LUJAN Y PATRICIA LE SIGUEN
DANDO UN TERNERO POR AÑO
En
momentos donde la ganadería tanto de producción de leche como de carne se
encuentra en dificultades, la forma más eficiente de contrarrestar las mismas
es precisamente aumentando la productividad de las hectáreas destinadas a la
producción. La interacción de genética y
ambiente es la base de todo rendimiento para cualquier cultivo en el cual se
produzca materia seca, se presente esta bajo la forma de granos o de forrajes.
Y el rendimiento es la base de los ingresos obtenidos en cualquier explotación.
El arte pasa por lograr el mayor rendimiento de la manera más eficiente
posible.
Yendo al ámbito de la producción de forrajes,
la alfalfa es la forrajera por excelencia, dada su ideal combinación de calidad
y cantidad de materia seca por hectárea implantada. La interacción de genética
y ambiente se ve maximizada por la posibilidad de optar por distintos grupos de
latencia invernal o GLI, lo que hace que el cultivo se vea menos expuesto a
situaciones de stress térmico por heladas importantes.
Los GLI mas utilizados en nuestro medio van
del GL IV al GL IX, siendo los primeros mas utilizados en la zona sur del país
y los últimos mas utilizados en zonas donde la frecuencia de heladas no es
determinante en la producción de pasto. Cada uno de estos grupos de GL tienen o
tuvieron variedades de referencia dada su nivel de producción, adaptación a
nuestro medio y costo de implantación. Pero las mismas están siendo superadas
por el avance genético logrado en los últimos años. Ejemplo de esto son las
nuevas variedades obtenidas por el INTA y Produsem S.A. en los últimos años.
Así Monarca, variedad del GL VIII se vio ampliamente superada por
Súper Monarca. En el caso del GL VI, la variedad de referencia fue Victoria, la cual está siendo superada
con amplitud por dos variedades de nuevo desarrollo como ProInta Luján y ProInta
Patricia.
Ensayos realizados en la red de evaluación de
cultivares de INTA, en 32 ambientes diferentes, que van desde Villa Mercedes
hasta Concepción del Uruguay, marcan un diferencial productivo importante con
respecto a variedades de anterior desarrollo. (En la tabla se muestran solo las
localidades mas importantes)
Evaluaciones realizadas a partir del año 2006
muestran la misma tendencia productiva, aunque hay que tener en cuenta que
fueron años más secos que los anteriores.
Las diferencias de producción para los
primeros cuatro años del ensayo fueron los siguientes:
Variedad
|
Empresa
|
Prom. 2002-2005
|
Dif. en % con Victoria
|
Dif. en Kgs. de MS por año
|
Dif. En Kgs. De Carne por año*
|
Prom. 2006 - 2008
|
Dif. en %
|
Dif. en Kgs. de MS por año
|
Dif. En Kgs. De Carne por año*
|
Patricia
|
Produsem
|
54.69
|
+ 20%
|
2280 Kgs.
|
228 Kgs.
|
26.83
|
14.5%
|
1133 Kgs.
|
113 Kgs.
|
Luján
|
Produsem
|
52.47
|
+ 15%
|
1725 Kgs.
|
172 Kgs.
|
26.47
|
13%
|
1013 Kgs.
|
101 Kgs.
|
Victoria
|
Varias
|
45.57
|
|
|
|
23.43
|
|
|
|
*Tasa de conversión considerada 10:1
Los resultados mostrados mas arriba son
concluyentes en cuanto a lo que refiere a ganancia genética en la producción de
pasto y por lo tanto carne por hectárea. Por lo tanto se puede ganar entre U$S
200 y U$S 100 por hectárea extra, lo que lleva a una reducción del costo de
kilogramo producido y a un aumento de la rentabilidad del sistema productivo.