Este sábado 25 de enero, Agricultores Federados Argentinos realizó en la ciudad de Rosario su 81º Asamblea Anual Ordinaria. El presidente de Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, participó del encuentro y fue uno de los oradores en el acto de apertura. También estuvieron presentes el secretario Gremial, Omar Príncipe, y la secretaria de Juventud, Evangelina Codoni. A continuación, transcribimos el discurso completo del titular de FAA en dicha ocasión:

"Queremos valorar a la conducción de AFA que, tal como sucedió durante los festejos de sus 80 años de vida el año pasado, en esta asamblea no nos da la espalda ni se olvida de su entidad madre, sabiendo que en algunas ocasiones dicha actitud le ha traído algunas dificultades. AFA sigue reconociendo y manteniendo este lazo con la FAA, cosa que no siempre sucede en otros ámbitos federados.

En el 2011 dijimos que teníamos que tener una actitud de resistencia frente al modelo económico y político. Cristina Fernández de Kirchner tenía el 54 % de los votos, pero nosotros seguíamos afirmando que este modelo nos exterminaba.
Durante la sequía del 2012 no hubo atención por parte del gobierno nacional. En ese año también el deterioro de la calidad de vida de la gente se fue profundizando, se evidenciaban síntomas de creciente autoritarismo y de avasallamiento de la calidad institucional.

Podríamos seguir enumerando muchas más cuestiones que fuimos marcando, denunciando y haciendo en estos últimos tiempos, hasta que el 27 de octubre la sociedad nos dio la razón. Dos de cada tres argentinos eligieron candidatos de fuerzas políticas que no pertenecían al oficialismo. Evidentemente algo se estaba haciendo muy mal, se generó un gran descontento en la sociedad y particularmente en nuestro sector.
Más útil que recorrer todo ese proceso y dar los argumentos por los que durante ese tiempo decíamos que debíamos resistir al modelo de concentración, exclusión y desaparición de productores agropecuarios a lo largo y ancho del país, me parece que es centrarse en la coyuntura de los últimos días.

En estas horas me ha tocado tener un alto requerimiento periodístico porque el dólar fue la gran noticia, y seguramente será inquietud de muchos de los que estamos hoy acá. Tenemos que ver en qué país nos vamos a levantar el lunes que viene. Y los agentes mediáticos que actúan como boletines oficiales del gobierno, nos quieren imponer la idea que debemos estar de acuerdo y apoyar la modificación del tipo de cambio. Debemos ser muy cuidadosos y claros en nuestros conceptos.

Vemos con preocupación que livianamente el ministro Casamiquela diga que esta medida beneficia al sector pero nosotros tenemos que decir que esto es una mejora parcial para alguna parte de los productores.

Que Capitanich y Kicillof hayan dicho que los que quieran comprar dólares iban a poder hacerlo, todavía hay que verlo, porque no creo que sea tan fácil. Por lo menos reconocen que se estaban equivocando.

Supuestamente, con un dólar alrededor de los 8 pesos, el ‘campo’ es el beneficiario. Evidentemente es más fácil una mentira simple que una verdad complicada, porque los insumos, los repuestos de las maquinarias, los fertilizantes, agroquímicos, están todos con precios fijados en dólares, entonces, no podemos decir que ganamos con esta medida.

Si hablamos de economías regionales, tenemos que decir que tenemos dólares caros para pagar insumos pero vendemos en pesos a un mercado interno que cada vez tiene menos capacidad de consumir porque el proceso inflacionario fue grande. Por lo tanto, la enorme mayoría del ‘campo’ ve los beneficios sólo por televisión.

Por ejemplo, el 13 de enero, el ministro de Economía anunciaba la liberación de 500 mil toneladas de trigo, lo cual representa solamente 15 barcos, muy poco, y además, la exportación no la hace AFA, ACA o FECOFE, la llevan adelante los mismos de siempre, los que hacen los negocios más importantes con este gobierno: las multinacionales de exportación. Por lo tanto, los productores trigueros no ven ningún beneficio. Los productores de maíz no están con un panorama distinto a ese, y los productores sojeros que tengan reservas, tampoco son demasiados.

Si no se revisa el tema de las retenciones vamos a estar en un proceso más acelerado de concentración, porque ‘mientras llueva sopa algunos van a atajarla con fuentones y otros lo haremos con cucharitas’. Eso tiene relación con las proporciones de hectáreas que puedan trabajar algunos en comparación con las que trabajamos quienes estamos aquí, que somos medianos y chicos.
La capacidad de consumo del mercado interno, con sueldos básicos muy bajos y con una inflación de, por lo menos, un 30 %, es cada vez menor.

Lo que podemos afirmar es que con la sola modificación del tipo de cambio no alcanza para decir que estamos frente a una política distinta. Es necesario un criterio económico mucho más amplio, hace falta avanzar sobre las tasas de interés que han aumentado muchísimo, el financiamiento es caro y de corto plazo, y los productores se han ido endeudando a causa de factores económicos y climáticos.

Hace falta revisar esto que ha hecho el Banco Nación de cortarle el financiamiento a los productores sojeros para que vendan su producción, siendo que los saldos son muy similares a los existentes el año pasado a esta altura. La realidad es que el que tiene soja y no la vende, es porque no confía en el escenario económico y político actual.

Hay que revisar los grandes temas de la economía: superávit fiscal y comercial, proceso inflacionario, subsidios a empresas de energía y servicios públicos. Hay que rever ese ‘capitalismo de amigos’ que ha generado que se emita una cantidad enorme de divisas para poder sostener esos subsidios.

Se debe revisar el Impuesto a las Ganancias porque tenemos una base imponible fijada hace casi 20 años, y el pago de Ganancias más los anticipos, nos vuelve locos a la mayoría.

Pareciera que van a devolver el IVA que hace un año y medio que tiene AFIP. Omar Príncipe, secretario Gremial de FAA, ha hecho una gestión importante, y como resultado, estarían aplicando una segmentación para devolverle ese impuesto en febrero o marzo a aquellos que siembren 200 hectáreas.
Esta semana participé de reuniones en General Lagos, en Santa Teresa y en Godoy. En todos lados la preocupación es la misma: falta de financiamiento y baja rentabilidad. Hay un proceso de endeudamiento a corto plazo con alta tasa de interés, con proveedores, cerealistas y cooperativas. Y con respecto a la rentabilidad, aunque muevan el tipo de cambio, si no hay un tratamiento diferenciado en retenciones, en el segmento de los productores más vulnerables, la situación será cada vez peor. En las distintas reuniones la gente empieza a manifestar la necesidad de hacer más visible el reclamo, no quedarse quietos.
Claramente hay muchas cuestiones que se pueden resolver. Con el dólar a $ 8,30 y la soja a 480 dólares, hoy podría valer 4 mil pesos una tonelada de ese cultivo, pero sin embargo, nos están pagando 2.600. Es decir, nos sacan 1400 pesos. Cada mil quintales, nos están quitando 140 mil pesos. Qué distinta sería la realidad si se segmentara y bajo las 500 toneladas hubiese retenciones cero. Cuánta plata más tendría el pueblo en su bolsillo.

El presidente de la comuna de Montes de Oca, mientras participábamos del campamento de la Juventud federada, me decía que de esa localidad se van 60 millones pesos por año y que del Fondo Sojero recibe 180 mil pesos. Si hubiese retenciones segmentadas, si se devuelve el IVA, si se modifica el Impuesto a las Ganancias, quienes ganarían serían los pueblos. Por eso es que no nos podemos quedar quietos, tenemos que actuar sobre estas cuestiones y reclamar ante quienes corresponda.

Y en este marco, las organizaciones tenemos un rol central. Necesitamos que AFA sea cada vez más fuerte y que continúe haciendo cosas en beneficio de los productores porque es parte del rol que necesitamos que cumpla. También precisamos gremios fuertes desde los que podamos cuestionar, reclamar, proponer, y desenmascarar las mentiras que, por ejemplo, este gobierno ha mantenido. Se dicen pertenecientes al campo popular y progresista pero pagan a Repsol 8 mil millones de dólares, ofrecen al Club de París 9.500 millones, o les dan los negocios a las multinacionales de exportación.

Para seguir denunciando estas cuestiones es que necesitamos hacer entre todos un gremio fuerte, de la misma manera que hacemos una cooperativa fuerte.
En esto no puede haber contradicción y quiero dejar como mensaje final lo que decía el Martín Fierro: ‘Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera, tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean, los devoran los de afuera’. Muchas gracias".