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Estado de los cultivos de maíz y soja  
En el sudeste bonaerense en el inicio del verano llovió por debajo de la media histórica, lo que trajo aparejado niveles de estrés importantes en los cultivos. Profesionales del INTA Balcarce hacen un repaso del estado actual de los cultivos de verano. La campaña de cosecha gruesa 2016-17 en el sudeste bonaerense se caracterizó por las escasas precipitaciones ocurridas durante el final de la primavera y el inicio del verano. Las lluvias se ubicaron muy por debajo de la media histórica lo que condujo a niveles de estrés hídricos considerables. Esta situación comenzó a revertirse hacia finales del mes de Enero. Maíz El Ing. Anibal Cerrudo, profesional del INTA Balcarce, comentó "el cultivo de maíz, para lo que es el sudeste de la provincia de Buenos Aires, sufrió en algunos casos niveles de estrés importantes. Este fue el escenario hídrico que marcó el ritmo de esta campaña". El profesional comentó que el maíz sembrado temprano, durante la primera quincena de octubre, transitó todo su período crítico de floración bajo un nivel de estrés significativo. Este período es fundamental porque durante el mismo se define los granos por espiga, y para estas fechas de siembra, se ubica desde mediados de diciembre hasta mediados de enero. "Este nivel de estrés se revirtió, en términos generales, a fines de enero. No obstante, para las fechas tempranas de siembra, a pesar de las lluvias registradas, los cultivos presentaron espigas chicas por el reducido números de granos que se establecieron alrededor de floración". Sobre las siembras tardías de maíz, el investigador expuso que se están adoptando cada vez más, e indicó "para estos casos, de siembras de hasta el 20 de noviembre en el escenario planteado en esta campaña, los cultivos de maíz están llegando a floración en estos días. El período crítico de estos cultivos coincide con mayor oferta de agua y menor demanda atmosférica". El profesional comentó que estos maíces tienen, todavía, mayor posibilidad de presentar espigas considerablemente buenas, aunque todavía falta completar el crecimiento, y concluyó "en las siembras tardías el maíz va a presentar mayores contenidos de humedad en cosecha y es un factor importante a tener en cuenta. Soja Para el cultivo de la soja, el profesional expuso que el período crítico está más allá de floración, momento donde se empiezan a fijar el número de vainas y granos por vaina. "Hoy estamos en el período crítico de la soja. Si bien la soja de primera tuvo un estrés importante en etapas vegetativas, en las etapas reproductivas las condiciones están siendo en general favorables por lo que hay probabilidades de alcanzar buena cantidad de vainas y granos por vainas" y prosiguió "hay que ver cómo evoluciona el clima y otros factores que afectan al cultivo como son las enfermedades y los insectos". Sobre la siembra de soja de segunda, el investigador comentó que el tema es más complicado. En su análisis destacó que el cultivo se tuvo que establecer sobre un cultivo de fina que dejó un suelo extremadamente seco. "La soja de segunda sufrió al inicio y vegetó con poca humedad, costándole cubrir el surco. Pero es un cultivo que está en etapa menos avanzada de desarrollo" comentó Cerrudo, y recalcó "hay que ver cómo evoluciona el año en cuanto a lluvias, temperatura y la fecha de la primera helada" Por su parte la Lic. Marina Montoya, del INTA Balcarce, indicó "las observaciones realizadas en algunos lotes de soja de primera, que soportaron el clima imperante, quedaron bastante chicas de porte ya que sufrieron mucho la sequía". La profesional comentó que este cultivo está floreciendo más retrasado que la floración normal, y que ni siquiera ha llegado a cubrir el entresurco. "La buena noticia es que las lluvias llegaron en el momento oportuno y, dado que la soja tiene esa característica de poder compensar, pueda aprovecharla y se pueda recuperar. Es el momento en que hay que empezar a monitorear las enfermedades" explicó la profesional. La investigadora declaró que las plantas de soja estuvieron relativamente sanas. Que se vieron lotes bien verde, con el área foliar muy saludable. Esto es porque la sequía obstaculizó el desarrollo de enfermedades o han sido poco notables. "Con las precipitaciones hay factores de riesgo que hacen que puedan, a partir de este momento, empezar a desarrollarse alguna enfermedad". Montoya puntualizó que para que se desarrolle las enfermedades debe cumplirse algunos requisitos como, por ejemplo, el lote está con rastrojo de soja, que hayan estado enfermas, de temporadas anteriores. "El hecho de que esté el entresurco sin cubrir por completo hace que haya probabilidades que las lluvias salpiquen e inoculen algunas enfermedades" comentó la investigadora y concluyó "semilla y rastrojos son la fuente de inóculo responsable de la mayoría de las enfermedades que afectan a la soja y hoy debemos empezar a vigilar".