Información clasificada por www.sintesisagraria.com
  Gacetillas FAUBA La FAUBA en los medios Archivo  
La siembra directa no provoca inundaciones  
Agroparlamento- 10-09-2015 -
  Nota publicada por: Agroparlamento el 10-09-2015

Nota de origen:
¿La siembra directa podría causar inundaciones?
Enviada por: FAUBA , el 17-08-2015

Esta noticia ha sido difundida por las siguientes agencias:
Agro NOA - Valor Soja - Acopiar - Sesnich Villalonga - Acopio Arequito - Agrocorredora - Atuel Cereales - Avigliano y Cia. - Barranca Fighiera - Barrientos y Cia. - Beltramino Hnos. - Bertotto, Bruera y Cia. - Cereales del Plata - Cerro Corredores - Comercio Interior - Compañía Granera - Fortín Inca - Felipe Crosetti - Dillon Agro - Nocerino - Horizonte Cereales - Huinca Cereales - Jakas Kokic - La Lumbrera - Luis Abraham Siuffe - Marchisio Fernández - Pellejero y Cia. - Praderas Cereales - Proteisol - Sebastián Grimaldi - Sola Cereales - Sudecor Cereales - Torti Hnos - Cribelco - Walter Poncio - Acopiadores de Cereales - Granos del Litoral - Ambito Financiero - Agro Brokers SRL - El Chacarero - Mundo Campo - Semillas Don Atilio - Juan Martín Melo - Mundo Rural Web - Síntesis Agraria - Pregón Agropecuario - La Opinión - - La Prensa - La Voz del Interior - Infortambo - La Verdad - Multimedios Maldoni - Noticias de la Aldea - Clarín - Noticias Net - BVCBA - Diario Buenos Aires - Sociedad Rural de Rosario - Territorio Digital - La Nueva Provincia - Agromaker - APR Marcos Juárez - Acopiadores de Cereales - Diario Inédito - Cadena BA - Mundo Agro - Producción -

Consulte esta noticia en el sitio que fue publicada

La presidenta de la Asociación Argentina de Productores, María Beatriz Giraudo, rechazó ayer que la siembra directa tuviera alguna vinculación con las inundaciones, al argumentar que amortigua la caída de agua
De ese modo, la dirigente ratificó la postura del sector y aseguró: "La siembra directa ayuda al suelo, mejora el cuidado del agua".

En declaraciones radiales insistió en que "amortigua cuando cae el agua y hace que penetre lentamente, lo cual permite que actúe casi de manera natural". Así lo sostuvo tras las acusaciones del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien había culpado a la siembra directa por las inundaciones en Buenos Aires y en Santa Fe y luego dio marcha atrás a causa de una reunión con representantes del sector. "Fue un error de concepto que tenían desde el Gobierno; la siembra directa ayuda al suelo, mejora el cuidado del agua", subrayó Giraudo.

Desde la Facultad de Agronomía de la UBA también sostuvieron que la siembra directa no favorece las inundaciones, sino que, por el contrario, ayuda a evitar la erosión del suelo que se da con la labranza tradicional.

Haydee Steinbach, directora de la Especialización en Manejo de Suelos y Cultivos en Siembra Directa de la Facultad de Agronomía de la FAUBA, explicó: "Antes de la década de 1970, la preparación de la cama de siembra se realizaba laboreando el suelo (con arado de reja y vertedera o disco, por ejemplo). En la Región Húmeda esto provocaba que ante fuertes lluvias se sellara el suelo y se desatara la erosión hídrica, arrastrándolo a los cursos de agua. En zonas más áridas quedaba expuesto a la acción del viento, provocando la erosión eólica. La erosión produce pérdidas de materia orgánica y nutrientes".

De este modo, la técnica de siembra directa se expandió rápidamente entre los agricultores argentinos. "Si bien los primeros trabajos de investigación realizados por el INTA datan de la década de 1960, aquí comenzó a difundirse masivamente a partir de 1996", recordó Steinbach.

Hoy entre el 80% y el 90% de la superficie sembrada con cultivos de grano en la Argentina se realiza con este sistema. "Somos uno de los países que más hectáreas maneja con esta técnica conservacionista, detrás de Estados Unidos y Brasil", apuntó Carina Álvarez, docente e investigadora de la cátedra de Fertilidad y Fertilizantes de la FAUBA.

Álvarez destacó que con la implementación de la labranza cero mejoró la situación: "Trabajos científicos demuestran que la siembra directa ayudó a controlar la erosión hídrica y eólica del suelo, a conservar el agua (fundamental para el crecimiento de los cultivos), a disminuir el consumo de combustible y los tiempos operativos, y a aumentar los niveles de materia orgánica".

Sin embargo, advirtió que aún quedan tareas pendientes porque hay prácticas agronómicas que no se realizan de manera correcta y que siguen afectando al ambiente: "Deberíamos hacer cultivos que dejen más residuos (como el maíz) y doble cultivos (trigo/soja), porque el monocultivo de soja deja muy poco residuos en el suelo que lo protejan de la erosión".

Según las investigadoras de la FAUBA, la siembra directa no tiene relación con las inundaciones actuales. "Lo que estamos viviendo es causa de las altas precipitaciones, muy superiores a las normales (inclusive son picos históricos) concentradas en período corto de tiempo. La capacidad de almacenaje de los suelos, que es un real amortiguador del escurrimiento del agua, está colmatada", aseguró. Como contrapartida, afirmó que la siembra directa, incluso, estaría evitando que se genere un problema mayor porque permite bajar la velocidad de escurrimiento del agua, cuando se combina con los residuos que deja sobre el suelo el cultivo anterior. "Si tuviéramos labranza convencional, sumaríamos a las inundaciones actuales un problema de erosión hídrica", consideró.

La siembra directa, también denominada labranza cero, fue desarrollada en la década de 1930 por científicos de la Universidad de Michigan para resolver los fuertes problemas de erosión que existían en ese país. Sucede que después de muchos años de agricultura manejada bajo labranzas con arados de reja, los suelos habían quedado expuestos a la acción del viento y se volaban ante la aparición de la primera sequía.
Fuente: Ámbito Financiero