| SEXADO EQUINO EN LA ETAPA EMBRIONARIA |
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Una nueva técnica permite tomar una biopsia de un embrión y determinar su sexo antes de implantarlo en la receptora. El mes pasado nació la primera potranca concebida con esta técnica.
Investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba) desarrollaron con éxito una nueva tecnología que permite determinar el sexo de los caballos cuando el embrión posee apenas una semana de vida.
A partir de una muestra microscópica, que se analiza en el laboratorio con una “fotocopiadora de genes”, es posible el sexado de los embriones para decidir su posterior uso.
Esta técnica ya dio sus frutos y los investigadores ya lograron producir la primera potranca de América Latina.
“Usamos la tecnología PCR, por sus siglas en inglés, que significa Reacción en Cadena de la Polimerasa, o “fotocopiadora de genes”, que permite realizar una biopsia embrionaria y determinar el sexo de los embriones antes de transferirlos a la yegua, para generar una cría del sexo deseado.
En el caso de los caballos de Polo es una gran ventaja, porque los haras necesitan reproducir una mayor cantidad de hembras”, explicó Daniel Salamone, director del Laboratorio de Biotecnología Animal de la Fauba.
El especialista añadió: “El embrión que no es del sexo buscado se puede congelar y vender, o usarlo en la producción de células madres”.
Salamone destacó: “Nosotros empezamos a trabajar hace tres o cuatro años con equinos y nos maravilla lo dinámico del sector y el interés que tienen sus actores. Principalmente nos llama la atención cómo varios de los productos argentinos son destacados a nivel mundial, lo que justifica usar todo tipo de tecnología”.
Trabajo conjunto
El científico señaló que “desde hace un año trabajamos con un haras de caballos de Polo, que nos han estado dando embriones al momento de la colecta. Usualmente, siete días después de la concepción se hace un lavaje del útero y se colocan los embriones en una hembra de mucho menor valor (receptora), de manera tal que en una temporada reproductiva un animal que es muy apreciado pueda tener mucho más que una cría”, describió Salamone el proceso ordinario de transferencia embrionaria.
Luego señaló que la investigación desarrollada en la Fauba agregó un paso más: en el momento en el que se saca un embrión para ser colocado en la yegua receptora, toman una pequeña muestra microscópica y se analiza desde el punto de vista molecular determinando el sexo.
“Otro de los beneficios de esta técnica es la posibilidad de determinar resistencia a enfermedades en la etapa embrionaria”, manifestó Salamone.
La “fotocopiadora de genes”
El investigador explicó que acuñaron el término coloquial de la “fotocopiadora de genes” para referirse a esta técnica por la herramienta para lograr ver a los genes: “Esencialmente uno usa una herramienta molecular que se basa en mecanismos que copian ese gen millones de veces hasta el punto que algo que es invisible y molecular y no se lo puede observar, se transforma en una estructura que uno puede ver a simple vista”.
“El proceso se basó en copiar múltiples veces ese gen hasta llevarlo a ser visible. Para ello, del cromosoma Y, que es el que determina la masculinidad, tomamos un gen de interés; además, tomamos un gen de interés que está nada más que en el X, que determina la femineidad. Incluso siempre tenemos controles para demostrar que tenemos la muestra. Todo esto requiere una serie de reaseguros para tener certezas de que estamos trabajando como corresponde”, graficó.
Los investigadores están muy conformes con el nivel de riesgos que esta intervención en el embrión representa, por el cual las pérdidas pueden llegar a ubicarse entre el 10 y el 20 por ciento.
Cerca de la comercialización
Salamone explicó que para que estos avances lleguen al campo ya hay dos grupos que están trabajando, aunque no lograron aún reunir todas las condiciones.
“A veces lo que uno tiene, siendo parte de una universidad, es el factor de provocar, de incentivar cuando se demuestre que es posible. Nosotros tenemos una labor docente y en las próximas semanas tenemos un curso internacional con gente de Mozambique y Guatemala. Un grupo de alumnos nuestros montaron una empresa de clonación y privadamente dan el servicio. Para ver la problemática de la aplicación de este tipo de tecnología, nos asociamos con una empresa que se dedica a la parte comercial”, explicó.
Salamone dijo que los acompañan “en la parte científica y ellos hacen el marketing. El objetivo es ver qué pasa cuando se saca algo de un laboratorio y se aplica masivamente”.
Un alentador caso testigo
En agosto de 2012 nació la primera potranca argentina, hija del gran campeón Espi Balú, producida con la técnica de PCR.
Ese fue el resultado de 11 meses de gestación y un año previo de trabajo científico realizado por el equipo de la Fauba que, además de Salamone, estuvo integrado por los veterinarios Javier Jarazo, Andrés Gambini y el biólogo molecular Rafael Fernández Martín.
El haras La Vanguardia, de Willem Melchior, donó el instrumental para llevar adelante las investigaciones y puso a disposición un campo de la localidad bonaerense de San Andrés de Giles, donde se recolectaron y se implantaron los embriones, luego de analizarlos en la Fauba.
Salamone dijo que “para este caso se tiene la opción de congelar el embrión y nosotros estamos muy interesados en los embriones equinos”.
“Usualmente nosotros producimos embriones equinos por otras técnicas como es la clonación. Tenemos un programa de clonación de caballos desde hace varios años y nos interesa hacer estudios para comparar embriones producidos naturalmente y los clonados. Ya son varios los animales que han nacido con el sexo que se determinó correctamente, pero a futuro nos interesaría hacer estos estudios, salvo que sean criopreservados”, destacó.
Por su parte, Leonardo Muredas, veterinario de La Vanguardia, fue el encargado de recolectar los embriones en el campo durante todo el período reproductivo de 2011, para ser trasladados hasta el laboratorio de la Fauba, donde fueron sometidos a una biopsia y analizados por PCR para determinar el sexo. Mediante esta técnica, los investigadores seleccionaron los embriones hembra, que el mismo día fueron trasladados nuevamente al campo para implantarlos en las yeguas receptoras.
“A partir del momento que implantamos los embriones, realizamos el seguimiento desde la gestación hasta el nacimiento”, dijo Muredas.
Recientemente, este logro fue tapa de la prestigiosa revista científica Biology of Reproduction.
Un futuro de ciencia ficción
El director del Laboratorio de Biotecnología Animal de la Fauba, Daniel Salamone, manifestó que “en el futuro la PCR será una práctica cotidiana que permitirá obtener animales del sexo deseado”. Si bien la tecnología ya existía en el país, hasta ahora solo se había utilizado en bovinos, con poco éxito, y recién a partir de las investigaciones de la Fauba logró hacerse eficiente en equinos.
El científico adelantó que desarrollaron una técnica que clona el espermatozoide: “Ganamos un proyecto y estamos a la espera de conseguir un par de becarios que nos ayuden en este proyecto y ya tenemos un trabajo publicado, en el que nosotros clonamos un espermatozoide y lo atractivo de esto es no solo que no son todos los espermatozoides del mismo sexo y uno puede elegirlos, sino que todos los genes son semejantes y uno podría hacer un análisis masivo de la composición futura de ese animal.
Se acaba de publicar hace dos meses, como un avance. En ratones obtienen líneas y en forma indefinida logran mantener esas células y usarlas para fertilizar. Uno de los tantos proyectos involucra avanzar en estos tipos de tecnologías”, dijo y agregó que hay otra técnica “que estamos experimentando en bovinos y es que de un embrión hacemos muchos y eso es muy atractivo, aunque sería un poco más difícil de articular”, admitió.
Por: Belisario Saravia Olmos
Darío Pérez
Fuente: El Tribuno Campo |
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