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Entre los damnificados, más dolor que bronca, por una oportunidad que se pierde  
La Nación Buenos Aires 23-08-2017 Por: Dante Rofi Creado en 1993, Cambio Rural es un programa que apoya a productores agropecuarios y agroindustriales organizados en grupos mediante la asignación de recursos para la contratación de un técnico promotor por tres años. Es coordinado por el Mi ...
 
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Por: Dante Rofi Creado en 1993, Cambio Rural es un programa que apoya a productores agropecuarios y agroindustriales organizados en grupos mediante la asignación de recursos para la contratación de un técnico promotor por tres años. Es coordinado por el Ministerio de Agroindustria y es gestionado por el INTA, a través de sus agencias de extensión en todo el territorio nacional. El organismo técnico acerca a los grupos todo el conocimiento técnico disponible, para contribuir a generar procesos de innovación. En mayo de 2014 se lanzó Cambio Rural II "con mayor énfasis en proyectos de agregado de valor que implicaran tecnología e innovación, para generar empleo y desarrollo local", según se anunció entonces.

A partir de la decisión de Agroindustria, de reducir fuertemente la cantidad de grupos vigentes en el último año y medio, pero en forma más notoria a fines del mes pasado, en el territorio crece el malestar entre productores y técnicos, por la incertidumbre que generan las medidas oficiales. Si bien se suele hacer eje en cuestiones presupuestarias y en el hecho de que el Estado aporta fondos a los grupos para la contratación de un profesional promotor asesor, los productores que dialogaron con LA NACION destacaron como principales fortalezas del programa la posibilidad de acceder a instancias de financiamiento y de capacitación y de lograr una mejor relación con municipios y con provincias a partir de estar nucleados bajo Cambio Rural y de lograr salir del individualismo para pasar a pensar y a actuar como grupo. Estas cosas son las que lamentan perder en el interior de la Argentina quienes fueron dados de baja desde la Capital Federal.

"Un productor capitalizado es aquel que compra insumos y que tiene una producción determinada, que logra ser vendida", dijo a LA NACION el diputado Juan Casañas (UCR Tucumán), coordinador de Cambio Rural. Ese grupo de productores, junto con los de perfil pyme, son en teoría los "elegidos" para seguir bajo la órbita del Ministerio de Agroindustria. En cambio, los grupos de agricultores en transición a la capitalización, incluidos en el manual operativo de Cambio Rural II pero dados de baja por Agroindustria, "son aquellos que con la producción hacen trueque con sus vecinos o en ferias. Estos son los que quedan bajo la órbita del INTA, con recursos de Desarrollo Social", según el funcionario. Pero, en rigor, las bajas comprendieron por igual a grupos de productores en transición a la capitalización; a grupos capitalizados, e incluso a grupos con perfil pyme. En tanto que la chance de pasar como Grupo de Abastecimiento Local (GAL) al ámbito del Misterio de Desarrollo Social es una posibilidad que sólo contemplaría a 312 de los 880 grupos dados de baja.
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"Nosotros cumplimos con todo lo requerido en el reempadronamiento. Éramos un grupo muy prolijito, en cada reunión llevábamos un acta de cada cosa que se resolvía y de cada actividad que desarrollábamos o que proyectábamos junto con la médica veterinaria que trabajaba como promotora. Pero parece que no alcanzó. Sin razones explicitas a fines de julio nos dieron de baja y ahora nos avisan que ni siquiera pasaremos a Desarrollo Social. Es decir, nos dejan solos", explica el productor Santiago Sanz, integrante de un grupo de Cambio Rural dedicado a la producción de animales de granja (cerdos, pollos y gallinas ponedoras) en General Pueyrredón, próximo a Mar del Plata.

"Todos estábamos en plena transición desde el autoconsumo a ser productores enfocados en mejorar la producción para multiplicar nuestras ventas. Con esta medida están haciendo que los pequeños productores que se quedan sin el nucleamiento aportado por Cambio Rural pasen a ser nuevos desempleados, lamentablemente. Tan es así que 2 de los 7 integrantes ya plantearon que venderán los animales y se dedicarán a buscar trabajo. A partir de ahora se trata otra vez de subsistir", dice Sanz y con la vos entrecortada agrega: "Me duele esta realidad; invertimos mucho, nos endeudamos y ahora no sabemos bien qué hacer".

No obstante, asegura que la idea es seguir en la producción, "no sé muy bien cómo, pero con mi familia queremos seguir produciendo. Nunca habíamos tenido apoyo del Estado y este programa nos venía cambiando la realidad. De nuestro grupo todos recibimos capacitaciones aportadas por el INTA en el Centro de Estudios Agrarios de Miramar. Nosotros somos de los pocos pequeños productores reconocidos en el partido de General Pueyrredón con todos los papeles y con todas las cuestiones sanitarias al día, en una actividad donde la informalidad es la normalidad, con todos los riesgos a la salud que ello conlleva".

Cuenta que el grupo estaba a punto de calificar para un préstamo de cerca de 100.000 pesos que serían destinados a la compra de máquinas y a mejoras en los predios de producción. "Ahora, al no estar nucleados por la caída de nuestro grupo, corremos el riesgo de que esto se caiga, aunque intentaremos, con los que decidan seguir en la producción, obtenerlo. Para muchos un crédito de 100.000 pesos puede parecer irrisorio, pero para nosotros era muy importante. Me apena decirlo como productor joven, pero para nosotros llegar a comprar una moledora de maíz es un lujo. Y esta era la posibilidad. Para muchos de nosotros esa moledora es como para el chico pobre que ve la bicicleta detrás de vidrio y no la puede tener. Bueno así estamos hoy si no logramos acceder al crédito. Es triste, pero es real".

Lorena Arana es técnica asesora del grupo "Ovejeros de la Cuenca", en Rauch, integrado por 7 productores que ingresaron en Cambio Rural en junio de 2015, es decir que aún tenía por delante casi un año de trabajo. "Me enteré de la baja del programa mediante un llamado telefónico de un colega promotor. Al día siguiente la confirmación fue oficial cuando al enviar el reporte mensual me encontré con un mensaje que anunciaba la baja del grupo desde el 4 de este mes". Explica que durante el proceso de reempadronamiento tuvo problemas técnicos que le impidieron concluir el trámite. "Llame al soporte técnico y envié un email explicando lo sucedido sin respuesta alguna", cuenta.

Dice que en los inicios del grupo el principal motivo para asociarse fue la comercialización del ovino. "Sin embargo, debido a que los productores no sólo se sustentan de dicha actividad, fue imperioso abarcar otras producciones como bovinos y porcinos. El objetivo pendiente es la posibilidad de comercializar cortes envasados al vacío, algo que no se logró porque no se cuenta con un frigorífico habilitado en la zona". La asesora destaca que el grupo cumplió en los dos años de trabajo con todas las exigencias planteadas y con las capacitaciones establecidas, en buena medida gracias al apoyo de INTA de Rauch, que "fue central en el trabajo de capacitación en cuanto a la mejora en el manejo de las pasturas y de los campos naturales".

Las majadas de los integrantes del grupo van de 60 y hasta 400 cabezas de las razas Hampshire Down, Texel, Romney Marsh y Corridale. "El sistema de producción manejado netamente a campo natural permite una conformación y terminación del cordero tal que se garantiza la calidad de los diferentes cortes", explica Arana. Y resalta el hecho de que dentro del grupo se encuentran dos cabañas ovinas que trabajan en mejoramiento genético, brindado reproductores de altísimo nivel. "Una de ellas estuvo presente este año en la Exposición Rural de Palermo". En cuanto a bovinos, se destaca la producción del Angus negro.

"A lo largo de estos años he podido observar un gran aprendizaje y el crecimiento en cada uno de los integrantes de manera individual, pero también como grupo. Comparten criterios y sostienen la necesidad de transmitir sus saberes a sus hijos, de manera de fomentar el arraigo con la cultura del trabajo en el campo a pesar de las condiciones (frecuentemente) adversas. En mi experiencia, el grupo del que formo parte se caracteriza por ser unido y comprometido con el trabajo que se propone", cuenta Arana, con la dualidad de sensaciones, por un lado, la satisfacción por el resultado del trabajo del que forma parte, pero por el otro, la incertidumbre por el futuro inmediato.

Además de todo lo que implica trabajar bajo la cobertura del Estado, esta asesora asegura que en el caso de que se mantenga de la decisión de dar de baja este grupo también se pierde un punto de encuentro y de debate. "En estas reuniones no solamente se puede intercambiar información, sino que también se generan relaciones comerciales entre los productores, lo que favorece un continuo crecimiento". Y añadió que el sentido de pertenencia grupal también se refleja en situaciones difíciles. "En la actualidad, debido a las situaciones climáticas adversas, principalmente por las inundaciones que sufre la zona, varios productores se ven afectados de diversas maneras, con mortandad de animales y con el aislamiento que implican los caminos intransitables. Y frente a ese panorama, otros miembros del grupo en mejores condiciones ofrecen su ayuda a los menos favorecidos", relata Arana y completa: "En el caso de que se logre continuar con el programa, será un motivo de alegría, tanto para los productores como para esta asesora".

Para el Cinturón Hortícola de La Plata la baja de programas de Cambio Rural no es una novedad. "En el último año y medio dieron de baja más de 15 grupos integrados por agricultores familiares que no son productores de subsistencia, sino que abastecen el consumo de hortalizas y de verduras del conurbano bonaerense y de buena parte de la Capital Federal", dice con firmeza un técnico promotor de la zona, que prefiere mantener el anonimato. Y añade: "Se está dejando solos a los pequeños agricultores para dar un giro hacia productores más grandes, que en general cuentan con asesoramiento propio y privado. En el cinturón hortícola de La Plata hay unos 6000 productores de los cuales apenas el 5% son grandes. El resto son todos pequeños, en general arrendatarios, con casi nula asistencia del Estado y que por no son sujetos de crédito deben caer en manos de prestamistas usureros para lograr hacer las inversiones que se requieren para poner la tierra en producción y para levantar los invernaderos. Ahora, esta decisión del Estado, que les quita el asesoramiento técnico y la posibilidad de estar agrupados bajo el paraguas de un programa oficial, es un golpe de gracia para ellos".

Según los registros aportados por el INTA, de los 246 grupos activos en Buenos Aires antes de la "reestructuración" reciente, 91 continuarán activos; 68 pasarían a trabajar como GAL, y 87 quedarán sin cobertura.
Metalmecánica jujeña exitosa, pero dada de baja

Hasta la localidad jujeña de El Carme llegó la confirmación de la baja de un grupo de Cambio Rural integrado por 10 productores dedicados a la fabricación y a la reparación de maquinaria adaptada a la agricultura familiar, que el mes pasado cumplió dos años de trabajo. Bajo pedido de off de record, "para no perjudicar al grupo", uno de los integrantes cuenta que se enteraron de la baja en pleno proceso de reempadronamiento. "Me causó molestia la forma en que se nos quitó del programa, pese a los logros significativos que tuvimos. Mínimamente esperaba una auditoria donde analizaran el progreso alcanzado".

Entre los múltiples logros alcanzados por este grupo, su integrante destaca la consolidación de un sector agrometalmecánico, donde se venció la barrera cultural de verse como una competencia para identificarse como un par del mismo clúster productivo. "En este clúster provincial están contenidas 21 pymes del valle de Jujuy, pero los impulsores para la formación y el núcleo fuerte de trabajo son los integrantes de nuestro grupo, este hito fue el más significativo porque permitió avanzar sobre objetivos más complejos".

Además, enumera otros objetivos alcanzados, como la conformación de la Cámara Agrometalmecánica Valle de los Pericos; la incorporación de herramientas de marketing, como ser catálogos, sitios web y difusión por medios masivos; la estandarización de productos a través de planos que le permiten fabricar de una manera eficiente; capacitaciones con proveedores de máquinas e insumos, y el posicionamiento del sector en el entramado productivo de la provincia a través de estrechamiento entre entidades publico/privadas y gubernamentales como el INTI, CAME, la Cámara del Tabaco de Jujuy, la Cooperativa de Tabacaleros, el Ministerio de Producción de la provincia y otras entidades de alcance nacional e internacional.

Con el devenir del trabajo el grupo logró ganar protagonismo en ferias y exposiciones, así, en 2016 participó con la oferta de sus productos en la ronda de negocios de la muestra Expocruz, en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. "El mes próximo estaremos allí nuevamente, en el stand del pabellón argentino y expondremos nuestras herramientas. Esto marca un gran paso para nosotros", dice y añade que el grupo también participó en la Expojuy 2016 y que en mayo fueron uno de los organizadores de la Agrofierro 2017, "la primera exposición del sector agrometalmecánico para mostrar el potencial productivo de un sector que produce implementos agrícolas desde hace 35 años. En la muestra se expusieron 150 implementos agrícolas y máquinas para la agroindustria, con una superficie de exposición de 15.000 metros cuadrados".

Desde el INTA destacaron este caso como otro "contrasentido" del camino tomado desde el Estado. "Agroindustria da de baja un grupo dedicado a la industria metalmecánica, que venía destacándose en la zona por la sistematización lograda en sus productos; por su rol de liderazgo regional tras la formación de la Camara Agrometalmecánica Valle de los Pericos, y por su participación en distintas muestras, tanto locales como en Bolivia".

El integrante del grupo "Agrometalmecánica Valle de los Pericos" explica que por ahora están tratando de ver de qué manera el coordinador sigue con sus actividades normalmente. "Los integrantes han resaltado que la continuidad del coordinar es indiscutible, más allá de la decisión oficial. El grupo ha alcanzado un grado de madurez donde las actividades planificadas deben ser ejecutadas indistintamente de las tensiones exteriores que se experimenten. Tenemos varios proyectos hacia fin de año y consideramos que no pueden dejar de ser cumplidos".

Según los registros aportados por el INTA, de los 42 grupos activos en Jujuy antes de la "reestructuración" reciente, 8 continuarán activos; 19 pasarían a trabajar como GAL, y 15 quedarán sin cobertura.
Cabritos de Catamarca

En el sudeste de Catamarca, a 160 kilómetros de la capital provincia, está Esquiú, una localidad con menos de 2000 habitantes. Hasta allí también llegó la confirmación de la baja del programa Cambio Rural para dos grupos integrados cada uno por 10 productores de cabritos lechales, un producto muy típico de la economía regional. "Tras dos años de trabajo en Cambio Rural estamos en proceso de formar una asociación de productores entre los dos grupos que convivimos aquí. Cada productor cuenta con entre 300 y 500 cabras y por año se pueden sacar entre 200 y 300 cabritos que son vendidos en pie, con un peso cercano a los 8 kilos. Vendemos toda la producción muy bien a compradores de Jesús María y de Quilino, en Córdoba, y también a interesados en Santiago del Estero", relata Carlos Calvento, integrante de uno de los grupos.

Casi como si se tratara de la historia de otros, el productor recuerda que, dos meses atrás, "cuando el técnico nos dijo que debíamos reempadronarnos porque Agroindustria estaba relevando Cambio Rural sentimos que desde Buenos Aires se interesaban por nosotros. Asique, pese a los costos que nos implicó volver a presentar todo lo que ya habíamos presentado (el Renspa del Senasa; certificación por escribano de todas las firmas de los integrantes de los grupos y geolocalización de cada finca) lo hicimos con entusiasmo. Pero resulta que, a fines de julio, y sin argumentos, nos avisaron que daban de baja los dos grupos del pueblo, como si no hubiéramos presentado nada". Y añade: "Ahora estamos desesperados, no sabemos qué va a pasar con nosotros".

El productor cuenta que gracias al trabajo conjunto y a la asistencia del técnico del programa obtuvieron varios logros. "En la región no había silos comunitarios como para poder abaratar la compra de maíz. Nos unimos y tras gestionar ante ganadería provincial conseguimos un silo comunitario. Con esa herramienta bajamos el precio de la bolsa maíz de 50 kilos de 220 a 130 pesos. Eso tuvo un impacto impresionante sobre la producción. Luego conseguimos traer en comodato una moledora de maíz y una mezcladora para elaborar nuestro propio alimento balanceado para las cabras y los cerdos", relata Calvento. Al perder el "nucleamiento oficial", el productor teme que los grupos pierdan todo lo conseguido. "Al no estar bajo la cobertura de un organismo nacional es posible que ahora la provincia nos pida la devolución del silo y de las máquinas, porque quedamos cada productor por nuestra cuenta y no habrá una administración comunitaria como lo es actualmente", explica con el temor propio de quien podría perder en poco tiempo lo que se construyó con esfuerzo.

"Este es un daño muy grande que le están haciendo a los pequeños productores, porque han tomado un criterio de pampa húmeda y se han olvidado de los matices productivos de la Argentina y de los distintos productos. No van a encontrar en el país productores de cabritos lechales como nosotros, no los van a encontrar. ¿Y eso qué significa, que somos menos que otros? Si nosotros trabajamos bien; si todos los meses nuestro técnico mandaba como corresponde el informe al INTA con los datos de nuestra evolución; ¿por qué nos castigan con esta decisión?", se pregunta.

Y agrega: "Yo les preguntaría a los señores del Gobierno, qué economía no es de subsistencia. Todos trabajamos para subsistir. Acá en Catamarca la mayoría somos productores minifundistas, no hay grandes productores en la provincia, pero hacemos un tipo de producción que es muy típica de la región. Hay que diferenciar lo que es un pequeño o mediano productor de la pampa húmeda, del mediano/pequeño productor de Catamarca. Acá necesitamos estar nucleados en una herramienta como Cambio Rural, porque todos tenemos realidades similares y juntos producimos mejor; vendemos mejor; logramos fijar precio, y no malvender. Sí, somos pequeños, pero nosotros vivimos con nuestra producción; con el resultado de nuestro trabajo en el campo pagamos la educación de nuestros hijos; vamos a Catamarca a comprar las cosas que necesitamos para vivir, y nosotros también damos trabajo en la zona, casi todos tenemos 3 o 4 jornaleros, sobre todo en las épocas de parición o en el tiempo de siembra de pasturas o en nuestros espacios de chacra. Todo el pueblo y las zonas en derredor trabajan en el campo. Si se mide el nivel de capitalización de un productor según el modelo de la pampa húmeda, bueno, nos vamos tan arriba que nosotros quedamos lejos", relata Calvento, con una claridad de podría interpelar a muchos.

No obstante, este productor conserva expectativas porque desde el INTA se intentaría reubicar estos grupos como Grupo de Abastecimiento Local, bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. "Qué le parece, nos dicen que pasaríamos a Desarrollo Social, nosotros que estamos meta laburar en el campo, como si fuera que estamos pidiendo dádivas o un plan. Nosotros somos parte del Ministerio de Agroindustria porque somos productores rurales. Es una locura todo esto. Lo que más nos duele es que nos mientan en la cara, porque hicimos todo lo que nos pidieron", dice Calvento y agrega: "En esto momento de dolor y con toda la impotencia que tanto yo como el resto de los productores hoy sentimos, yo le rindo tributo al INTA y al trabajo de su gente, que con poco hacen mucho por el pequeño productor del interior. Ojalá prospere su iniciativa para que, al menos, podamos seguir trabajando en forma conjunta y logremos sostener todo lo que construimos".

Según los registros aportados por el INTA, de los 72 grupos activos en Catamarca antes de la "reestructuración" reciente, 5 continuarán activos; 5 pasarían a trabajar como GAL, y 62 quedarán sin cobertura.
Vinos de la Patagonia

En tiempos en los que los vinos de la Patagonia comienzan a tomar vuelo, productores vitivinícolas de Chubut se enteraron por LA NACION que su grupo había sido dado de baja por Agroindustria. En el intento de saber qué había pasado, Camilo de Bernardi, uno de los integrantes del grupo contó que recibieron un mail en el que, no obstante, no hay una explicación clara del por qué se los la baja.

"A Partir de Cambio Rural se logró consolidar el cultivo de vid en la zona más austral de la Argentina, logrando vinos de altísima calidad, en un lugar en el que era impensado producir vinos. Y siempre lo decimos, esto fue gracias al INTA que nos dio sostén técnico, además del apoyo institucional frente a la llegada de muchos inescrupulosos a la zona que rápidamente se desenmascararon solos. Hoy la realidad es que Chubut se impone como nueva provincia vitivinícola", destaca De Bernardi. De los 7 integrantes del grupo, 5 tienen sus fincas en el Valle de Trevelin y 2 en la Comarca Andina del Paralelo 42.

Y agrega: "Siempre fuimos cuidadosos en impulsar nuevos proyectos por el riesgo económico y el impacto anímico que pudiera producir un emprendimiento fallido, pero hoy podemos decir con seguridad y con pruebas fehacientes que se puede lograr una vitivinicultura de calidad en Chubut y podemos invitar a que otros planten vides gracias a la experiencia de Cambio Rural. Por esto resulta inentendible la pérdida del apoyo institucional que tanto se necesita en la zona y que va más allá del pago al técnico, dado que comprende todas las herramientas que trae aparejado el programa".

De Bernardi cuenta que es todo muy reciente y que aún deben juntarse los integrantes de grupo para analizar cómo seguir. "Si se apuesta a la producción, sobre todo en esta zona del país donde no tenemos técnicos ligados a la producción vitivinícola, no se comprende que cuando consolidamos la producción nos saquen del programa".

Según los registros aportados por el INTA, de los 22 grupos activos en Chubut antes de la "reestructuración" reciente, 8 continuarán activos; 8 pasarían a trabajar como GAL, y 6 quedarán sin cobertura.
Hortícolas de Mendoza

"Desde hace casi dos años trabajo con dos grupos de productores hortícolas en el denominado Cinturón Verde de Mendoza (Guaymallén, Lavalle y Maipú) que agregan valor a su producción con la elaboración de conservas (tomate triturado y dulces de tomate, membrillo, melón y de ciruela). Hoy, por el trabajo que venimos haciendo, están en una posición intermedia hacia la capitalización, es decir que ya no son agricultores de autoconsumo o subsistencia, escala en la que iniciamos el trabajo con Cambio Rural", cuenta Eduardo Martín Betancud, ingeniero agrónomo promotor del programa. Añade que de una forma "poco clara y sin explicaciones" ambos grupos fueron dados de baja y que "aparentemente" uno sería reubicado bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Social como GAL.

"Con esta medida oficial lo que se está haciendo de manera forzada es volver a ubicar a estos productores en la escala de agricultores de subsistencia. Esa es la lógica que existe detrás de la pretendida reestructuración. Todos los logros que se venían obteniendo por el trabajo conjunto y bajo la cobertura del Estado ahora quedan inconclusos. Estos grupos que crecieron y que producen alimentos que son muy valorados por el consumidor a partir de ser sanos, naturales y sin agroquímicos, de buenas a primeras son golpeados y se quedan sin el acompañamiento que les posibilite dar el salto que les falta hacia la capitalización", lamenta el técnico.

En Luján de Cuyo, Juan Flores padeció la misma situación a fines de 2016, cuando de manera súbita le comunicaron que el grupo de Cambio Rural que coordinaba era dado de baja. "El grupo estaba formado por 8 productores de hortalizas (zapallo, ajo, tomates y papas, entre otras variedades) que, con un promedio de 4 hectáreas cada uno y con dos siembras anuales, alcanzaban volúmenes de hasta 60.000 kilos de verduras por año. Pero tras la medida oficial quedó cada uno por su cuenta. Los proyectos que teníamos para la compra de maquinaria quedaron en la nada y hoy tres de los productores han dejado la producción para trabajar como asalariados en la construcción o en tareas para otros productores más grandes, ante la necesidad de conseguir un ingreso seguro para mantener a sus familias", dice el técnico. Y añade que esa fue la "lamentable consecuencia" de interrumpir un proceso de trabajo que estaba generando resultados.

"Me parece muy mal lo que está pasando. Al trabajar en forma asociativa y al sumar capacitaciones se estaban logrando resultados muy interesantes. Esto no es un problema grave para los técnicos, que siempre algún otro trabajo encontramos, el problema es para los productores, a los que de por sí les cuesta unirse. Este era uno de los grandes activos de Cambio Rural, el darle la posibilidad de trabajar en forma asociativa y de darle valor agregado a sus productos. Por ejemplo, nosotros teníamos proyectado comenzar a producir salsa de tomate, algo que un productor solo no puede hacer, bueno, eso también se malogró con la quita del apoyo del Estado. Lo que se estaba logrando al juntar a los productores se desarmó. Es triste", señala Flores.

Según los registros aportados por el INTA, de los 157 grupos activos en Mendoza antes de la "reestructuración" reciente, 73 continuarán activos; 18 pasarían a trabajar como GAL, y 66 quedarán sin cobertura.
Córdoba campesina

En la pirámide invertida de Agroindustria quedaron incluidas las familias campesinas del noroeste de Córdoba, en general agricultores en transición, con los que el organismo nacional resolvió no trabajar. Desde el área de influencia de la regional del INTA Cruz del Eje, un técnico promotor de Cambio Rural contó a LA NACION que 23 grupos de la región fueron dados de baja por el Ministerio a fines del mes pasado, con una incidencia sobre cerca de 230 productores. De ellos entre 2 y 7 serían derivados a Desarrollo Social como GAL. "Nos avisó nuestro coordinador del INTA y la noticia fue un golpe, tanto para nosotros como para los productores, que sienten que el Estado los vuelve a dejar solos", reconoce el técnico, que pide preservar su identidad, dado que "hasta lo último voy a intentar gestionar que nuestro grupo sea integrado como GAL y temo que si aparezco con mi nombre castiguen a los productores".

El promotor explica que su grupo está en una zona árida, pero con bolsones de riego y que se dedica a la cría caprina y a la producción de forraje (maíz y fardos de alfalfa) que se vende en la zona de secano de La Rioja, a no más de 30 kilómetros, y dentro de Córdoba. "Claramente es un grupo de agricultores familiares en transición, es decir, productores que a partir del acompañamiento del Estado iniciaban un camino de crecimiento, en el que a la par de mejorar los índices de producción se dedicaba mucho trabajo a mejorar las gestiones comerciales, en una zona del país donde buena parte de la comercialización se hace de manera informal. Como resultado del trabajo, los agricultores del grupo tienen su monotributo social agropecuario, pero ahora entre ellos hay incertidumbre y una mezcla de bronca y dolor por el destrato", dice el técnico. Y reconoce que no logró cumplimentar todas las exigencias requeridas en el reempadronamiento. "Fueron levantando la vara de las cuestiones burocráticas hasta un nivel inalcanzable para muchos grupos de pequeños agricultores. Encima, muchos tuvimos problemas para acceder al sitio dispuesto para el trámite por Agroindustria".

Acerca de cómo seguir a partir de la baja, el promotor asegura que más allá de todo, "acordamos seguir en contacto, seguro que no será con la misma intensidad, pero el vínculo no se va a romper entre nosotros. Hace dos años que trabajamos como grupo de Cambio Rural, pero nos conocemos desde hace más de 10 años. Tenemos un montón de actividades programadas y no las vamos a cortar porque el Estado resolvió dar un portazo. En estos días los integrantes del grupo y otras familias cercanas recibiremos 200 plantas frutales que llegan desde San Pedro para un doble propósito, embellecer los entorno peri domésticos y proveer frutas para las familias. Imaginate que no me voy a borra ahora porque no me paguen los 4500 pesos que asignaba el Estado para los técnicos". Y brindó un dato relevante para todo aquel que visita Córdoba y disfruta de la gastronomía serrana: "Cerca del 90% de los cabritos que se ofrecen en Córdoba son producto del trabajo de familias campesinas, mirá si será importante este sector que, lamentablemente, tiende a ser invisibilizado otra vez".

Según los registros aportados por el INTA, de los 54 grupos activos en Córdoba antes de la "reestructuración" reciente, 13 continuarán activos; 19 pasarían a trabajar como GAL, y 22 quedarán sin cobertura.
Promotores en riesgo

En un pronunciamiento público conjunto tras decisión de Agroindustria de dar de baja 880 grupos de Cambio Rural, los técnicos promotores del programa manifestaron su "preocupación y repudio por la situación en la que se encuentra el programa en la actualidad". Destacaron que las líneas de trabajo de los grupos de Cambio Rural y de sus técnicos "han sido puestos en sintonía con los Proyectos Regionales con Enfoque Territorial que lleva adelante el INTA, dando origen a un entramado social donde se encuentran, dialogan, proyectan y trabajan conjuntamente productores, organizaciones, instituciones y técnicos con amplia trayectoria en el sector. Esto dio forma a trabajos que permitieron una transición hacia modelos de producción más sustentables, implementando metodologías participativas de trabajo con productores, desarrollando nuevas experiencias de comercialización y promoviendo así un sistema de extensión con el objetivo de contribuir al desarrollo del territorio, sus actores y los sistemas productivos".

Y lamentaron que todo esto haya sido puesto en tela de juicio por los actuales coordinadores del programa, "dudando de la veracidad de los datos que mensualmente se volcaban en una plataforma tecnológica (Programa Work Flow) diseñado desde las oficinas centrales del Profeder-INTA. Por eso lanzaron un nuevo registro de productores en junio de este año, donde debían cargarse los datos ya existentes. Un mes después se da de baja grupos con la excusa de no cumplir los requisitos. Consideramos que esta decisión ya estaba tomada, en consonancia con el achique del Estado y su retiro de las actividades de apoyo en el desarrollo de los pequeños productores".

Por último, advierten que este cambio no es sólo un movimiento de fichas, un saneamiento o una reestructuración. "Se minimiza al sector que produce alimentos; se achica el mercado interno; peligra la diversificación de la producción; se desligan de acompañar las mejoras de las producciones intensivas; se desvaloriza el trabajo de aquellos que vienen acompañando la transición hacia modelos de producción agroecológicos y más sustentables; se pretende privatizar la extensión; se pierden puestos de trabajo, y se subestima a los profesionales formados que llevaban adelante estos grupos. El impacto de esta decisión política de reducir el programa Cambio Rural, de quitarle el apoyo técnico a la agricultura familiar y de dejar sin trabajo a los técnicos impacta directamente sobre los productores, sus ingresos y sobre las fuentes de trabajo", concluye el pronunciamiento de los técnicos.

"Hay mucha gente que está haciendo operaciones y que dicen que estamos desarmando Cambio Rural y a mi entender, Cambio Rural, así como estaba no daba el servicio que puede dar. Yo fui asesor de Cambio Rural en sus orígenes y la verdad es que tenía mucho impacto y mucho reconocimiento. Y últimamente no pasaba eso. Ahora la idea es que los productores chicos tengan una contención de parte del INTA y de Desarrollo Social, y que los productores capitalizados, que tienen un poco más de espalda, queden en la órbita de Cambio Rural, en Agroindustria", dijo Casañas.
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