¿Pueden el palo amargo y el ajo utilizarse en bioinsecticidas y combatir plagas en cultivos? |
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Un grupo de investigadores de la Facultad de Agronomía UBA (Fauba) realizó un estudio sobre el efecto de sustancias extraídas de plantas comunes –principalmente el palo amargo (Picras macrenata) y el ajo (Allium sativum)– con el fin de desarrollar insecticidas biológicos y eventualmente, combinarlos con productos químicos para controlar plagas en granos y semillas.
“Estudiamos los efectos de algunos metabolitos secundarios, que son aquellas sustancias producidas por las plantas, particulares de algunas especies, que no tienen un rol directo en el crecimiento o reproducción de las mismas pero pueden actuar como defensas, siendo fundamentales en la relación insecto/cultivos. Nos estamos enfocando en las mejores formas de extraerlos y aplicarlos para evaluar su impacto sobre diferentes plagas”, detalló Silvia Rodríguez, docente e investigadora de la cátedra de Zoología Agrícola de la Fauba.
De momento, la investigación trabaja sobre insectos como “el gorgojo del arroz (Sitophilus oryzae), el de la harina (Tribolium sp.), el escarabajo dentado de los granos (Oryzaephilus surinamensis) y el taladrillo de los granos (Rhyzopertha dominica), considerados altamente dañinos”, afirmó Rodríguez.
Si bien se obtuvieron buenos resultados en el laboratorio, los investigadores señalaron que es necesario ampliar las pruebas in situ. “Hoy en día estamos participando de muchos trabajos y congresos, pero para producir estos bioinsecticidas existen protocolos que hay que seguir y estamos a mitad de camino. Cada plaga y cultivo tiene sus particularidades por lo que hay que continuar investigando”, amplió la docente de la Fauba, quien también se desempeña en la Escuela de Peritos de Clasificación de Granos.
Palo amargo
Algunas de las principales líneas de investigación de la cátedra de Zoología Agrícola de la Fauba se concentraron en el estudio del palo amargo para el control de plagas. Al respecto se trabajó con el investigador Hermann Niemeyer, de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, quien posee una larga trayectoria en el análisis de los metabolitos secundarios.
“Comenzamos a investigar la dinámica del ácido hidroxámico en diferentes cereales. Por ejemplo, vimos que en las primeras etapas de desarrollo de los cultivos el ácido estaba más concentrado y luego se iba diluyendo, con lo cual la planta quedaba más expuesta al ataque de pulgones”, mencionó Rodríguez.
“También observamos que la cebada tenía menor concentración de este ácido. Una amplia gama de áfidos o pulgones ataca a los cereales en todos sus ciclos. En ocasiones, al cambiar de etapa de crecimiento de la planta, también cambia la especie de pulgón que la afecta. Esto abriría una amplísima gama de estudios”, añadió.
El palo amargo fue una de las alternativas que analizaron en la Fauba para controlar plagas de granos almacenados. Para ello, Rodríguez realizó su tesis doctoral en la Universidad de La Plata y luego obtuvo los extractos en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA. A partir de esos trabajos se extrajeron metabolitos con diferentes solventes: “Actualmente trabajamos con un tipo de extracción por partición, aunque pasamos por otros métodos porque el proceso de extracción hace variar los efectos obtenidos”, detalló.
El palo amargo dio resultados positivos sobre los pulgones Aphis nerii y Myzus persicae y sobre los trips Gynaikothris ficorum y Caliothrips phaseoli por medio de la ingesta pero no sobre las hormigas (Acromyrmex lundi).
Ajo y eucaliptus
En tanto, las investigaciones de la Fauba continúan avanzando con el análisis de nuevos tratamientos para las plagas: “Además del palo amargo también trabajamos con ajo que, a pesar estar estudiado, hay mucho más que probar desde la forma de extracción y los insectos a controlar. Los metabolitos son muchos y pueden actuar de forma conjunta e, incluso, sinérgica”.
Asimismo, en la cátedra se trabaja con plantas como el eucaliptos (Eucaliptus globulus) para generar productos como esencias, con resultados interesantes. También se utilizan otros árboles para las investigaciones. “Se trabajó con el extracto de paraíso (Melia azedarach), que posee un alto grado de efectividad para las plagas. Sin embargo, el fruto del paraíso es el conocido venenito, tóxico incluso para las personas, por lo cual se debe manipular con cautela y requiere investigación, ya que no todo lo que se dice biológico es bueno. Otro extracto similar es el de neem (Azadirachta indica) que, como el paraíso, en bajas concentraciones pueden ser peligrosos también para los humanos”, destacó Rodríguez.
Fuente: Agrovoz.com (15.09.16) |
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