| PREVEN INCREMENTO DE LA PRODUCCION DE COLZA ESTE AÑO |
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La producción de colza, una oleaginosa de la que se extrae un aceite vegetal para consumo humano y para la obtención de biodiesel, tiene para este invierno muy buenas posibilidades de incrementar sus rindes, asegura un informe de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA).
En la Argentina, donde aún tiene poca difusión, lentamente comenzó a generar mayor interés y perspectivas de crecimiento.
Hace sólo dos campañas, su siembra alcanzó un récord cercano a 100.000 hectáreas, al tiempo que se aumentaron los rendimientos y la capacidad industrial y se estableció un mercado con precios más transparentes.
Para este año se espera una reducción del área sembrada /llegará a 60.000 hectáreas/, por el aumento del precio del trigo y las lluvias del otoño, que retrasaron la cosecha gruesa e impidieron sembrar colza en el Litoral y en la provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, los rindes de producción por mejor manejo y genética se espera, estarán en niveles similares a los del año anterior.
"El aceite de colza es muy saludable por su bajo contenido de ácidos grasos saturados (que afectan al sistema cardiovascular), tiene alto contenido de ácido oleico (omega 9) y buena relación omega 3/omega 6", destacó Deborah Rondanini, docente de la FAUBA.
Rondanini, también investigadora del CONICET, señala que la colza tiene condiciones agronómicas y comerciales para aumentar la producción.
"Las mejoras en genética y manejo elevaron los rindes promedio del cultivo en el Argentina a 1.800 kg/ha, respecto de los 1.400 kg/ha históricos", señaló.
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Los principales productores son la Unión Europea, Canadá, Estados Unidos, Australia, China y la India. Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, la colza era la tercera fuente de aceite vegetal en el 2000, tras la soja y la palma, además de la segunda fuente mundial de comida proteíca.
En Europa, se la cultiva principalmente para alimentar el ganado por su alto contenido en lípidos y contenido medio en proteínas.
Es el único cultivo oleaginoso que se siembra en invierno, lo cual permite proveer a la industria aceitera en épocas de capacidad ociosa, y es una alternativa a la rotación trigo/soja con la ventaja que libera el lote un mes antes, y lo deja disponible para sembrar un cultivo de segunda más temprano.
"Su sistema radical permite extraer agua y nutrientes de estratos más profundos que los cereales de invierno, y pierde las hojas temprano en floración, devolviendo nutrientes que rápidamente están disponibles para el cultivo de segunda", dijo Rondanini. |
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