En el marco del Programa Pro-Huerta desde la Estación Experimental Cuenca del Salado se impulsan acciones para incluir a la población mediante diversas actividades que se articulan con instituciones y organismos de bien público que operan en áreas sociales. La tarea con enfoque territorial en la región se orienta a "crear y consolidar espacios que permitan la articulación interinstitucional, el armado de redes locales y el fortalecimiento del equipo de trabajo" y su objetivo es "mejorar la seguridad alimentaria de la población urbana y rural incrementando la disponibilidad, accesibilidad y variedad de alimentos mediante su auto producción y aprovechamiento en huertas y granjas". Como parte de los trabajos que realizan los técnicos de la Agencia de Extensión Rural Las Flores de la Estación Experimental Cuenca del Salado del INTA, a través del Programa Prohuerta, en el año 2016 iniciaron un emprendimiento de producción hortícola comercial con ex empleados de una fábrica textil que cerró. En este proyecto de carácter interinstitucional confluyeron además referentes del Área de Producción de la Municipalidad de Las Flores, como también la Escuela de Educación Especial Nº501 y su cooperadora, ofreciendo un espacio para el desarrollo de las tareas. Desde entonces "el Programa Prohuerta de la AER Las Flores realiza la planificación y el seguimiento, incluyendo el aporte de insumos como bandejas de siembra, sustrato y materiales utilizados en la siembra", explican sus técnicos. En el plano productivo la iniciativa "facilita el desarrollo de capacidades técnicas para producir hortalizas, promoviendo la toma de conciencia del ahorro que supone no tener que comprar esos alimentos y el valor de integrarlos a su dieta favoreciendo una alimentación variada y saludable". El Proyecto contempla la permanente capacitación de los actores involucrados. De este modo los horticultores que participan han tenido actividades de formación relacionadas a la huerta y el vivero, como también talleres de armado y manejo de invernáculos. "El primer año se implantaron tomates redondos, lechuga y berenjena, generando recursos económicos al comercializar la producción", comentan los técnicos de la AER Las Flores. "Durante el transcurso de 2018 se realizó el abonado de suelo completo y un barbecho de invierno para posterior implantación de especies de verano". Además "se sembraron 6 variedades de tomates, siendo la principal la variedad UCO 18 M INTA; que es un material desarrollado por el INTA La Consulta; enfocada en el desarrollo y obtención de variedades no híbridas, con características adecuadas para la producción diferenciada, lo que significa un gran aporte para la actividad de los pequeños productores". Las semillas "fueron compradas a través de la Agencia local a la Cooperadora de La Consulta quien comercializa estos materiales", indican los referentes de la AER a cargo de la huerta en Las Flores. En relación al material UCO 18 M INTA "sus características morfológicas la definen como una planta indeterminada, con muy buena cobertura de follaje, frutos redondos y de muy buen color". Presenta una maduración escalonada y permite la cosecha a los 110 días de trasplante". Esta variedad "es resistente a la peste negra del tomate (Tomato spotted wild virus -TSWV-) y se adapta a condiciones de invernadero o bajo mallas". Su conducción de cultivo "requiere empalado y poda, alcanzando un peso promedio de fruto de 180 gramos y 5,3 °Brix". Según los especialistas del INTA han desarrollado estas nuevas variedades, principalmente para los mercados de cercanía, donde el producto se cosecha y vende rápidamente: "Al recolectar frutos al estado maduros firmes el consumidor puede apreciar en mayor medida, los caracteres de sabor y aromas".