| Lluvias alivian zonas productivas y sigue la siembra de maíz y soja |
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Las lluvias registradas en los últimos días de octubre, superiores a los promedios históricos y que continuaron en los primeros días de noviembre, revierten la situación de sequía que afectaba a la producción agrícola en distintas regiones del país, y permiten iniciar la siembra de cultivos de verano, como soja y maíz.
La cátedra de Climatología de la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba), confirmó que desde fin de octubre se recargaron con agua suelos que estaban secos en gran parte de la Región Pampeana y otras zonas del país, con lluvias muy superiores a los valores promedio.
"Las precipitaciones más importantes fueron los días 30 y el 31 de octubre y las cantidades fueron muy superiores respecto de los valores históricos para ese mes", dijo Adela Veliz, de la Fauba.
Al respecto, ejemplificó: en la capital de Córdoba, cayeron 145 mm, contra una media de 76 mm. En la localidad de Laboulaye, llovieron 129 mm, sobre un promedio de 97 mm para ese mes.
Liliana Spescha, docente de la misma cátedra, precisó que "el 31 de octubre llovió muy por encima de lo normal y eso hizo que en muchos lugares se recargara el suelo, que estaba muy seco y comprometido por niveles altos de evapotranspiración".
Hasta septiembre hubo sequía en el oeste de Buenos Aires, este de La Pampa y centro del país, en Córdoba y en el oeste de Santa Fe.
Según la Fauba ahora hay una buena condición hídrica en los suelos del sudoeste de La Pampa y en el sudeste de Buenos Aires, que tuvo buenas precipitaciones durante todo el año y que espera una buena cosecha de granos finos, como trigo y cebada.
Las lluvias continuaron durante los primeros diez días de noviembre en gran parte de la Región Pampeana. En la Zona Núcleo, llovieron 120 mm en Ramallo, 108 en Pergamino, 106 en Rojas.
Las recientes tormentas fueron de tipo convectivas, asociadas a pasajes de frente y que se producen simultáneamente en diferentes lugares, y llegan en un momento clave para el calendario agrícola, ante la siembra de los cultivos de verano, como soja y maíz.
Este último es un cultivo muy dependiente del agua y cuya implantación venía retrasada por la sequía en la zona núcleo, en el centro de la provincia de Buenos Aires y en Córdoba.
El informe concluye que si bien hay zonas en la que no se pudo implantar maíz de primera por la mala situación hídrica, las condiciones actuales son muy buenas para comenzar la implantación de cultivos de ciclo más tardío. |
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