Esta dura frase lanzó el conocido "Momo" Venegas en diálogo con El Tribuno. Tiene 74 años, nació en el seno de una familia pobre y tiene otros siete hermanos. Trabajó desde chico y desde el 1991 está al frente de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre). Habla sin pelos en la lengua y está muy molesto con la política que aplicó el kirchnerismo con el campo. Consultado por el trabajo en negro en el sector, dice que "siempre rondó en un 45%", pero que hoy hay más porque los peones prefieren seguir en negro para cobrar los planes sociales. También pone el acento en que cuando los trabajadores manejaban el Renatea llegaron a tener 864 mil peones del campo registrados, pero desde que pasó a depender del Gobierno se perdieron los controles de altas y bajas. De cara al futuro, aseguró que los mercados internacionales deben volver a creer en el país. El campo en Salta está en una situación crítica y se van a perder fuentes de trabajo, ¿cuál es la situación que ustedes observan en todo el país? La situación de los trabajadores del campo, en todo el país, está difícil. Las economías regionales están todas en las mismas condiciones. Hay lugares en donde se está dando una pelea de pobres contra pobres. Esto se debe a que no hubo políticas de Estado y que el Gobierno eligió como enemigo al campo. El campo no necesita una mano, necesita que le saquen las manos de encima. La producción primaria está hoy en banca rota. En la provincia los productores hablan de hasta no sembrar por la crisis... No siembran porque no hay rentabilidad, porque no hay apertura de nuevos mercados. No pueden embarcarse en un riesgo climático, con una producción que no tiene mercado. Esto es lo que está pasando. Perdimos todos los mercados que tanto nos costó conseguir. Tenemos que acordarnos que en 2001 perdimos todos los mercados y luego tuvimos que restablecer esa situación. Acá lo primero que debe hacer el próximo gobierno es armar un Ministerio de la Producción y comenzar a ganar mercados, para las distintas producciones. "El campo no necesita una mano, necesitan que le saquen las manos de encima. La producción está en banca rota". ¿Tienen registro de peones suspendidos o despedidos? Los trabajadores de cosecha hacen la cosecha, pero si el productor no puede cosechar, porque carece de mercado, de fondos para pagar la cosecha, seguramente esos trabajadores quedarán sin trabajo. Nosotros tuvimos mucha caída de empleo en la fruta, en Río Negro y Neuquén. En la aceituna, en Catamarca y La Rioja. La actividad granaria, que es almacenamiento de grano, si bien no es un trabajo estable es a destajo, son jornales que perdieron. Cuando decimos que las economías regionales están quebradas, lo decimos sabiendo que los trabajadores perdieron su fuente de empleo. ¿Cómo están trabajando con el Gobierno nacional por los desempleados? Estamos trabajando para que les dé una ayuda a todos estos trabajadores que fueron despedidos. Si uno analiza, estas inundaciones de Buenos Aires también afectaron directamente a los trabajadores. ¿Cuáles serían las medidas que se deberían tomar para reactivar el campo? A este Gobierno no hay que pedirle nada, porque no hizo nada en 12 años. Creo que el próximo gobierno, que va a ser Macri, va a ser una inyección de optimismo. Van a volver los capitales y se va a poder poner al país en marcha. Lo que tenemos que hacer es poner una consigna: producir, producir y producir. Cuando hablamos de este tema hablamos de producir no solo alimento. Hay que ver todo el potencial que tiene Argentina: somos la primera reserva en litio, la segunda en gas, tenemos petróleo, agua y somos 40 millones de Argentinos. ¿Cuánto es el porcentaje de trabajo en negro en el agro? Siempre rondó en un 45%. Hoy quizás haya más de esa cifra, porque un trabajador que tiene un plan social, cuando va a tomar un trabajo, el mismo le dice al empleador que si lo registra se le cae el plan, por lo que le da al empleador la chance de que lo tome en negro. Esto es lamentable. Cómo toma que hubo tasas de crecimiento económico en la última década, pero que el campo no haya avanzado en esa línea. El país no creció, viene en caída libre. El campo está así porque el Gobierno lo tomó como enemigo y no lo dejó producir. Acá perdimos mercados en el mundo; en el sector de la carne y cereales. Ahora tenemos que volver a ganar la confiabilidad en el mundo, eso se logrará con un cambio de gobierno, si no ocurre eso el mundo nos seguirá mirando como nos mira. El único milagro que tuvimos en los últimos años es que el Papa sea querido por todo el mundo. ¿Cuántos trabajadores rurales tienen ustedes en sus registros? Cuando teníamos el Renatea llegamos a tener 864 mil trabajadores registrados. El Renatea era una institución que servía para pagar el fondo de desempleo y que también capacitaba a los peones. Hoy se transformó en una institución para pagar los sueldos de La Cámpora. Antes teníamos contabilizado trabajador por trabajador, pero al no tener el Renatea hemos perdido ese manejo de los trabajadores que hay activos. Antes tenían la libreta y estaban registrados, por lo que podíamos saber las altas y las bajas que teníamos. Sabiendo de esta difícil situación, ¿como es la relación con las entidades rurales? Con las entidades rurales tenemos buena relación, ya que con ellos discutimos salarios. El tema es que la está pasando mal todo el sector agropecuario. Usted dice que Macri es el único que tiene 13 puntos para el sector agropecuario, ¿cuáles son? Sacarle los ROES a los cereales, sacarle las retenciones a las economías regionales, porque cómo van a tener retenciones si están muertas. Además hay que bajar las tasas de retenciones en otros sectores. ¿Cuánto cobra un peón rural? Nosotros tenemos que empezar a discutir salarios y fijar el mínimo para el sector. En este momento está en 6.000 pesos con casa y comida, que eso significa unos 12 mil pesos de un trabajador de la ciudad. Tenemos que discutir y seguramente estaremos rondando un 30%. Si en 2008 se hubiera resuelto la pelea entre el campo y el Gobierno nacional, ¿la realidad sería otra hoy? El Gobierno tendría que haber seguido con la experiencia que venía desde 2002. Este gobierno no agarró un país en el infierno, este gobierno agarró un país con un 3% de inflación anual, con un dólar competitivo de $3,10 y una tasa de crecimiento del 6 o 7%. Al infierno nos llevaron ellos. Este gobierno tendría que haber seguido haciendo crecer el país con la producción y el desarrollo, pero eligió ponerle el pie encima al campo. ¿Por qué piensa que buscaron como enemigo al campo? Lo hicieron porque el campo les torció el brazo con la 125. Con eso ganó el país, pero esta gente es vengativa, no vino a gobernar, vino a robar la ilusión de los argentinos. ¿Cuál es su percepción a futuro? Creo que acá se termina este modelo de sometimiento, de pobreza e inseguridad. Se pone en marcha nuevamente la esperanza, las ganas de tener un país normal donde los argentinos podamos vivir dignamente. La inseguridad la combatimos con trabajo y educación.