Tras ser designado por el Ejecutivo provincial y aprobado por la Legislatura, como establece la Ley Nº 6333 de ISCAMEN, el gobernador Francisco Pérez tomó juramento al nuevo presidente del Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza, Raúl Millán. El flamante funcionario hizo hincapié en la necesidad de comprender a “la política como una herramienta para la transformación”.

Asimismo, enfatizó sobre la importancia del cargo al cual fue designado “ya que es una responsabilidad y una confianza otorgada, que trasciende la actual administración”.

En cuanto a su función específica recorrió la historia institucional, recordando que el ISCAMEN es producto de quienes soñaron contar con un sello de calidad en Mendoza, para lo cual se requería un organismo que tuviera la fuerza que garantizara la inocuidad y seguridad alimentaria, de allí la Ley 6333 que dio origen al Instituto.

Sobre su proyecto al frente de la institución, destacó la necesidad de un fuerte compromiso para que en Mendoza se produzca con calidad; a los efectos de promover, promocionar y afianzar los mercados.

Respecto de las medidas de fuerza que ha venido llevando adelante el personal de la institución durante el último año, Millán sostuvo que “los enemigos de Mendoza y el ISCAMEN son las plagas, enfermedades y restricciones cuarentenarias; los empleados son aliados, por ello son una pieza clave y vamos a trabajar para que el Instituto funcione bien y los trabajadores estén bien”.

Destacó que para ello su política de personal implicará abrir el diálogo con todos los sectores para resolver los problemas; habiendo previsto para el día 27 de diciembre, la primer reunión con el personal de Barreras Sanitarias.

Según Millán el recurso humano de Iscamen realiza tareas diferentes y debe contar con un tratamiento distinto al resto de la Administración Pública. Es por ello, que se requiere un estatuto y un escalafón propio, y se debe trabajar sistemática e institucionalmente en la capacitación del personal.

Resaltó que su proyecto institucional incluye darle un giro tecnológico a un organismo que es altamente técnico, “hay que renovar tecnológicamente los procesos de control de plagas, teniendo fundamentalmente en cuenta el medio ambiente, que hoy es un tema determinante en muchas de las operatorias que se realizan”.

El nuevo presidente de Iscamen afirmó que en los próximos años, el desafío más grande será liberar de mosca del Mediterráneo a los Oasis Norte y Este, ya que hoy la provincia está dividida en dos y eso provoca un problema comercial.

Otro tema de suma importancia es la polilla de la vid, ya que los productos que se utilicen para el control de esta plaga, van a afectar la calidad del vino, “por ello, vamos a intentar potenciar la técnica de confusión sexual que es amigable con el medio ambiente y es lo que están usando en el Valle de Napa y Chile”, sostuvo el funcionario.

Millán cuenta una vasta trayectoria política y técnica en la definición y ejecución de políticas públicas agrícolas. Su último paso por la administración, fue durante la gestión del gobernador Jaque a cargo de la Subsecretaría de Programación Agroalimentaria.