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Brucelosis ovina: cómo prevenirla  
Se acerca el otoño y por consiguiente la temporada reproductiva de los ovinos. Por ello desde el grupo de Sanidad Animal de INTA Balcarce proponen una serie de recomendaciones para controlar las infecciones causadas por la bacteria Brucella ovis, enfermedad que produce epididimitis entre otros signos, que puede llegar a causar una reducción de las pariciones de entre 15 a un 30%. La bacteria Brucella ovis es el agente causal más importante de la epididimitis infecciosa de los carneros y se encuentra dentro de la lista de las enfermedades de notificación obligatoria de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE). Según el Dr. Fernando Paolicchi, profesional del Grupo de Sanidad Animal del INTA Balcarce, esta enfermedad está distribuida mundialmente y a diferencia de la Brucelosis bovina o caprina, no es zoonótica (enfermedad que puede transmitirse de animales a humanos). De acuerdo con la Dra. María Fiorentino, integrante del grupo de Sanidad Animal, la brucelosis al volverse crónica produce lesiones que pueden palparse principalmente en la cola del epidídimo (perilla), con la consiguiente producción de semen de mala calidad, caída en la fertilidad y consecuentemente reducciones de un 15 a un 30% de las pariciones. "Sin un control sanitario reproductivo adecuado, el objetivo del productor - que aspira a obtener el mayor porcentaje de sus ovejas preñadas- puede no lograrse, principalmente si hay antecedentes de epididimitis en la majada", subrayó. Palpación y medición de circunferencia escrotal en un carnero adulto raza Texel. Sin embargo, el especialista recalcó que los carneros no pierden la libido y no presentan una signología muy específica. Al detectarse estas anomalías durante la palpación clínica, los carneros deben ser descartados, perdiendo animales de alto valor reproductivo y genético. Además agregó, que esta enfermedad puede provocar el nacimiento de corderos débiles y abortos esporádicos a término de la gestación. A su vez, el Dr. Germán Canton y el Med. Vet. Carlos Flores Oivares explicaron que los carneros pueden infectarse durante 2 períodos: en el pre servicio o durante el servicio. En el pre servicio el contagio se produce entre carneros debido a una demostración de jerarquía con episodios de sodomía (monta entre machos), olfateo y lamido prepucial. La segunda forma, ocurre durante el servicio cuando la hembra sana actúa de forma pasiva como intermediaria de la infección entre 2 o más machos, agregó. ¿Cómo prevenir la enfermedad? Para su prevención Paolicchi recomendó tener un programa donde un médico veterinario realice, de forma anticipada a la época de "encarnerada", una revisación clínica que consta de la palpación genital, la medición de circunferencia escrotal y exteriorización del pene. A su vez, señaló que durante esta revisación se buscan anormalidades como orquitis y/o epididimitis (lesiones en testículos o epidídimo), además de lesiones en pene como fimosis o parafimosis. Aclaró que, si bien estas últimas no son producidas por B. ovis, no son características deseadas para un buen reproductor. También agregó, que hay que tener en cuenta que no todos los animales infectados van a presentar lesiones, ni todos los carneros con lesiones van a ser positivos a B. ovis, ya que se debe tener en cuenta que estas pueden ser producto de otras infecciones bacterianas del tracto reproductivo. Por tal razón, los profesionales afirmaron que es altamente recomendable realizar un sangrado al total de los carneros para realizar alguna de las pruebas Cola de epidídimo derecho aumentado de tamaño (1), firme al tacto y con contorno anormal. serológicas disponibles (ELISA, Fijación del complemento o Doble inmunodifusión en Agar). Se aconseja hacerlo 2 meses antes de la temporada reproductiva, ya que en caso de tener animales positivos, el productor dispone del tiempo suficiente para descartarlos y poder adquirir nuevos carneros sanos a los que se recomienda realizar sangrado y palpación escrotal antes de incorpóralos a la majada. Además agregaron, que es deseable repetir la revisación clínica y sangrado de los animales culminada la época de servicio (30-45 días) para prevenir los contagios que se producen posteriormente entre machos. Para cerrar los profesionales del grupo de Sanidad Animal de INTA Balcarce destacaron la importancia de realizar un manejo preventivo de la enfermedad, evitando así pérdidas económicas. "Realizar la palpación y el diagnóstico serológico a tiempo es ganar tranquilidad para el futuro. Y es imprescindible que el productor siempre cuente con un Médico Veterinario asesor con experiencia y envíe sus muestras a un laboratorio de confianza", concluyó Paolicchi.