Un grupo de pequeños productores de General Alvear vienen trabajando, desde el 2011, para defender su producción. Así nació la cooperativa Grupo Once conformada por más de quince productores vitícolas y de ciruela del departamento sureño. Desde el Estado recibieron capacitaciones y cursos en la conformación de cooperativas. Además, se les brindó apoyo a través del Ministerio de Agroindustria y Tecnología. Hoy se encuentran en un proceso productivo calificado y ya pueden vender su producción fuera de la provincia.

Como primera acción se propusieron trabajar en una marca regional para sus vinos y espumantes. El año pasado salió al mercado Zonas Áridas con un Malbec, Cabernet y un Brut para los espumantes.

“Somos todos pequeños productores con los mismos intereses. La cooperativa se forma con la idea de defender nuestros productos e integrarnos colectivamente”, señaló Marcelo Pérez, presidente de Grupo Once quien agregó que “el nombre está relacionado con el nacimiento de la cooperativa porque comenzamos siendo once socios y se formó el once de noviembre de 2011.

El grupo tiene por delante un esquema de trabajo centrado en la calidad de sus productos y en la proyección nacional e internacional. “Tenemos la idea de construir una bodega para aumentar la producción. Además del vino, en estos momentos estamos intentando sacar al mercado un espumante de primer nivel por lo que apostamos a una tanda más grande para las fiestas”, señaló Pérez.

La cooperativa además está trabajando con un proyecto innovador para productores de ciruela. Se trata del desarrollo de una máquina cosechadora que ya lleva dos temporadas de prueba con buenos resultados.

“Nosotros le ayudamos a armar la cooperativa y luego los vinculamos con otras áreas para conseguir financiamiento. En este caso, articularon con el Instituto de Desarrollo Rural (IDR) para conseguir fondos para desarrollar la cosechadora de ciruela”, indicó Tatiana Musatto, subsecretaria de Asociativismo y Cooperativas.

El porqué de agruparse en una cooperativa fue clara para estos productores. “Queríamos buscar un poco de valor agregado para el producto porque en definitiva el productor es el último eslabón y el que menos gana, vemos que esta es la manera de progresar y salir, integrándonos porque individualmente es muy difícil”, explicó Pérez.

El financiamiento y la organización son claves a la hora de sustentarse. “Si bien en materia económica nos falta mucho, en lo humano, en cuanto al grupo y los proyectos el resultado es muy positivo. Creemos que en este sistema cooperativo se encuentra la veta para paliar los problemas de las economías regionales, de esta manera es más fácil defender la producción de cada uno de los integrantes, cada socio es un voto en las asambleas lo que hace que sea muy democrático”, agregó el productor.