Cannabis sativa: Científicos argentinos exploran su uso en producción de energía renovable |
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La Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA) importará semillas de cannabis sativa (o cáñamo industrial) provenientes de Canadá, para estudiar su adaptación al ambiente local. Si bien la planta es conocida por sus usos medicinales, los científicos argentinos planean explorar su utilización en la producción de alimentos, bioplásticos y biocombustibles.
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Producir energía renovable
Según explicó Daniel Sorlino, docente de la cátedra de Cultivos industriales de la FAUBA, el cáñamo industrial tiene una alta capacidad de producir biomasa (energía renovable), que puede ser utilizada en la fabricación de fibras textiles de origen natural, aceites comestibles, medicinas y cosméticos, entre otros usos muy diversos. Como muestra de su productividad, Sorlino indicó que en solo 100 días, el cultivo puede generar plantas de entre 3 y 4 metros de altura.
Múltiples usos
Desde el punto de vista alimenticio, el investigador resalta que el aceite de cannabis es comestible y muy saludable: tiene ácidos grasos (como el linoleico y el oleico) y Omega 3 (como la chía y el lino), capaces de reducir el colesterol en la sangre y generar otros efectos beneficiosos para la salud humana.
Por otro lado, en los países europeos, en la actualidad se siembran unas 15.000 hectáreas de Cannabis sativa. Mientras que en Bulgaria lo utilizan en la confección de ropa, en Francia quieren reemplazar la fibra de vidrio usada en la industria automotriz por fibras de origen natural provenientes del cáñamo. De esta forma, fabricarán vehículos más amigables con el ambiente.
Un cultivo con historia en la Argentina
En nuestro país, la siembra de Cannabis sativa fue habitual hasta la década de 1950 en la provincia de Buenos Aires. Sus tallos eran utilizados en la fabricación de los cabos de los barcos, en el cuerito de las canillas y hasta en las suelas de las alpargatas. Pese a eso, el cultivo se vio mermado con la aparición de fibras artificiales, como el nailon, que reemplazaron a las naturales.
Desde la UBA, aclaran que si bien a la vista no hay diferencias notables, esta variedad de cáñamo industrial no tiene el principio activo de la marihuana, conocido como THC (tetrahidrocarbocannabinol). |
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