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Cerealicultura de calidad, sustentable y reconocida  
Todo Ciencia- 26-08-2017 -
  Nota publicada por: Todo Ciencia el 26-08-2017

Nota de origen:
Cerealicultura de calidad, sustentable y reconocida
Enviada por: FAUBA , el 28-08-2017

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Por su labor, esta cátedra de la FAUBA fue distinguida con el premio Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales. Emilio Satorre, su Profesor Titular, repasó sus logros en docencia, investigación y extensión, y cómo se incorporó el concepto de sustentabilidad a la producción de cereales.
Por Pablo Roset
“Para nuestra Cátedra, el Ingeniero Agrónomo debe poder vincular el lenguaje de la ciencia con las necesidades o las demandas de la producción. Incluso, ser capaz de detectar las necesidades productivas y trabajarlas para el momento en que se conviertan en demandas” (E. Satorre)

La cátedra de Cerealicultura de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) está conformada por un grupo humano de excelencia tanto en docencia de grado y posgrado como en investigación y extensión. Por su trabajo y sus méritos en las últimas décadas, acaba de ser reconocida con el premio Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales, versión 2016, otorgado por esa institución y con la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria (ANAV) como jurado. Es la primera vez en la historia que esta distinción se entrega a un conjunto de personas. Emilio Satorre, Profesor Titular de Cerealicultura, repasó la labor en las tres áreas y destacó cómo se incorporó el concepto de sustentabilidad a todas sus actividades.
Para Emilio Satorre, el grupo humano que conforma la Cátedra de Cereales es, en cuanto a excelencia, difícil de encontrar en otras partes del mundo.

“Hace unas semanas nos informaron que la ANAV le había otorgado a Cerealicultura el premio Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales. Se trata de un premio bianual que se entrega en años pares. En este caso, es la versión 2016. En general, se entrega a las personas por su contribución a la producción, mejoramiento, industrialización y comercialización de granos y semillas de cereales. Sin embargo, hay que destacar que esta es la primera vez que se distingue a un grupo de trabajo, a una institución. Es un orgullo para nosotros este reconocimiento a nuestro trabajo en docencia, investigación y extensión”, dijo Satorre.


La calidad empieza en las aulas

Emilio Satorre, quien también es Coordinador Académico de Agricultura en la Unidad de Investigación y Desarrollo de AACREA, destacó el trabajo que la cátedra de Cereales viene realizando en docencia de grado. “Desde hace muchos años, junto con la cátedra de Cultivos Industriales dictamos la materia Producción de Granos. En esta asignatura volcamos mucha filosofía acerca de cómo debería ser formado un Ingeniero Agrónomo para manejar estos cultivos extensivos”.
El libro editado por la Cátedra de Cerealicultura sirve de base para el dictado de la materia Producción de Granos desde hace casi 15 años.

“A fines de los años 90 vimos que el cuerpo de conocimiento que teníamos había alcanzado tal madurez que nos permitía generar un libro. Así nació ‘Producción de Granos. Bases Funcionales para su Manejo’, que es como el libro de cabecera de ambas cátedras y es el texto que usamos en el curso en los últimos 14 años hasta el día de hoy”, afirmó el docente, y añadió: “Constituye una base tan robusta que aunque ya vemos la necesidad de actualizar ciertos contenidos, en realidad son como ‘adornos’; los principios fundamentales permanecen prácticamente intactos. Su edición marcó un hito ya que es uno de los libros más vendidos en las ciencias agronómicas en Hispanoamérica”.

Por otra parte, Satorre también se refirió a la actividad docente de posgrado. “Desde la creación de la Escuela para Graduados de la FAUBA (EPG), la cátedra participó activamente en sus cursos de posgrado, tanto en la carrera de Doctorado en Ciencias Agropecuarias como en las maestrías en Producción Vegetal y Recursos Naturales, o en las especializaciones con orientación hacia la producción de granos. Los docentes de Cerealicultura dictamos muchos cursos. Algunos dirigimos cursos completos, como Daniel Miralles o Gustavo Maddonni y yo, por ejemplo, que somos responsables del curso Ecología de Cultivos. Además, cabe destacar que actualmente Gustavo es el Director de la EPG”.

Asimismo, el investigador resaltó que la continuidad es un aspecto fundamental para mantener el ritmo de formación y crecimiento de los recursos humanos de la cátedra. “En 33 años tuvimos un trabajo continuo de mejora y ajuste, buscando conformar un grupo de trabajo capaz de brindar una formación académica de grado y posgrado que hoy es reconocido en muchos lugares”.


Una historia en la investigación

“La actividad de la cátedra en investigación es sumamente importante. Cubrimos desde aspectos genéticos moleculares hasta sistemas muy complejos y difusos, siempre vinculados a los cultivos de granos. Además abarcamos un amplio rango de escalas de percepción muy diverso. Si bien nuestro grupo es heterogéneo, en términos generales todos aportan distintas visiones y colaboran sinérgicamente en relación a la producción de granos”, señaló Satorre.
La investigación que realiza la Cátedra se apoya en pilares sólidos que permiten abarcar múltiples temáticas y escalas de percepción.

La cátedra de Cerealicultura produce una cantidad importante de trabajos de investigación que son publicados en prestigiosas revistas internacionales. “En los últimos 10 años hemos publicado alrededor de 200 trabajos de investigación. Y, por supuesto, también participamos como expositores en congresos nacionales e internacionales, y como disertantes destacados en eventos de todas las partes del mundo”.

“Nuestras investigaciones están financiadas mayormente por organismos oficiales como, por ejemplo, el sistema de ciencia y técnica o el Conicet; son fondos que se concursan de manera abierta. Sin embargo, una pequeña parte es financiada por empresas. Esto se da en base a convenios de transferencia a través de la FAUBA. Se trata de empresas productivas, grupos de productores o empresas proveedoras de insumos. Nuestra posición al respecto siempre fue consecuente: el convenio debe incluir una investigación y una generación de conocimiento que sirva para mejorar la producción. Y ahí es donde entra el eje de la transferencia”, comentó el docente.


La importancia de transferir conocimientos

Satorre llamó la atención sobre el rol de los Ingenieros Agrónomos como agentes clave en la transferencia de conocimientos al sector productivo. “Considero que deben actuar como puentes entre lo que es la investigación, y los logros que ésta genera, y los usuarios o los decisores que van a generar o a desarrollar, a partir de un proceso, una nueva tecnología”.

“En Cerealicultura no estamos elaborando insumos, ni sintetizando moléculas químicas, ni haciendo mejoramiento genético de variedades. Pero sí identificamos y generamos procesos para que las tecnologías de insumos se puedan aprovechar mejor y los programas de mejoramiento genético puedan ser más eficientes. Es decir, creamos lo que llamamos una nueva tecnología de procesos que incorpora el conocimiento como una pieza clave. Este es nuestro enfoque de cómo vincular nuestra investigación a la producción”.