Confederaciones Rurales Argentinas, lamenta profundamente el tratamiento legislativo que recibiera la reforma a aspectos vitales del Código Civil y Comercial, que rigiera la vida de los argentinos por más de cien años.
Siempre es positivo adecuar las normas de fondo con los avances y progresos de una sociedad, pero ello también reclama un clima de coincidencias y estudio que no se ha dado en la actual reforma.

Una discusión mucho más generosa, comprensiva, seria, profunda y debidamente informada hubiese sido el paso principal para que las reformas propuestas tuviesen la necesaria comprensión y acompañamiento de la sociedad toda, tratarlo a las carreras, obligando a la obediencia partidaria, es una muestra elocuente de no haber transitado el camino necesario que un nuevo Código Civil requiere.

No es menor el efecto en la vida práctica de los Argentinos que la reforma propone y también su necesaria articulación con los contenidos de nuestra Constitución Nacional, hemos presenciado otras reformas generadas por el mismo Gobierno, con el estilo de la urgencia y la negación a incorporar aportes o miradas diferentes hasta el punto de ser detenidas por la justicia en su rol de control.

Desde CRA auspiciamos un estudio profundo de los contenidos a modificar, de tal modo que la reforma proyectada no sea la expresión de una mayoría circunstancial, sino el anhelo de una sociedad que pretende de sus leyes un marco para el desarrollo integral de sus habitantes y no una mera adecuación a un proyecto político en su turno democrático.

Vemos innecesaria la urgencia de un tratamiento al galope cuando la sociedad se ha expresado en las urnas reclamando precisamente más control, mayor convivencia democrática y respeto irrestricto a la forma de vida plasmada en nuestra Constitución Nacional.