Revista Puerto 25-08-2022 - Roberto Garrone “Es el mejor pescado de lo que va de la temporada”, dice entusiasmado Lucas Blandino, el jefe de la descarga del “Sfida”. El fresquero llegó en la madrugada de este miércoles y amarró en el muelle Deyacobbi a unos metros de la nueva entrada que habilitó el Consorcio Portuario en ese sector.

El fresquero de “Buena Proa” arribó al puerto marplatense a las 4 de la mañana con 3 mil cajones pescados en la marca que permitió la apertura de la subárea 5 en el sector norte de la veda permanente de juveniles de merluza. Aprovechó el momento y completó en pocos lances antes de que se dispersara por los fuertes vientos que cruzaron la zona de pesca.

En la otra punta del muelle estaba amarrado el “Don Santiago”, de la misma empresa armadora, que había llegado con una carga parecida, un par de horas antes y ya lo habían terminado de descargar. Toda esa captura tuvo como destino el frigorífico de Pesquera Veraz a unas cuadras del puerto.

Lucas confiesa que llegó en avión hace unos días desde el sur, “con lo puesto”, pensando que la permanencia en Mar del Plata sería corta. La historia del FAP con final incierto todavía lo mantiene en la incertidumbre de no saber cuándo podrán volver a operar en puertos de Chubut.

“Esta temporada ya hemos descargado en Caleta Paula, en Camarones, en Madryn y también en Mar del Plata. Es un poco desgastante pensar una logística y tener que cambiar sobre la marcha porque no podés entrar a tal o cual puerto”, dice Lucas mientras vigila los movimientos del guinche que se queja cada vez que tiene que levantar los cajones de la bodega.

Es una noche calma, sin viento y la actividad frente al “Sfida” rompe el silencio de la madrugada. Aparece un hombre con un balde en búsqueda de algunos langostinos de regalo. Tampoco hace mucho frío, pero el inspector de pesca del Distrito está enfundado en un camperón negro que le llega casi a las rodillas.

Cuando llegamos a muelle, minutos después de las 6 de la mañana todavía no había amanecido, aunque un trazo fino naranja se dibujaba sobre la línea del horizonte. Los estibadores de “Pequeña Marina” estaban en la mitad de las tareas de descarga en el “Sfida” y extraían lingadas de 8 cajones que completaron a la mitad la caja de un camión 1114 que salió rápido a dejar la materia prima.

“La verdad es que la calidad es muy buena. Grande, cáscara firme. Del “Sfida” procesamos para nosotros en Asudepez y vendimos una parte a distintas plantas para mercado interno”, precisó Mariano Retrivi, el armador de los fresqueros.

Un rato antes, Lucas había precisado que los barcos habían salido juntos, en la tarde del 19 de agosto y estuvieron buscando marca con otros fresqueros al norte del área de veda, pero decidieron esperar a que se habilite la subárea 5 para probar ahí.

Como los dos barcos de Retrivi, ya habían descargado langostino fresco el “Don Escipión”; el “Centauro 2000” y el “San Matías” de nuevo operativo tras la “rozadura” en alta mar con el “Patagonia”. En el mapa virtual que mostraba Lucas en el celular se aproximaba a puerto el “Ciudad Feliz”, también con langostino fresco.

En “Pequeña Marina” la cuadrilla se componía de quince estibadores más el guinchero, pero habilitaron la descarga del costero “Don Mario“ en el muelle 10 y algunos trabajadores fueron a trabajar en el muelle de Puerto Piojo.

Las descargas de langostino en los muelles de Mar del Plata se incrementaron 1.200 toneladas en una semana. Hasta el 10 de agosto se habían desembarcado 7.623 toneladas de acuerdo a datos que aportó la propia Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera. Una semana después, el 17 de agosto, ya había acumulado 8.809 toneladas, un 39% más que el año pasado para la misma fecha.

Ese porcentaje seguirá aumentando en la actualización del corte semanal, período en que se incrementó notoriamente la cantidad de barcos armados al langostino que llegaron a desembarcar en Mar del Plata por la situación que generó el FAP en Chubut.
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