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Hacia una mejor nutrición del maíz tardío  
The World News- 08-04-2019 -
  Nota publicada por: The World News el 08-04-2019

Nota de origen:
Buscan ajustar la nutrición del maíz tardío
Enviada por: FAUBA , el 03-04-2019

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El maíz tardío ya es una realidad en nuestro país, con más del 45% del área total ocupada con este cereal. Este cultivo es relativamente nuevo, por lo cual aún es necesario generar información para ajustar su manejo agronómico. Un aspecto poco conocido del maíz tardío es su economía del nitrógeno (N) y la relación con los rendimientos. Una investigación realizada en Entre Ríos por el INTA Paraná y la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) determinó que la eficiencia en el uso del nitrógeno de este cultivo fue 19% menor que la del maíz temprano. Las causas se vincularon con los menores rindes y la mayor disponibilidad de N en el suelo en fechas de siembra tardías. Evalúan las implicancias en potenciales nuevas prácticas agrícolas.

“El motivo de esta investigación fue esclarecer la economía del nitrógeno (N) en el maíz tardío, ya que —a diferencia del maíz temprano— no estaba estudiada. Para eso llevamos adelante un experimento a campo en el INTA Paraná, provincia de Entre Ríos, una zona algo más cálida que la llanura pampeana. Allí comparamos ambos cultivos en cuanto a su eficiencia en el uso del nitrógeno (EUN). Es importante destacar que estimamos esa eficiencia como kilos de grano producido por kilo de N disponible en el suelo”, contó Nicolás Maltese, profesional del INTA y estudiante de doctorado en la Escuela para Graduados (EPG) de la FAUBA.
El 45% del cereal se siembra en forma tardía.

El 45% del cereal se siembra en forma tardía.

El investigador, quien también es becario del Conicet, explicó que el experimento permitió comparar la EUN de maíces con características genéticas contrastantes, sembrados en fechas tardías y tempranas bajo diferentes dosis de fertilización nitrogenada. “Usamos dos híbridos que diferían notablemente en su capacidad de absorber N del suelo. La siembra temprana la realizamos a mediados de septiembre, y la tardía, a mediados de diciembre. Además, a estos híbridos los fertilizamos con dos dosis de nitrógeno: 90 y 270 kg/ha, mientras que al tratamiento testigo no lo fertilizamos” “El resultado más importante de nuestros experimentos es que el maíz tardío usó menos eficientemente el nitrógeno. Su EUN fue 26 kg grano/kg N en el suelo, mientras que la del temprano fue 32 kg grano/kg N en el suelo, lo cual representa una caída de casi 19%. Las causas son varias y se relacionan con las diferencias en el rendimiento y con la dinámica del nitrógeno entre las dos fechas de siembra”, sostuvo Maltese, cuyo trabajo fue publicado en la revista Field Crops Research.
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Tres explicaciones posibles

Gustavo Maddonni, docente de la cátedra de Cerealicultura de la FAUBA y codirector de Maltese en su tesis de doctorado, advirtió sobre los efectos de sembrar el maíz en diciembre, cuando la temperatura y la radiación solar disminuyen día a día. “Por las condiciones lumínicas y térmicas que uno y otro deben atravesar, los rendimientos de los tardíos tienden a ser menores que los tempranos. Por ejemplo, nuestros maíces tardíos rindieron 7832 kg/ha, mientras que los tempranos produjeron 8564 kg de grano/ha. Esta es una de las causas de la caída en la EUN, ya que el rendimiento es el numerador en el cálculo de la eficiencia”.

“Además —agregó Maddonni, quien también es investigador del Conicet—, la siembra tardía permite que el barbecho, es decir, el lapso entre la cosecha del cultivo anterior y la siembra, sea prolongado, con lo cual se acumula una buena cantidad de agua en el perfil. Esto, sumado a que las temperaturas son relativamente altas en ese momento, estimula la mineralización de la materia orgánica del suelo. Por lo tanto, en fechas tardías hay más nitrógeno disponible, y como es el denominador de la EUN, también es una explicación para las bajas eficiencias que detectamos”.
Gustavo Maddonni, docente de la cátedra de Cerealicultura de la FAUBA.

Gustavo Maddonni, docente de la cátedra de Cerealicultura de la FAUBA.

En este contexto, Maltese puntualizó que la eficiencia en el uso del nitrógeno del maíz tardío cayó aun más cuando se lo fertilizó con N. “Al agregar nitrógeno en la etapa vegetativa del cultivo elevamos su disponibilidad en el suelo, que de por sí ya era alta por la mineralización. En estas condiciones comprobamos que el cultivo fue poco eficiente para absorber ese N ‘en exceso’. Esa alta disponibilidad terminó afectando a la NUE incluso más que la caída en el rendimiento”.

¿Cómo mejorar la eficiencia?

“Se deberían adoptar estrategias que eleven el rendimiento del maíz tardío. Por ejemplo, para un mismo ambiente y tasa de crecimiento existen genotipos que producen más granos por espiga que otros. Estos materiales rinden más y poseen eficiencias en el uso del N relativamente altas. Por eso se los debería elegir. De la misma manera, también se debería optimizar la dosis de fertilizante nitrogenado a aplicar, reduciéndola para que la oferta de N en el suelo no sea tan alta”, comentó Maltese.