En la decisión de implantación no solo debe tomarse
en cuenta el costo de la semilla, sino también la productividad y persistencia
de la variedad a lo largo de la vida útil de la pastura.
El cultivo de alfalfa es sin dudas uno de los que muestran mayores
avances genéticos y de manejo productivo. Base pastoril de la producción de
leche y carne, presenta la combinación exacta entre calidad de forraje y
cantidad de materia seca producida.
Este cultivo al ser perenne y perdurar en pasturas por lo menos
durante cuatro años, la evaluación de variedades nuevas a ser introducidas
lleva un análisis de por lo menos cinco
años en diversas zonas del país, evaluando las diferentes condiciones productivas
para cada ambiente durante el tiempo antes mencionado.
El INTA, evalúa en la Red de Evaluación de Cultivares de Alfalfas el
comportamiento de las distintas variedades presentes en el mercado,
agrupándolas por Grado de Reposo Invernal y evaluando la producción dentro de
cada año y la producción entre los distintos años que el ensayo se lleva a
cabo, como así el porcentaje de Persistencia de las diferentes variedades a lo
largo de la vida útil de la pradera.
La elección de las variedades a utilizar para la siembra de alfalfas,
ya sea puras o consociadas con otras especies forrajeras es de fundamental
importancia, ya que es una inversión importante que debe durar por lo menos un
ciclo de cuatro años, de manera tal de poder tener un balance forrajero adecuado
a lo largo de los años.
Oferta de Variedades según su Grado de Reposo Invernal (GRI)
Dentro de los GRI que se manejan en nuestro medio, los del grupo 5,6 y
7 son los más usados en la región de la pampa húmeda central. Presentan un GRI
intermedio, con buena adaptación según la relación entre el fenotipo y el
ambiente, que puede ir desde Córdoba hasta Hilario Ascazubi.
La productividad de Materia Seca por hectárea y su persistencia en los años son herramientas fundamentales en la toma de decisión de compra de una nueva
variedad ya que es la forma de poder disminuir el costo por kilogramo de
materia seca y por ende de carne o litro de leche más eficiente. Para este caso
Pro Inta Patricia y Pro Inta Luján, variedades desarrolladas por Inta
y Produsem S.A. , presentan un diferencial productivo con respecto a Victoria
SP Inta, cercano al 44% para la primera y un 37% para la segunda, según
surge de los ensayos realizados en el INTA Manfredi. Las cantidades extras de
materia seca producida para la medición realizada están cercanas a las 4 Tm.
Esto implica en promedio unos 400 Kgs. de carne extra por hectárea y por
año, para las condiciones ambientales dadas en el ensayo.
Similares comentarios se pueden establecer para el caso de las
variedades sin Grado de Reposo Invernal
(GRI 8,9 y 10). En este caso, ensayos llevados a cabo por INTA en la
localidad de Marcos Juárez muestran a Pro INTA Súper Monarca en el tope
productivo tanto para el año 2006, como en el análisis desde el año 2004 al
2008 en su comparación con Monarca SP INTA.
El siguiente cuadro es contundente en los resultados que expresa
Variedad
|
Año Ensayo
|
Materia Seca por Ha en TM
|
Persistencia en %
|
Dif. de Ms en % contra Monarca
|
Dif. de Ms en kg contra Monarca
|
Kilos de Carne extra
|
Pro Inta Súper Monarca
|
2006
|
19.95
|
79.9
|
+26%
|
4110
|
+ 400 Kgs.
|
|
2004-2008
|
91.34
|
79.3
|
+ 11%
|
8840
|
+ 900 Kgs. (180 Kgs. promedio por año
|
Pro Inta Mora
|
2006
|
18.97
|
73.9
|
+ 20%
|
3130
|
+ 300 Kgs.
|
|
2004-2008
|
88.39
|
74.6
|
+ 7.1%
|
5890
|
+ 600 Kgs.(120 Kgs. promedio por año)
|
Monarca SP Inta
|
2006
|
15.84
|
51.7
|
|
|
|
|
2004-2008
|
82.50
|
52.2
|
|
|
|
Fuente: Avances en alfalfa. Ensayos territoriales. INTA
Estación Marcos Juárez, Año 18, Nº 18, Noviembre de 2008.
Conclusiones.
El convenio realizado entre el INTA y Produsem S.A., permite
ofrecer al mercado forrajero nacional las variedades de mejor comportamiento para
las zonas productivas lechera y carnicera de importancia de nuestro medio. Las
diferencias productivas que se siguen manifestando a lo largo de los años de
ensayos así lo demuestran tanto para los GRI intermedios como para aquellas
variedades sin reposo invernal.
Es importante destacar que el costo de una pastura no solo debe ser
evaluado en su relación con el costo inicial por
hectárea, sino también en lo referido a la productividad de la misma en materia
seca o en su defecto en kilogramos de carne o litros de leche logrados y a su
persistencia, ya que un año más de duración de la pastura representa una
disminución muy importante de su amortización anual. Este análisis permite
disminuir el costo por kilo o litro producido, que es en definitiva lo que tenemos
que buscar para eficientizar los ciclos
productivos ganaderos.
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