Esta semana se llevó a cabo un encuentro organizado por ADBlick agro donde se reflexionó acerca de las oportunidades que se están abriendo para invertir en energías renovables y los desafíos que tiene esta industria en Argentina de cara a los próximos años. El evento contó con la presencia un panel compuesto por el Presidente de SAESA, Juan Bosch; la Consultora Nacional y Coordinadora de estrategias bioenergéticas de FAO Argentina para el proyecto PROBIOMASA, Mariela Beljansky y el Socio Gerente en Lignis SA, Máximo Gauto que compartieron su visión acerca del potencial de dicha industria en nuestro país. A lo largo del encuentro se habló sobre las puertas que se abrieron con el lanzamiento del Programa RenovAR, iniciativa que lanzó el Gobierno para reunir proyectos de generación eléctrica en base a energías renovables. Este contexto generó un marco, con contratos de largo plazo que atrajo a inversores de todo el mundo. "A las habilidades o recursos con los que uno cuenta, y que muchas veces vienen dados, debemos generarles un marco para que expresen su potencial" señaló José Demicheli, Director General de Adblick Agro. Juan Bosch comenzó su exposición contando una breve reseña de lo que fue el mercado privado de energía en ciertos momentos de la Argentina y aseguró que históricamente fue un generador muy eficiente, tomado como ejemplo por otros países. "Hoy se vuelve a hablar de energía y esto es muy importante porque en nuestro país hay mucha demanda, es un recurso muy costoso y la oferta en los meses de invierno se vuelve muy ineficiente". Al respecto explicó que las energías renovables aparecen como una alternativa prioritaria en la agenda del gobierno que además de contar costos competitivos, ofrece beneficios adicionales. Agregó además que "se trata de un tema que no presenta debate a nivel político. Todos los sectores coinciden en la importancia de promoverla por lo que la industria está inmersa en un marco de reglas de juego que generan previsibilidad". A continuación, Beljansky explicó que la iniciativa del Ministerio de Agroindustria y del Ministerio de Energía y Minería, con la asistencia técnica de la FAO, buscan incrementar la producción de energía térmica y eléctrica derivada de biomasa para asegurar un creciente suministro de energía limpia, confiable y competitiva, a partir de residuos y subproductos de la actividad agrícola, ganadera y forestal. De esta manera se apunta a estimular el desarrollo regional y contribuir a mitigar el cambio climático. Entre sus principales beneficios, Beljansky señaló que la bioenergía tiene la capacidad de capturar los gases del efecto invernadero que ya están en el ambiente, genera empleo en todo el país y mejora notablemente la eficiencia de las cadenas de producción. "El agro y la forestación generan un alto porcentaje de desperdicio residual que ahora pasa a ser un recurso que puede generar valor agregado". Al mismo tiempo señaló que, a partir del G20, Argentina tiene importantes metas que cumplir para mitigar el cambio climático. "El mundo está haciendo grandes esfuerzos por descarbonizar y los principales mercados buscan proveedores que trabajen bajo los mismos lineamientos". Gauto por su parte, explicó que a nivel nacional hay grandes esfuerzos y recursos comprometidos en incrementar la generación de energía con fuentes renovables y su almacenamiento. A lo largo de la charla explicó cuáles son las diferencias entre la biomasa y otras fuentes de generación de energía verde, como la eólica y la solar, a las que se califica como intermitentes "Hay biomasa residual prácticamente en toda la Argentina, y en aquellos lugares donde es escasa, la podemos generar" aseguró el especialista. A su vez compartió ejemplos de cómo en otros países se están diseñando sistemas térmicos para el consumo hogareño a partir de este sistema. "Como sociedad tenemos deudas y aspectos a mejorar desde un perfil económico, pero sobre todo, necesitamos trabajar en términos de rentabilidad social. La biomasa es una promesa que cambia la vida de la gente" y concluyó "ojalá podamos capitalizar las oportunidades que nos ofrece". Una vez concluidas las exposiciones, el equipo de ADBlick energías renovables presentó el fideicomiso que está suscribiendo bajo el marco del Programa RENOVAR 2, para desarrollar plantas que generen energía a través de la biomasa vegetal derivada del cultivo de maíz. Son proyectos "llave en mano", a los que se puede ingresar con un ticket minoritario para generar una renta anual en dólares que apunta a ser del 15%, con abastecimiento de biomasa asegurado y donde el mismo proyecto funciona como garantía del negocio (Project Finance). Para finalizar, José Demicheli, Director general de ADBBlick concluyó "la revolución verde que se vive en el país para generar potencia eléctrica implica un mercado en crecimiento, inmerso en un marco jurídico de previsibilidad y largo plazo garantizado por el respaldo y la seguridad que brinda el Plan RenovAr. En este sentido resulta fundamental un estado que fomente la inversión y las políticas e institucionalidad que incrementen la productividad. La competitividad va a venir de la mano de la inversión, de mejorar la productividad y de la excelencia operativa".