El sábado 11, FAA organizó una nueva asamblea de productores en el sur de Mendoza, en la localidad de Bowen. Durante la misma, se cuestionaron las demoras en el segundo pago de la ley de labores culturales y se reiteró la defensa irrestricta de la ley provincial 7.722 que prohíbe la minería de carácter contaminante en tierra mendocina. La reunión se hizo en ruta 188 y calle 7, frente al predio ferial en el que se realizaba la Expocerdo, a la cual asistían el Ministro de Agroindustria provincial y demás funcionarios. Cabe recordar que en la semana previa, se habían presentado en la legislatura de dos proyectos mineros en etapa de exploración en las nacientes del río Atuel y del río Grande, afluente del Colorado. Sobre este tema, indicó el director Carlos Achetoni: “Ante nuestra presencia, la senadora Salvi del FPV por Malargue, dijo ‘permítannos contaminar un poquito” y el gobernador de Mendoza salió a respaldarla. Ambos proyectos se encuentran en áreas donde llamativamente todavía no se ha realizado el inventario de glaciares y la ley de protección de los mismos prohíbe desarrollar cualquier tipo de actividad hasta que se haya realizado el inventario”. El río Colorado, que se vería involucrado en una de estas iniciativas mineras, involucra a las provincias de Neuquén, Río Negro, la Pampa y Buenos Aires. “Claro que con el nuevo Código Civil poco importa el derecho al acceso a un agua pura, puesto que se ha cercenado este derecho”, protestó Achetoni, que informó que la asamblea decidió mantenerse en estado de alerta y movilización. El día jueves 16, a las 20:30 FAA convocará a una nueva reunión de productores en Bowen, adonde “se presentará un escrito para que respalden los productores las correcciones que se le elevaran a la Dirección de Agricultura y Contingencias Climáticas, respecto al Fondo Solidario Agrícola, dado que lamentablemente ya existen daños por heladas”, añadió Achetoni. Finalmente, el director de la Federación Agraria señaló que otros de los temas a analizar será el aumento del canon de riego que se cobra a los chacareros, pese a que hace cinco años que existe una emergencia hídrica con importantes faltantes de agua superficial para riego agrícola, lo que ha provocado que algunas plantaciones de frutales, vides y pasturas se hayan secado, o hayan tenido baja en la calidad y cantidad de lo producido.