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Ayer fue el turno del análisis económico de la ganadería local. Un profesional del equipo permanente de Aacrea presentó un análisis pormenorizado de la situación, planteando a Olavarría como un referente por sus indicadores muy por encima de la media nacional y provincial.
Del Río enfatizó sobre la necesidad de equilibrar lo productivo con lo socioambiental, como clave de sustentabilidad de las empresas.
Miguel Viñuales

Existen muchos indicios de naturaleza comercial o social que permiten corroborar, intuitivamente y a simple vista, que el posicionamiento de Olavarría como principal partido ganadero de la provincia no es un ideal, sino una realidad concreta. Buena prueba de ello es que nuestra ciudad haya sido elegida como sede de La Nación Ganadera 2013.

Pero esto además fue contundentemente corroborado por un informe técnico muy preciso y exhaustivo presentado ayer por el contador Juan Andrés Del Río, dentro del ciclo de charlas dictadas en el auditorio del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCV).

"Resulta interesante repasar un poco lo que ha venido siendo el desarrollo de la ganadería argentina, tanto a nivel histórico como teniendo en cuenta situaciones coyunturales, para poder apreciar debidamente la situación local", afirmó Del Río, quien desde hace más de 10 años es integrante permanente del equipo de Aacrea.

En su análisis, en el cual se evalúan una enorme cantidad de datos e indicadores provenientes de distintas fuentes a nivel nacional, se expone claramente que la situación de nuestro partido resulta casi un referente en lo que hace a ritmos de recuperación de stock, relaciones entre categorías como vaca / ternero, y en el alto nivel de adopción de tecnologías en función de la escala de las empresas.

"La ganadería en Olavarría muestra promedios superiores a los de la provincia de Buenos Aires, y está muy por encima de la media nacional, por lo cual nos pareció que es un caso a tener muy en cuenta para nuestras investigaciones", sostuvo.

Macro y micro

La base de datos nacionales, con un enfoque macro, que maneja Del Río en su informe, fue cotejada con el valioso aporte de la encuesta realizada por CREA junto con la Sociedad Rural, en la cual se relevó un importante caudal de información de índole más puntual y específica, durante los meses de diciembre de 2011 y junio de 2012.

"El trabajo es muy valioso, porque se efectuaron 391 encuestas directas, abarcando un total de 267.000 cabezas que, en comparación con los stocks de 2010 (580.000), representan más del 46%. Es un porcentaje muy representativo", afirmó el especialista.

Entre las principales conclusiones derivadas de este trabajo surge, por ejemplo, que más del 40% de los productores realiza más de una actividad ganadera, pero que la cría se destaca con el 85% del total de la ganadería local. También se pudo comprobar que hay mucha desigualdad en la distribución de la tierra, ya que más del 50% de los productores trabaja extensiones menores a 400 hectáreas, y menos del 7% suman más del 40% de la superficie.

En cuanto a asesoramiento, la gran mayoría de los productores contratan algún tipo de asistencia profesional, aunque sólo el 25% lo hace en forma permanente, en su mayoría veterinaria. Dentro de las categorías de adopción tecnológica hay una franja de menos del 20% que tiene un alto porcentaje y otro casi 20% muy bajo, con lo cual queda un 68% de los animales dentro de los productores considerados nivel tecnológico medio.

En este caso concreto, se evaluó la correspondencia entre escala de las empresas y nivel de tecnología y, lógicamente, guardan proporción casi directa. Pero Olavarría demostró descollar a nivel nacional, ya que muestra adopción de tecnología mucho mayor a establecimientos de la misma escala, o superiores, del resto del país.

También se expusieron conclusiones vinculadas a porcentajes de empleo, tiempo de acceso al campo desde la vivienda del productor, nivel de estudios de productores y personal, tipo de contratación laborar y muchas otras variables interrelacionadas.

Mirada a largo plazo

Ya en el final de su presentación, Del Río expresamente propuso tener en cuenta que todos los datos relevados, y los análisis hechos, son en su mayoría de índole económica o productiva, pero que para que un sistema sea sustentable en el tiempo no pueden dejar de contemplarse las cuestiones sociales y ambientales.

"Es necesario analizar las cuestiones más allá del corto plazo, porque son las tres variables las que conforman el concepto de sustentabilidad de una empresa, y no sólo tenemos que evaluarlas desde la óptica del productor, sino también incluir las lecturas que pueden hacer otros actores sociales como los consumidores, las ONG, los funcionarios políticos, que hacen sus propias combinaciones entre las tres", enfatizó.

"Lo que vemos para adelante, por lo menos desde Aacrea, es una perspectiva sumamente positiva. Entendemos que el mundo, y más allá de las variabilidades que todos conocemos, va a seguir brindando oportunidades para todos los países productores de alimentos, y dentro de esto la ganadería vacuna tiene tasas sumamente interesantes de crecimiento y se sabe que todo esto va a provenir de los países en vías de desarrollo", concluyó.

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