Desde el 2010 funciona en la Facultad de Agronomía de la UBA, una incubadora destinada a generar las inquietudes de los estudiantes. “Se trata de un espacio para desarrollar las iniciativas en el sector agropecuario”, dijo su coordinador, Pablo Rush. En sus inicios arrancó con cinco proyectos. Este año se presentaron 25. Esto habla de un crecimiento del 400 por ciento. A diferencias de otras incubadoras, /que van descartando los trabajos/ el impulsado por la Fauba se arma a través de varias instancias en donde por medio de cursos, le permiten a los jóvenes tener un panorama más claro del emprendimiento y sus potencialidades de crecimiento.
Nuevas técnicas biotecnológicas permiten desarrollar clones de caballos de polo y salto
Uno de los emprendimientos que a la larga generará un importante rédito para el país, es la clonación de caballos de polo y salto. Una actividad en donde la Argentina es líder a nivel mundial. Y si bien todavía no hay un boom entre los empresarios, la tentación de tener una réplica de un gran equino está latente. China podrá a futuro ser uno de los potenciales compradores.
Se trata de investigadores del laboratorio de biotecnología animal de la Fauba, que logró obtener el primer nacimiento de un clon equino en América latina mediante novedosas modificaciones de la técnica tradicional. Esta innovación permitió generar, a la vez, los primeros nacimientos de clones de caballos de polo y salto en el país y avanzar en otras herramientas para maximizar la reproducción y la producción animal.
El logro fue acompañado por un hallazgo de relevancia científica denominado “agregación embrionaria”, que permitió mejorar sustancialmente la eficiencia de la técnica de clonación, para llevarla del 2 al 10 por ciento. Esta fue descubierta por Andrés Gambini, un investigador de 30 años, que ganó el premio mayor de Innovar en 2010.
Se trata de la técnica ICSI (inyección intracitoplasmática del espermatozoide), que se aplica en animales con problemas de fertilidad, y el sexado embrionario, que permite elegir el sexo de una cría, especialmente para la industria del polo, que demanda una mayor cantidad de hembras. Hoy éstos servicios están al alcance de todos. |
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