La Nación 02-01-2023 - Gabriela Origlia CÓRDOBA.- Como en el resto del país, en Córdoba el clima no acompañó al sector agrícola. Con la marcada presencia del fenómeno de La Niña a lo largo de la campaña 2022/23, el trigo fue el más impactado por la sequía. En la provincia se habrían perdido US$900 millones respecto al valor de la cosecha fina del año previo.

El cálculo es del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba. Los US$900 millones equivalen, por ejemplo, al trazado completo de la autopista Río Cuarto-San Francisco, una de las zonas productivas más importantes de la provincia. También se puede graficar con la equivalencia de 25.000 departamentos o 21.000 pickups 0km.

Después de alcanzar un récord de casi US$1300 millones en la campaña 2021/22, la cosecha de trigo de Córdoba sería valuada en US$380 millones en la campaña que está finalizando para el cereal, lo que implica una caída de 70%.

A nivel nacional, la estimación de pérdida de valor es de US$2000 millones en la cosecha fina de la campaña 2022/23, por lo que el gobierno nacional dejaría de recaudar alrededor de US$250 millones vía retenciones. Aunque el impacto fue inferior en términos relativos a lo ocurrido en Córdoba, implica 30% menos respecto de la anterior producción de trigo.
Derrumbe

Por más que los precios del trigo se encuentran en niveles altos, no alcanzan para compensar el fuerte impacto productivo de la sequía. En Córdoba, la cosecha caería 3,1 millones de toneladas frente a la campaña 2021/22, 77% menos.

Según la Bolsa de Cereales de Córdoba, en la provincia se sembraron 20% menos de hectáreas de trigo que en 2021. La situación climática agravó ese contexto, ya que 35% de la superficie sembrada se perdió o se utilizó para cobertura. Los rendimientos también se redujeron en la provincia por la sequía casi 60% menos que la campaña 2021/22.

La Bolsa de Cereales local había proyectado que la provincia deberá “importar” [de otras regiones del país] trigo para cubrir la demanda de la industria molinera. La producción, estiman, será la más baja en 12 campañas y ya van tres consecutivas con sequía. Hace unos diez años que Córdoba no compraba cereal de otras zonas productivas para moler.
El agua útil (AU) en el perfil del suelo al 30 de diciembre último. Se trata de la lámina de agua aprovechable por los cultivos hasta un metro de profundidad
El agua útil (AU) en el perfil del suelo al 30 de diciembre último. Se trata de la lámina de agua aprovechable por los cultivos hasta un metro de profundidad

Las perspectivas mejoran para los próximos meses. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires entiende que el fenómeno de La Niña ya ingresó en un proceso de disipación y se avanza hacia un estado “neutral” con posibilidad de que, hacia mediados de 2023, se inicie un evento de “El Niño” que beneficiaría a la campaña agrícola 2023/2024.

Igual, la falta de lluvias abundantes continuarán hasta febrero. “Las perturbaciones negativas continuarán hasta mediados del verano de 2023". Por este motivo, se aconseja realizar una planificación prudente, un manejo riguroso y un uso racional de la tecnología disponible”, plantea la Bolsa de Cereales.

De acuerdo al Sistema de Información sobre Sequías para el Sur de Sudamérica (Sissa) el 53,37% de la Argentina enfrenta diferentes grados de afectación por la falta de lluvias (más de 1,3 millones de kilómetros cuadrados).

Si se analiza por categoría y provincia, el Sissa arroja que en Buenos Aires el 31,34% está en sequía severa y el 26,84% en sequía extrema, por ejemplo.

En tanto, en Santa Fe un 50,09% del territorio se encuentra en sequía severa, un 39,84% en extrema, un 8,63% moderada y un 0,80% en sequía excepcional. En Córdoba, el 39,88% del territorio está en sequía severa y un 41,79% en sequía moderada. El 5,92% del territorio cordobés permanece sequía extrema y el 6,23% anormalmente seco. Solo el 6,19% no está seco.

De acuerdo a la Bolsa de Cereales porteña, en el verano se experimentará un progresivo calentamiento: se pasará de un “Neutral Frío”, al comienzo del proceso, a un “Neutral Absoluto” (Anomalía Nula) al final de la estación, a lo que se unirá una actividad de los vientos polares menor.

Con información de Pilar Vazquez
Gabriela Origlia