Dentro de esta ola de reconocimientos con claros tintes electoralistas, donde el Gobierno pretende lavar su imagen golpeada por la reciente derrota de las PASO, no es un dato menor que el Ministro de Agricultura Norberto Yauhar haya reconocido públicamente -en una entrevista brindada al diario Ámbito Financiero-, la intervención del mercado de granos, que desde CRA venimos denunciando desde el 2006.



Lamentablemente, señor Ministro, en su análisis omite decir que los productores agropecuarios perdieron por esta intervención más de 8.000 millones de dólares de ingresos.



Los resultados de esta intromisión que busca ser limpiada a través del relato oficial y sus falacias sobre un supuesto cuidado de la “mesa de los argentinos” desencadenó que suceda con el trigo, por ejemplo, una de las peores catrástofes productivas de los últimos años: el 50% de los productores que se dedicaban a esta producción insignia de nuestro país dejaron de hacerlo por una notoria falta de rentabilidad.



Señor Ministro ¿Qué piensa hacer para solucionar los problemas que este sistema ha generado y que golpea a los productores y a los consumidores argentinos que pagan cada vez más altos precios por los alimentos básicos? ¿No sería un primer gran paso terminar con los acuerdos que el Gobierno teje a espaldas de los productores y que benefician a sectores minúsculos? El país necesita que el Gobierno reconozca verdaderamente sus errores y accione para corregirlos.



Dice Yauhar: “El negocio de los granos es un negocio financiero, muchos los guardan, especulan y hacen que suban los precios, tal como ocurrió con el maíz”. Claramente vuelve a faltar a la verdad, porque como ya lo hemos dicho, el maíz cayó notablemente en su precio, hoy tiene un valor 25% menor con respecto al año pasado. Resultado: la intervención y la presión impositiva sobre este cultivo lo convirtieron inviable para producir.



En este sentido tampoco es cierto que el Gobierno no intervenga en los precios de la soja. El Gobierno sistemáticamente incrementó la distorsión de precios relativos de la soja a través, por ejemplo, del aumento de su presión impositiva.



Coincidimos, eso sí, señor Ministro, en que los controles de precios no funcionan. Esta política cortoplacista ha fracasado en todos los países en donde se ha implementado y en nuestro país lo único que ha hecho es congelar o disminuir el precio que recibe el productor, reducir la oferta de alimentos, desalentar la inversión e incrementar los precios que paga el consumidor. Esta batería de políticas desacertadas contribuyó a la gran merma productiva que existe hoy en casi todas las producciones.



Desde CRA deseamos que esta ola de sinceramiento no sea solo electoralista y no se agote en el relato con que nos tiene acostumbrado el Gobierno, sino que continúe con medidas tomadas por quienes tienen la responsabilidad de conducir el país dándole a la producción la previsibilidad que necesita.

Esperamos estar llegando al fin de la “década desperdiciada”, que estemos culminando un ciclo donde el común denominador fue el de desaprovechar oportunidades. Señor Ministro reconozca y accione de una vez, los 10 años desperdiciados que nos preceden son un ejemplo de lo que no hay que hacer.



Confederaciones Rurales Argentinas

Jefe de Prensa

Lic. Diego Abdo