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La producción de pomáceas en la Unión Europea (UE) muestra sensibles mermas para la presente temporada.

Según los datos difundidos durante el Congreso Prognosfruit, realizado días atrás en España, la cosecha de manzanas en el viejo continente alcanzaría más de 9,3 millones de toneladas, cifra que refleja una caída interanual del 21% y una baja del 23% cuando se la relaciona con el promedio 2014-2016. En el caso de las peras, se proyecta una oferta de 2,1 millones de toneladas, volumen 1% inferior contra el 2016 y del 8% comparada con la media de las últimas tres temporadas.

Sin lugar a dudas ésta es una muy buena noticia para la región del Valle, pero el interrogante que condiciona esta aseveración es: ¿podrá la región aprovechar este positivo escenario?

Analizando el flujo histórico del comercio internacional de pomáceas, realizaremos un tratamiento diferencial para interpretar los posibles desenvolvimientos de las manzanas y las peras del Valle de Río Negro y Neuquén tomando los datos de producción de la UE recientemente dados a conocer en Prognosfruit. Comencemos por la primera de ellas.

Las mermas de manzanas han sido sensibles. Casi 2,5 millones de toneladas menos en el mercado. Un número no menor teniendo en cuenta que representa alrededor de tres cosechas completas rionegrinas.

Pero pese a este contexto positivo, la oferta de manzanas del Valle pocas ventajas podrá tomar ya que son bajos los volúmenes que se comercializan hoy con el mercado europeo. En la presente temporada se estiman que unas 16.000 toneladas fueron embarcadas hacia el Viejo Continente. Un número no representativo si se tiene en cuenta que las ventas totales en fresco de manzana se ubican en unas 350.000 toneladas por año. Peor aún si se hace la comparación con las exportaciones de años anteriores. Durante la temporada 2005 las exportaciones regionales de manzanas hacia Europa totalizaron las 140.000 toneladas, ocho veces más que las consignadas para este año.

El Valle perdió mercados en este importante destino y recuperarlos no es cuestión sólo de una buena campaña, son años de trabajo para volver a tener la confianza de los importadores y desplazar a la competencia que ya está instalada en esas góndolas.

Por otra parte, la oferta de variedades que hoy está reclamando la demanda europea no la tiene el Valle como para dar un salto cuantitativo en sus exportaciones. La mayor parte de nuestra cosecha está compuesta por variedades tradicionales que sirven para otros mercados, pero no para lo que reclama el consumidor del Viejo Continente.

“Es difícil pensar que una situación coyuntural pueda modificar el rumbo de nuestra fruticultura. Los problemas estructurales no se arreglan con una buena cosecha nuestra o una deficiente en los destinos donde vendemos. El tema es mucho más complejo”, sentenció Gabriel Grisanti, titular de la firma Tres Ases, al ser consultado por el tema.

No hay que dejar de mencionar que la menor cosecha en Polonia, principal país productor e industrializador de manzanas, también quitará algo de presión al mercado internacional de jugos concentrados donde el Valle también juega un rol importante.

Resumiendo, la baja oferta de manzanas en la UE mantendrá el mercado limpio para la entrada de la oferta del hemisferio sur pero este escenario sólo podrá ser aprovechado por aquellas empresas que tengan volumen, calidad y variedades que demande este destino. La oportunidad está, pero no todos en nuestra región podrán usufructuar de ella.

Escenario para la pera

Al analizar el posible impacto global de la baja producción de pera en la UE, se puede adelantar que, si bien la caída de producción no es tan marcada como en manzanas, el Valle tiene más posibilidades de lograr buenos retornos en este escenario.

En principio nuestra región abastece al Viejo Continente con algo más de 110.000 toneladas de pera todos los años. Pero uno de los datos más importantes que hay que tomar es el bajo volumen de pera Conference que existe en la UE. Sobre esta variedad se proyecta una cosecha del orden de las 844.000 toneladas, reflejando una caída interanual del 7% y del 11% cuando se la relaciona con las estadísticas de últimas tres temporadas. Esta es la que mejor aguanta en las cámaras de frío y llega sin problemas al mercado en los períodos de contra estación, que es cuando aparece en Europa la oferta del Valle.

Parte de los desequilibrios generados por Conference podrían ser compensados con la mayor oferta que se proyecta sobre Abate Fetel y Rocha. (Ver infogramas adjuntos)

Este nuevo equilibrio en el mercado de la UE genera otros efectos. Cuanto más Rocha se quede comercializando en Europa menos llegará a Brasil, el principal destino externo de esta especie. Un dato también importante para el Valle teniendo en cuenta que nuestra pera compite con ella en las góndolas cariocas durante gran parte del año.

“En términos generales el escenario es favorable: con un mercado de importación atractivo. Lo que no tengo muy en claro es si la actividad lograra materializar esto”, confiesa con cierto grado de preocupación Grisanti.

El empresario asegura que los mercados buscan su propio equilibrio en forma constante y esto reduce los desvíos en los precios. “Seguramente nos encontraremos con algo menos de pera pero no habrá un salto promedio en las cotizaciones. El mismo mercado pone techos con la presencia de frutas alternativas”, comentó el ejecutivo.

“En términos generales los mercados desarrollados están mucho más estabilizados y las mermas de una especie no provocan grandes desfasajes de precios porque permanentemente aparecen productos sustitutos que compensan las necesidades del consumidor. Es una dinámica que ayuda a sostener los equilibrios”, agregó.

Con toda la estadística sobre la mesa se puede adelantar que existirán posibilidades para obtener mayores retornos para la fruta del Valle en los mercados durante la próxima temporada. Lo que no está del todo claro es hasta qué punto este beneficio podrá derramar en todo el sistema.

Seguramente, los mejores resultados se observarán en la distribución en los mercados de nuestra oferta en fresco: algo más de fruta podrá ir hacia los puertos de ultramar con buenos retornos, lo que descomprimirá, en volumen, otros dos destinos clave para la región que son Brasil y el mercado interno.
Dato
21%
fue la caída interanual que registró la cosecha de manzanas de la UE durante la presente temporada.
“Los mercados desarrollados están mucho más estabilizados, por lo que no hay que esperar grandes saltos de precios”.