Producen energías alternativas sin afectar alimentos |
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Un equipo interdisciplinario de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA) produce etanol, biodiésel y biogás con materias primas de origen agropecuario, agro/industrial y desechos orgánicos, como alternativas que no compitan con los alimentos.
El objetivo del equipo de investigadores de la cátedra de Química Analítica de esa casa de altos estudios, a cargo de Alicia Iorio, es solucionar problemas ambientales y energéticos con un producto cuya fabricación no implique el uso de materias primas consumibles, como granos o aceites de maíz o de soja.
Por el contrario, propicia que se empleen subproductos como cáscaras, spelers, aceites usados y desechos, u otras materias primas, como por ejemplo microalgas, que tampoco demanden la utilización de áreas con potencial agrícola, en detrimento de la superficie implantada con cultivos alimenticios.
El equipo de investigadores se centra en el estudio de la producción de biogás (compuesto, fundamentalmente, por gas metano, similar al gas natural), a partir del uso de residuos orgánicos urbanos y agroindustriales.
Así investiga sustancias inhibidoras presentes en residuos sólidos urbanos, provenientes de pilas, baterías y detergentes, para su uso como sustrato en un biodigestor, como reemplazar el uso del silo de maíz para la fabricación de biogás, por glicerina, subproducto de la fabricación de biodiésel.
Biodiésel
La producción de biodiésel a grandes escalas, que plantea la Ley 26.093, hace que la glicerina ya no sólo va a ser un subproducto usado en la industria de perfumes y pinturas, sino que también va a convertirse en un residuo.
El equipo plantea entonces la necesidad de buscarle nuevos usos, como por ejemplo la producción de energía.
En cuanto al biodiésel, analizan el proceso de elaboración a partir del fruto de una palmera del norte argentino (copernicia alba), que también podría servir como suplementación animal.
La idea es evitar la deforestación de montes nativos y darle una utilidad al fruto, como una fuente alternativa de energía, entre otras cosas, que no compitan con la producción de alimentos.
También avanzan con la factibilidad de la eliminación de la fase de lavado, disminuyendo así la generación de efluentes líquidos y el consumo de agua.
Por la implementación de la Ley 26.093, en la Argentina se comenzó a incorporar hasta un 5% de biocombustibles (bioetanol y biodiésel) a las naftas y el gasoil. |
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