Revista Puerto 17-10-2022 - Nelson Saldivia Los casi trescientos trabajadores de la empresa pesquera Fyrsa deliberan en asamblea los pasos a seguir ante la incertidumbre que genera, la abultada deuda salarial, que arrastraría cuatro quincenas impagas, aguinaldo y vacaciones.

Hace pocas semanas, como resultado de una fuerte presión por parte del STIA, la firma cambió de manos, hubo una transferencia accionaria, quedando un 75 por ciento en manos de una joven monotributista domiciliada en Trelew y un 25 por ciento en poder del empresario rawsense Tomás Oliver.

La empresa está concursada, al borde de la quiebra, si es que algún acreedor acciona en tal sentido. La planta de procesamiento no está operando por falta de materia prima por lo tanto no está generando ingresos.

Oliver amenazó con dejar la firma si el Gobierno de Chubut no le concede una licencia de pesca, y reclamó puntualmente que le otorguen uno de los permisos de Variado Costero Patagónico (VACOPA), al tiempo que cuestionó el proyecto de la nueva ley de pesca.

“Me reuní con el ministro Cristian Ayala y me dijo que lo iba a hablar con el Gobernador. Esta planta necesita urgentemente un permiso de pesca. porque sin un permiso, haciendo fasón esta planta no sale adelante”, dijo el empresario en declaraciones a la radio AzM.

Critico la actual administración pesquera y pidió cuidar el recurso. “Estoy en desacuerdo con el proyecto de la ley de pesca, los permisos tienen que ser de las plantas y de los trabajadores”, sugirió. “Hubo VACOPAs que pasaron de 12 metros a 21 metros de eslora, había bodega de 400 cajones y se transformaron en barcos de 1800 cajones. Estamos estropeando el caladero, eso nadie se fija, el recurso es de la gente, de los chubutenses”, opinó.

Asimismo, admitió que la situación de la empresa Fyrsa es muy compleja, dijo que existe la posibilidad que quiebre, y no descarta no continuar. “Estamos viendo si conseguimos pescado para cortar. Estamos pidiendo que Bienestar Social les dé una bolsa de alimentos por semana a estas familias porque no tienen para subsistir”, manifestó.

En este sentido, Tomás Oliver anticipó que “estoy evaluando si sigo o no sigo en Fyrsa. Mi familia me dice que no me meta en esto. Son más de doscientas familias que me tengo que poner al hombro y es muy pesado, porque cuando no tengan qué comer van a venir a golpear a la puerta de mi casa”, razonó.

Por otro lado, cuestionó el manejo y administración de los anteriores propietarios de la firma. “Los empresarios que dejaron en estas condiciones a esta empresa habría que preguntarle dónde está la plata. Las transferencias de acciones que hicieron, algunas me las transfirieron a mí, son ilegales, porque no han presentado nada”, se quejó. “No han presentado balances. Se han robado todo de esta planta. No se sabe lo que se debe. No han pagado dos cuotas del concurso de acreedores. Seguro vamos a hacer una denuncia penal”, ventiló.

Respecto a los próximos pasos, dijo que “estamos buscando algún empresario que tenga dinero para que ponga plata para pagarle a los trabajadores, pero si esta planta no tiene permiso de pesca no tiene ninguna solución, haciendo fasón no salimos adelante”, reiteró al tiempo de plantear lo que considera sería una alternativa: “hay un sexto VACOPA que está en el aire y el Secretario de Pesca tendría que dárselo a esta planta. Ese permiso tiene que venir a Fyrsa para que la gente tenga un plato de comida. Si esto no se logra no se si voy a seguir con esto”, concluyó.

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