En siete asambleas regionales de Federación Agraria
Argentina realizadas en la fecha con alta
participación de delegados de entidades de bases, se
cuestionaron importantes aspectos de la política
agropecuaria oficial. En función de ello, predominó
el criterio de condicionar el diálogo con el gobierno
a un cambio de políticas para el pequeño y mediano
productor y hacia el desarrollo de los pueblos del
interior

Los ejes centrales de la actitud del campo federado
estuvieron vinculados a cuestiones coyunturales y
estructurales sobre las cuales la entidad viene
reclamando, sin resultado, urgentes definiciones de
las autoridades nacionales.

En torno a la actualidad, se observó críticamente que
las medidas que va instrumentando el gobierno, como
en la carne, en algunos casos afectan y en otros no
resuelven los problemas de los extremos de la cadena.
En tanto, se denunció que la intermediación es la
principal beneficiaria, como queda claramente
demostrado con las ganancias extraordinarias de
algunos sectores frigoríficos. Esto “sin que se
interpongan medidas que eviten ese proceso injusto”,
según la apreciación de los delegados de base.

En orden a ello, en cada uno de estos encuentros se
sostuvo que la rentabilidad en las distintos
sectores, subsectores y rubros se va reduciendo
drásticamente con claro riesgo, se advirtió, de
ingresar nuevamente en un proceso negativo para los
productores agropecuarios en general.

En cuanto a las cuestiones de fondo, que debieran
orientar la sustentabilidad de las pequeñas y
medianas empresas del sector, se criticó
la “indiferencia oficial” respecto a la
extranjerización y concentración de la tierra, a la
necesidad de una nueva política tributaria, a la
ausencia de una ley de arrendamientos, a la amenaza
de restricción al derecho del agricultor al uso
propio de semilla, a la falta de solución al
problemas del endeudamiento residual con el Banco de
la Nación. También se cuestionó la falta de políticas
en torno al problema ganadero, tambero y porcino.

En resumen, el criterio predominante en las distintas
asambleas, puede sintetizarse así:

Exigir una política productiva al corto y mediano
plazo para los pequeños y medianos productores del
país.
Denunciar y actuar frente al comportamiento
oligopólico y concentrado de las cadenas de
intermediación (industrialización y comercialización)
que actúan en los rubros de fertilizantes,
frigoríficos, granos, lechería, etc.
De no recibir una respuesta por parte del gobierno
nacional, las asambleas propusieron declararse en
estado de alerta, vigilancia y movilización, en pos
de una política segmentada de defensa del pequeño y
mediano productor.

Resumiendo, centenares de delegados de todo el país
ratificaron la voluntad de luchar por el desarrollo
de la agricultura familiar y la defensa de los
pueblos. Ahora se esperan las otras siete asambleas
las que se realizarán el 15 de este mes.

Lugares

Estas asambleas se realizaron en Córdoba capital, Río
Cuarto (Córdoba), Piedritas (partido de General
Villegas), Bolívar y Tandil, en la provincia de
Buenos Aires, y en Metileo (La Pampa),

Rosario, 8 de julio de 2006