Desforestan 130.000 hectáreas en Misiones y los terratenientes están de fiesta |
|
|
|
|

|
En la Selva Paranaense habitan más de la mitad de las especies de la Argentina. Aunque hay normativas para conservarla, la deforestación continúa. Un estudio de la FAUBA mostró que en 30 años se perdieron 130.000 ha de bosque y que sus remanentes se achicaron y aislaron.
La región también conocida como Mata Atlántica del Alto Paraná, es un ecosistema de selva subtropical que forma parte del Bosque Atlántico (Mata Atlântica), y se encuentra en América del Sur, principalmente en el sur de Brasil (estados de Paraná, Santa Catarina, y parte de São Paulo), el este de Paraguay y el noreste de Argentina (especialmente en Misiones). Se caracteriza por una alta biodiversidad. Tiene bosques densos, con árboles altos, lianas y epífitas (como orquídeas y bromelias). Alberga miles de especies de plantas, aves, mamíferos y reptiles, muchas de ellas endémicas.
Actualmente, quedan solo fragmentos de la Selva Paranaense original, protegidos por parques como el Parque Nacional Iguazú en Argentina y su equivalente en Brasil. Ahí conviven grandes animales, como el yaguareté (el felino más grande de América), el puma, el tapir (el mayor mamífero terrestre de Sudamérica, muy importante para la dispersión de semillas) y el pecarí (similar a un jabalí), vive en manadas y se alimenta de frutas y raíces. De menor tamaño son los monos, los zorros de monte, los osos meleros (parecido al oso hormiguero), el coatí, el tayra; la comadreja y el agutí (roedor grande).
El Bosque Atlántico, que abarca regiones de Brasil, Paraguay y la Argentina, es uno de los ecosistemas más biodiversos del mundo. A su vez, es de los más amenazados por el desmonte. Para protegerlo, en el año 2000 se creó el Corredor Verde en la provincia de Misiones que, como muchas otras cosas en Argentina, no funcionó. Actualmente se estima que el Bosque Atlántico cuenta con menos del 10% de su cobertura original, y su remanente principal en la Argentina está en la Selva Paranaense de Misiones.
Un estudio de la ahora un estudio de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) mostró que entre 1990 y 2020 se deforestaron allí casi 130.000 hectáreas de bosques nativos, lo que representa un 13% del área original de ese corredor. Y nadie puede hacerse el distraído: 130.000 ha son equivalentes a 6 veces la Ciudad de Buenos Aires. Además, se identificaron zonas prioritarias para reforzar la conservación y mejorar la conectividad dentro del Corredor.
Quienes son los terratenientes
Los principales terratenientes de Misiones son los chilenos de Arauco Argentina (la ex planta de celulosa Alto Paraná S.A.), la familia Pagani (dueños de Arcor), la familia Perez Compac (controlan marcas de yerba mate como Cruz de Malta y Nobleza Gaucha), Hugo Sigman (un actor relevante en el sector forestal); las familias Martín, Roca, Bemberg, Herrera Vegas, Navajas, y la familia Zbikoski. Ninguno de esas familias fue sancionada por el desaprensivo desmonte de la Selva Paranaense, pese a que desde hace décadas la región pierde superficie en tanto que la ganan estas familias.
En el año 2000 se creó otra iniciativa que, como otras tantas, no funcionó: el Corredor Verde, cuyo propósito era conservar y conectar las principales áreas protegidas de Misiones. Obviamente que el desmonte de los grandes popes de la regióncontinuó, porque una cosa es la iniciativa en los papeles, y otra muy distinta es cuando hay que trabajar para logar un objetivo.
Los resultados fueron contundentes. Asi es como desde 1990 a 2020 se perdieron cerca de 130.000 hectáreas de bosque nativo; es decir, un 13% del área original del Corredor Verde. La superficie de bosque que quedó se dividió en pequeños y aislados fragmentos. El tamaño promedio de cada parche pasó de 285 a 215 hectáreas. El número de parches se duplicó y la distancia entre ellos aumentó de 94 a 246 metros. Se perjudica la migración de especies y la dispersión de semillas, y facilita la entrada de especies invasoras, entre otros efectos negativos. Y se facilita la entrada de especies invasoras, entre otros efectos negativos.
El proceso fue más intenso en el departamento de San Pedro, entre las localidades de Dos Hermanas y Pozo Azul, a ambos lados de la ruta provincial que conduce a El Dorado. El Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (OTBN) se estableció en 2007, a través de la Ley 26.331) para proteger los bosques nativos del país. Para ello, se categorizaron según su valor de conservación. En rojo, los de alto valor / no se pueden intervenir /; en amarillo, los de valor medio o alto / se pueden aprovechar de forma sostenible /, y en verde, los de bajo valor / se pueden transformar /.
Misiones armó su ordenamiento en 2010 que, al principio, funcionó. Entre 2010 y 2015 se dio la tasa de desmonte más baja de los 30 años. Después, con la falta de controles, todo se fue relajando. Y después del 2015 se disparó la tasa y volvió a valores previos al ordenamiento. La fragmentación se mantuvo baja en la categoría roja, aumentó en la amarilla y fue crítica en la verde. Conclusión: Si los controles son pocos (o inexistentes) y no hay restauración, los resultados lógicos y previsibles son los de Misiones: un espanto ecológico. |
|
 |
|
|
|
|