La Dirección Nacional y el Consejo Directivo agradecen por el compromiso, la responsabilidad y la tenacidad en el desempeño de las distintas actividades que realiza el personal. El INTA es cada uno de los agentes que lo componen y hacen posible que esta institución tenga reconocimiento a nivel mundial. Es por eso que, en su sexagésimo aniversario, ponemos en valor el aporte de cada uno de ustedes y decimos: ¡Feliz cumpleaños INTA! El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria surgió como respuesta a una propuesta elaborada a principios de 1956 por el economista argentino y secretario de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), Raúl Prebisch. El decreto ley que creó el organismo, sancionado por el gobierno provisional el 4 de diciembre de 1956, consignaba: "Créase el INTA para impulsar, vigorizar y coordinar el desarrollo de la investigación y extensión agropecuaria y acelerar con los beneficios de estas funciones fundamentales la tecnificación y el mejoramiento de la empresa agraria y de la vida rural". Seis décadas de trabajo en investigación y extensión se tradujeron en numerosos logros para el sector agropecuario y agroindustrial y que redundaron en una mejora en la calidad de vida de las familias argentinas. Además, a través de numerosos acuerdos internacionales, el organismo coopera con otros países, manteniendo un rico y fructífero intercambio. Asimismo, ha logrado vincular al sector público con el privado, desarrollando tecnologías que optimizan las actividades productivas y comerciales. Hoy, 60 años después de aquel hecho fundacional, puede señalarse que el INTA cumplió, cumple y cumplirá con la misión encomendada. Porque desde cada una de sus estaciones experimentales, agencias, institutos y centros que cubren la totalidad de las regiones del país, transfiere sus avances y conocimientos a los productores, logrando que estos sean competitivos, crezcan en un marco de equidad social y produzcan preservando el medio ambiente para futuras generaciones.