| Sostienen que con herramientas genéticas se buscan una ganadería más productiva |
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La tecnología de precisión tan cual sucede en la agricultura, también extiende sus brazos a la ganadería. Y es que a través de la genómica, una disciplina de la genética, científicos locales diseñaran un ranking de bovinos con el objetivo de obtener animales más productivos que se traduzca luego en una mejora de la calidad de carne y reproducción, con resultados que permitan a la larga un desarrollo en la eficacia de kilos por hectárea. De esta forma, la Argentina se pone a la par de un selecto mercado conformado por países desarrollados y augura así, mayores ingresos a futuro.
Los resultados de las investigaciones, perfeccionará sin ninguna duda el rodeo de producción de carne. Su impacto no sólo se verá en los establecimientos que producen genética, sino que también le da al productor mayor acceso al tener más información de sus animales y adquirir nuevos reproductores para dar un giro a su hacienda. Esto se traducirá en mejor carne, mejor leche, mejor tasa de preñez y destete, y una especificación a la hora de brindar el alimento al animal. Todo repercutirá en menos gastos por hectáreas y un aumento en los ingresos.
El proyecto denominado, Programa de Selección Genómica, es llevado adelante por docentes de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba), el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y las Asociaciones de Criadores de Brangus y Braford.
Los expertos y a partir de un convenio con la empresa norteamericana Affymetrix, /quien aporta la tecnología/, usaran un lector láser de unidades (microchips) de ADN que permitirá leer la información de los marcadores a lo largo de todo el genoma y que, a diferencia del convencional que estudia un gen particular, permite acotar los tiempos necesarios para realizar las evaluaciones y aumentar la velocidad de progreso genético. Una vez almacenado los datos, se caracteriza a cada animal mostrando sólo los más aptos para la actividad, haciéndolo más preciso.
Según publicó el Diario Be, para el profesor de la cátedra de Mejoramiento Genético Animal de la Fauba, Rodolfo Cantet, “lo que va a lograr la Argentina, es mejorar sus exportaciones a partir de tener red genómica dado que obtiene la precisión de la calidad de la información en relación con los parientes que tiene los distintos animales”. Según el experto, la Argentina necesita reponer unos 200.000 toros por año, mientras los programas de mejoramiento que llevan adelante las asociaciones de criadores sólo generan 50.000.
Quiere decir que tres cuartas partes de las necesidades actuales de reproductores del país no están cubiertas por ningún programa de mejoramiento formal.
En una segunda etapa, será el turno de la estadística, dado que se procesará miles de millones de datos simultáneamente para hacer un ranking de acuerdo a su desarrollo genómico. En pocas palabras, se reconstruirá un árbol genealógico que abarque principalmente a los ancestros originales de una raza o de una población.
Tendencia Un tema no menor y que adelanta Canet, es que pronto algún país a donde le exportamos genética pondrá como restricción parancelaria el hecho de que no tener una red genómica.
Por eso el inicio de esta iniciativa pone al sector a la vanguardia de la región, dado que recién se empezó a implementar en Brasil.
Y es que hoy casi todos los países desarrollados como es EE.UU., Australia o los de la UE, están utilizando la genómica y venden sus animales con esta tecnología, una especie de catálogos de toros a elección del comprador”, señaló desde el Instituto de Genética Veterinaria de la UNLP, Guillermo Giovambattista.
La genómica es una técnica que empezó a fines de la década del 2000 con el ganado lechero norteamericano. Hoy es una aplicación corriente en este sector, pero en carne y debido a las características de producción y de la colección de datos, va algo lento, pero la tendencia a usarlo como herramienta de selección avanza en todos los países como una ganadería desarrollada.
Lo importante es que el sector productivo se va a ver altamente beneficiado dado que no es algo que vaya a quedar restringido sólo a las cabañas sino que abre una puerta hacia el futuro en cualquier raza que podrá a partir de ahora ser candidato a ser seleccionado.
El beneficio para el productor entonces vendrá por el lado del consumo residual que no es más que la cantidad de kilos de alimento que necesita un animal para ganar un kilo de peso. Un detalle no menor a la hora de ver los costos.
En definitiva, un paso importante para el sector que tendrá en sus manos una herramienta más no sólo para apuntar a la eficiencia sino también para hacerse fuerte en el mercado de la genética que no le es ajeno, pero que todavía hay que fortalecer mucho más.
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