Presentan tecnología de bajo costo que mejorará la productividad bovina |
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La investigación de Florencia Micoli, docente de la FAUBA, revoluciona la digestibilidad en el ganado bovino y ovino. El hallazgo permite aumentar hasta seis veces más el contenido de proteína de pasturas.
El desarrollo de una tecnología innovadora, que requiere una inversión mínima por parte de los productores ganaderos, permitiría a los establecimientos de cría bovina y ovina mejorar su productividad (la ganancia de peso y los índices de preñez y parición, por ejemplo) a partir de un mejor aprovechamiento de los residuos de cosecha y ciertos pastos de baja calidad nutricional.
Una investigación realizada por Florencia Miccoli, docente de la cátedra de Nutrición y Alimentación Animal de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), muestra que al aplicarle una solución de urea a estos materiales de alto contenido de fibra (MAF) se les puede aumentar, a bajo costo, hasta 6 veces su contenido de proteína e incrementar su digestibilidad (es decir, su grado de aprovechamiento). Esto puede ayudar a mejorar los índices productivos tanto en sistemas de cría como en producción ovina.
“Los rumiantes, y en particular las vacas, son muy eficientes para convertir forrajes de bajo valor nutritivo (como los pastizales naturales o los residuos de cultivos) en grasa de alto valor energético, en musculo y en leche. Los forrajes de baja calidad son un recurso barato y muy abundante, y por eso terminan siendo los más utilizados, sobre todo en la cría bovina dados los bajos requerimientos de esas vacas. Pero, en realidad, les aportan poco nitrógeno y les resultan poco digeribles”, le dijo Florencia a SLT, y agregó: “Vimos que en otros países, como Estados Unidos y Australia, se estaban desarrollando exitosamente líneas de investigación que buscaban elevar la calidad de estos forrajes a partir de tratamientos físicos y químicos. Por eso nos contactamos con investigadores de la Universidad Nacional del Sur, que también estaban investigando en el tema, y comenzamos a trabajar”.
Una técnica simple y barata
Si bien las vacas de cría no necesitan dietas de gran calidad, en períodos tales como después del parto y durante el servicio sí requieren de una calidad mayor. La técnica desarrollada por Miccoli permitiría cubrir esas necesidades, y así se lo contó ella a SLT: “Nuestros resultados muestran que trozar el forraje, aplicarle urea diluida en agua (un proceso llamado ‘amonificación con urea’) y ensilarlo aproximadamente un mes eleva el contenido de nitrógeno y el aprovechamiento de la dieta en bovinos y ovinos. Por un lado, el picado favorece la acción del tratamiento químico. Por otro lado, la amonificación agrega nitrógeno inorgánico y ataca la fibra vegetal, aumentando el grado de degradación del forraje y elevando su porcentaje de nitrógeno. Además, el forraje ensilado se conserva mejor ya que la urea inhibe el desarrollo de hongos. Por último, el ensilado da tiempo a que actúe la urea y permite que el forraje quede apto para ser consumido al finalizar el almacenamiento. Disponer de más proteína y energía (por el aumento en la digestibilidad) ayuda a que los animales eleven su potencial de consumo, ganen peso y mejoren, por ejemplo, sus índices de preñez y parición.”
Como sucede en todas las actividades productivas, los números mandan. Y como la cría bovina posee bajos márgenes económicos, la implantación de pasturas de calidad queda fuera de los cálculos. Por el contrario, la técnica ajustada por Florencia y colaboradores sería una opción factible. “Nuestra tecnología es sencilla. La urea es un producto muy usado como fertilizante, es relativamente barato y fácil de conseguir. Por otra parte, los productores están acostumbrados a usar y poseen máquinas tanto para picar los pastos como para aplicar la urea, al igual que para enfardar o hacer rollos o silos. Sólo sería cuestión de cortar, aplicar, enfardar y esperar. En principio, los costos serían bajos”, afirmó Florencia. |
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