La historia cuenta que en el Neolítico (7000 a 4000 adC) el ser humano alcanzó a comprender parte del comportamiento de las abejas y controlar los enjambres, logrando la extracción de la miel. El estudio y la crianza de las abejas para obtener y consumir los frutos de su producción fueron parte del devenir histórico de una disciplina que terminó por convertirse en ciencia moderna: la apicultura, tal como se conoce en estos días.

Millones de años más acá, en la ciudad de Pehuajó, un grupo de técnicos apícolas vinculados al programa Cambio Rural del INTA se reunieron para capacitarse en materia de Varroosis, una enfermedad que afecta a las abejas, pero movidos por la convicción de que, como enseñan estos insectos, hacerlo juntos es mejor.



La apuesta por la capacitación

La Jornada de Actualización en el manejo de la Varroosis tuvo lugar en las instalaciones de la Sociedad Rural de Pehuajó, conducida por la Lic. en Biodiv. Natalia Bulacio Cagnolo (INTA Rafaela- PROAPI) y organizada en forma conjunta por INTA Villegas y el Proyecto Integrado PROAPI.

Concurrieron Agentes de Proyecto y Promotores de Grupos de Cambio Rural, además de los encargados del Apiario Demostrativo de la zona de Henderson y Pehuajó. Durante la mañana fue el turno de la disertación a cargo de Bulacio Cagnolo, que incorporó las preguntas, aportes y comentarios de los participantes. Durante la primera hora de la tarde se realizó una ronda abierta de novedades donde se intercambiaron opiniones, inquietudes propias y compartidas, como así también se consensuaron las demandas de capacitación zonales como tema prioritario a abordar en futuros encuentros.

A continuación se realizó un taller en el que se intentaron vincular los contenidos y conceptos abordados durante la mañana, donde los participantes se reunieron de acuerdo a la región fitogeográfica que cada uno asesora y discutieron sobre temáticas técnicas tales como curvas de floración, puntos críticos en el manejo, posibles alternativas de control con rotación de acaricidas, diagramación de un plan de sanitario y estrategias frente a posibles casos de resistencia.
Para finalizar, los participantes expusieron el resultado de sus trabajos en grupo y en forma conjunta se llegó a una conclusión general. Cerca de las 17 hs se entregaron certificados de asistencia y material impreso con los principales contenidos trabajados.



Juntos es mejor

Julián Solignac (INTA Henderson) es uno de los promotores de estos espacios de encuentro entre los apicultores, en el seno del programa Cambio Rural. A continuación, resume en tres preguntas esta experiencia.

¿Cuántos grupos vinculados a la apicultura hay en nuestra zona y cómo están trabajando?
Actualmente siguen vigentes 5 grupos con subsidio, mas algunos en formación y otros funcionando sin subsidio, que están incorporando y adaptando paulatinamente tecnologías, y que buscan mantener un contacto vivo y directo entre ellos a través del INTA, con la intención de un intercambio enriquecedor en forma permanente. Buscamos en conjunto no sólo mejorar la productividad de las colmenas sino, fundamentalmente, generar las condiciones para la obtención de productos de alta calidad.

¿Qué los convoca a encontrarse?
Desde hace ya unos 3 o 4 años era una preocupación para nosotros la necesidad de cubrir las expectativas de capacitación y líneas de trabajo con los grupos de cambio rural apícolas, que han sido históricamente numerosos en la región. Durante los encuentros entre técnicos y agentes de proyecto que mantuvimos en este tiempo, surgían constantemente inquietudes en pos de mejorar la actividad. En este contexto, comenzamos a pensar en un trabajo integrado más abarcativo y con posibilidades de lograr continuidad en el tiempo y poder aprovechar el potencial presente en el territorio. Así surge el contacto directo con el Proyecto Nacional PROAPI.

¿Cuáles son las posibilidades que les abre vincularse a un programa como el PROAPI?
Son muy amplias. El PROAPI es el Programa Integrado de Desarrollo Apicola del INTA y su columna vertebral está representada por una red de técnicos o promotores locales que trabajan con grupos de productores. En asistencia a la red de estos promotores cuenta con un equipo de investigadores (con más de 20 profesionales) que conforman los Servicios Tecnológicos estratégicos del PROAPI. Este grupo tiene como principal objetivo ayudar a resolver los problemas que se presentan en la red de técnicos locales. En este marco, las líneas de trabajo y de participacion son muchas: desarrollo y transferencia de tecnología para el control de loque americana, varroosis, nosemosis, etc; obtención de líneas de abejas con alto comportamiento higiénico; desarrollo de un paquete tecnológico para la producción de miel de calidad certificada; desarrollo de nuevas tecnología para la producción de reinas, núcleos y paquetes de abejas; implementación de una red de ensayos de experimentación adaptativa con la activa colaboración de los apicultores, entre muchas otras actividades.