incrementar el control de la producción, mantener un adecuado estado de las instalaciones y obtener alimentos inocuos resulta vital para cualquier empresa dedicada a la producción de alimentos. Es por eso que el Centro INTI-La Pampa y el Ministerio de Producción provincial llevan adelante el Programa para Implementación de Sistemas de Calidad en Empresas Agroalimentarias que ofrece asistencia y asesoramiento a emprendimientos de la región para instrumentar Buenas Prácticas de Manufacturas (BPM).
Dado que las BPM son los requisitos mínimos exigidos en el mercado nacional e internacional en lo relativo a prácticas higiénicas y formas de manipulación de los alimentos, la puesta en práctica de dicho Programa no solo permite su instrumentación, sino que provee a las empresas de una base estructural para implementar otros sistemas de gestión de la calidad de mayor complejidad, como Análisis de Peligros y Control de Puntos Críticos (HACCP) e ISO 22000.

En la primera edición del Programa se inscribieron 40 empresas pampeanas de las cuales, luego de realizarse diagnósticos de situación con respecto a las BPM, se seleccionaron 20 empresas, para incorporarse finalmente las que estaban en condiciones de ingresar: ocho en la primera edición y cinco en la segunda.

"Desde nuestro Centro y junto al Ministerio de la Producción de la provincia, se acompañó a estas empresas durante todo el programa, asistiéndolos en la redacción de los manuales de calidad y en el proceso de implementación de las BPM”, explicó Jésica Fernández, referente del Centro INTI-La Pampa, que llevó adelante el Programa luego de que el Centro INTI-Cereales y Oleaginosas de 9 de Julio se lo transfiriera.

“Cuando la empresa implementa un sistema de gestión de calidad la tarea no está concluida, no es algo estático”, indicó por su parte Belén Paesani de INTI-La Pampa. "Es un trayecto en el que hay que seguir trabajando día a día para que el sistema no pierda efectividad, para evitar el desorden y la improvisación; es el camino de la mejora continua”, agregó la especialista.

Una empresa familiar que logró ventas en todo el país

Un caso paradigmático es la empresa El Gallego, emprendimiento familiar de tres hermanos que empezó a trabajar con elaboración de chacinados y que actualmente se encuentra habilitado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) para comercializar sus productos en todo el país. Dicha empresa participó de la segunda edición del programa concluyendo el proceso de implementación de BPM que estaba llevando a cabo desde la obtención de su habilitación.

“Nuestra intervención ayudó a ordenarlos y permitió que se organicen en la producción. Dado que la empresa logró la habilitación de tránsito federal, están cambiando de escala abruptamente. Pasaron de una elaboración menor a una magnitud mayor para salir a todo el país", destacó Jésica Fernández.

“Desde que el INTI fue a realizar el taller de capacitación a nuestra localidad nos sirvió muchísimo”, afirmó Cristian González, uno de los dueños de la empresa que, junto a sus dos hermanos, crecieron en la carnicería con su padre y hoy llevan adelante la planta productora de chorizo seco, morcilla, mortadela y longaniza. "Aprendimos las causas de nuestros problemas de secado, de los procedimientos, y los técnicos nos mostraron cómo podíamos resolverlos”, señaló el productor de Jacinto Arauz, el pueblo de Favaloro, quien destacó que están avanzando en la implementación de las normas de calidad "junto con el INTI para tratar de crecer día a día y representar a La Pampa en todo el país”.