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Selección, manejo y revisación de toros para carne  
La detección de características indeseables en los toros tienen suma importancia porque, entre otras cosas, los mismos dejan una descendencia anual de más de 30 terneros y de ellos depende el mejoramiento genético de un rodeo. Profesionales de INTA Balcarce y de la Facultad de Ciencias Agrarias brindan recomendaciones para la elección de los toros. Tomar la decisión de utilizar un toro u otro es de suma importancia para el productor ya que por ejemplo una falla en el desempeño reproductivo de los toros podrá dar lugar a un menor porcentaje de preñez y/o a una menor cabeza de parición, con el consecuente menor peso de destete de los terneros. Especialistas de la Unidad Integrada Balcarce (INTA Balcarce - Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad de Mar del Plata) destacan que la elección de un toro se realiza en base a características fenotípicas y genotípicas. Las características fenotípicas se obtienen por observaciones o mediciones realizadas en un momento dado y son dependientes del ambiente en el que se encuentra el animal. La elección según el fenotipo no garantiza que las características del toro se transmitan a su descendencia. "Los aspectos más importantes a evaluar son: tamaño corporal, conformación, aplomos, características raciales (cabeza, cuello, etc.), mansedumbre, circunferencia escrotal, tono testicular, capacidad de servicio, potencial de entore y calidad seminal" comentó Julio Burges, profesional de INTA Balcarce. Por otro lado, las características genotípicas se pueden obtener por 3 mecanismos: genealogía, marcadores moleculares y DEPs (Diferencia Esperada en la Progenie). Según los profesionales la genealogía se basa en el estudio de los antepasados del toro; los DEPs son indicadores precisos, obtenidos mediante registros de producción, que indican la habilidad de los padres para transmitir su potencial genético a su descendencia: su valor puede ser positivo, negativo o igual a cero. Los marcadores moleculares son sitios de referencia en el ADN que dan información sobre ciertos aspectos productivos, sanitarios, fenotípicos, etc. Por otro lado, Ignacio Gual de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNMdP agrega que los requisitos sanitarios de un reproductor son imprescindibles y deben ser evaluados por un veterinario. "Además de las enfermedades de control obligatorio como brucelosis y tuberculosis, se debe garantizar la ausencia de las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Algunas cabañas también realizan de rutina el diagnóstico de otras enfermedades infecciosas, como paratuberculosis" agregó. La revisación clínica: una pieza clave para lograr buenos índices de preñez Asimismo, Burges destaca que para la revisación clínica de los toros por parte de un veterinario, las instalaciones deberían estar en óptimo estado para asegurar las condiciones de seguridad del personal y los toros. Durante la misma se evalúa: condición corporal; estado clínico general; aparato locomotor (aplomos, articulaciones, pezuñas, etc.); edad (por cronología dentaria); ojos; órganos genitales externos (testículos, epidídimo, pene y prepucio) y órganos genitales internos (vesículas seminales) mediante palpación transrectal. Además, se realiza el diagnóstico de brucelosis, tuberculosis y ETS mediante "raspaje" prepucial. "Es pertinente remarcar que las ETS aún tienen una prevalencia considerable en nuestra región, provocando una disminución del porcentaje de preñez de un 15-25% o más y una inversión en los porcentajes de cabeza, cuerpo y cola de parición: pueden pasar de un 60-30-10 % a un 20-40-40 %, aproximadamente, con las consecuencias en el peso de los terneros al destete que eso conlleva" resalta Gual. Manejo pre-servicio "Los toros deben entrar a servicio con una condición corporal de 3,5 (escala 1 a 5). No es aconsejable una condición corporal superior a 4 porque los toros obesos sobrecargan los miembros posteriores durante el salto, haciéndolos más propensos a lesiones podales y de columna. Además el toro debe recorrer el potrero y detectar las vacas en celo, un exceso de "gordura" no es recomendable para esta actividad" aclara Burges. Y agrega que el excesivo engrasamiento tiene un efecto nocivo sobre la función reproductiva al afectar la termorregulación testicular por la grasa depositada a nivel escrotal afectando en forma directa a la calidad seminal. Por otro lado, Gual destaca que los toros son también susceptibles a los parásitos, tanto internos como externos, por lo que hay que monitorear constantemente estas enfermedades. Además, deben ser vacunados contra carbunclo (obligatoria) y enfermedades reproductivas como campylobacteriosis y leptospirosis. Manejo durante el servicio Para cerrar, los profesionales comentan que la observación durante el servicio es esencial porque se pueden identificar lesiones en los órganos genitales externos y en el aparato locomotor, presencia de toros dominantes que no dejan montar a otros, etc. "Para evitar problemas de dominancia y peleas se deben formar grupos de toros lo más homogéneos posible: los toros astados tienden a dominar a los mochos, los europeos (Bos taurus) a los cebúes (Bos indicus) o cruza, los adultos a los jóvenes y los de mayor peso corporal a los de menor peso. Y una vez formados los grupos es aconsejable realizar los menores cambios posibles para evitar que se generen peleas entre toros para establecer el orden de dominancia" aconseja Burges. Y concluye "recomendamos la implementación de estas prácticas en los establecimientos de cría bovina, no sólo para garantizar un mayor rédito económico, sino también para facilitar el manejo del rodeo".