La Nación 11-03-2022 - Dante Rofi Como si todavía hiciera falta ratificar el poder que tienen los grandes fondos de inversión sobre el rumbo –alcista y bajista– del valor de las materias primas en la Bolsa de Chicago, en solo tres ruedas de negocios hicieron que la posición mayo del cereal, la más activa tras la extinción del contrato marzo que el lunes marcó para la estadística un récord con 523,69 dólares por tonelada, perdiera un 16% de su valor por el activo retiro de ganancias dispuesto por los administradores de estos “jugadores” que, guiados por parámetros técnicos, pueden mover miles de millones de dólares de manera súbita y sin mediar fundamentos lógicos.

Tanto es así que el rally bajista actual se consolidó pese a la continuidad de la guerra entre Rusia y Ucrania que mantiene paralizado el comercio desde el bloque que abastece cerca del 30% de la demanda mundial de trigo.

Al cierre de las operaciones las pizarras del mercado estadounidense reflejaron quitas de US$40,08 y de 23,89 sobre las posiciones mayo y julio, cuyos ajustes resultaron de 399,40 y de 384,06 dólares por tonelada. Según fuentes privadas, durante la rueda los fondos liquidaron unos 20.000 contratos de trigo, equivalentes a poco más de 2,72 millones de toneladas. Cabe tener presente que estos mismos actores fueron fundamentales con la compra de contratos para que durante la semana pasada el precio del cereal acumulara alzas de entre el 40 y el 60 por ciento.

“Ni tan ángeles, ni tan demonios”, describió a los fondos de inversión un analista local en medio de la caída de precios y recordó que el “agite” causado por los especuladores suele dar muy buenas chances para “capturar” valores también en el mercado local, por el correlato que usualmente se da en función de la tendencia externa. “El problema es que muchos consideran que las alzas son eternas y cuando vuelve a prestarle atención al mercado ya perdieron la oportunidad y se quedaron solo con el riesgo, que es la cara menos bella de los fondos”, completó, tras advertir que la volatilidad para el mercado de trigo seguirá muy presente en las próximas semanas.

En cuanto a los fundamentos propios del mercado agrícola, que también tiene su cuota relevante sobre el devenir de los precios, hoy el gobierno de Egipto resolvió frenar por tres meses las exportaciones de algunos productos agrícolas, entre ellos el trigo, para garantizar el abasto interno y para intentar contener la suba de precios generada por el cierre del comercio por parte de sus dos principales abastecedores, Rusia y Ucrania. En función de esta noticia, los operadores consideran que el país del norte de África evitará buscar proveedores alternativos, al menos durante los próximos meses.

Ayer, en su informe mensual de estimaciones agrícolas, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) redujo de 13 a 12,50 millones de toneladas su proyección sobre las importaciones de trigo de Egipto –es el principal comprador mundial– en el actual ciclo 2021/2022, mientras que ajustó de 900.000 a 500.000 toneladas el cálculo sobre las exportaciones de este país cuya cosecha es de 9 millones de toneladas y su consumo para la producción de harina, de 19,70 millones de toneladas.

Como consecuencia de la guerra, ayer el USDA también redujo su previsión sobre las exportaciones de trigo de Rusia, de 35 a 32 millones de toneladas, y de Ucrania, de 24 a 20 millones de toneladas.

Un dato del informe que contrarió a los operadores, y que siguió repercutiendo hoy, fue el incremento en la estimación sobre las existencias finales estadounidenses de trigo, de 17,63 a 17,77 millones de toneladas, un volumen que superó los 17,09 millones de toneladas que esperaba ver el mercado. Una de las razones del incremento del stock fue el ajuste sobre el cálculo de exportaciones, que pasó de 22,05 a 21,77 millones de toneladas. Es decir que, según el USDA, la oportunidad de incrementar las ventas externas por el cierre del comercio desde la zona del Mar Negro no será aprovechada por los vendedores de Estados Unidos.

Fuera del trigo, hoy Chicago dejó precios en alza para el maíz y para la soja. En efecto, mientras la posición mayo del cereal sumó US$8,96 y cerró con un ajuste de 297,53 dólares por tonelada, el contrato mayo de la oleaginosa ganó US$5,33 y terminó la jornada con un valor de 619,59 dólares.
Mercado local

En la plaza doméstica el trigo se negoció con altibajos. Las pizarras del Matba Rofex mostraron una suba de US$6 para el contrato julio, cuyo ajuste fue de 330,20 dólares por tonelada, y una baja de US$2 para diciembre, que cerró con un valor de 278 dólares. Esta última posición, que marca la entrada de la cosecha 2022/2023 en el circuito comercial, el viernes pasado se negoció a 298 dólares por tonelada.

Por trigo disponible las ofertas de los exportadores crecieron de 310 a 325 dólares por tonelada para la zona del Gran Rosario y de 315 a 330 dólares para Bahía Blanca. Se trató de compradores que deben completar envíos y que optaron por ofrecer más para poder despachar buques sin demoras. Para Necochea la propuesta de la demanda se mantuvo en 315 dólares.

El trigo de la próxima cosecha, para las entregas entre noviembre y diciembre se mantuvo en 275 dólares por tonelada para el Gran Rosario. El mismo valor fue propuesto en Bahía Blanca, mientras que en Necochea se ofrecieron 280 dólares por tonelada. El viernes el valor del trigo nuevo para estos tres puntos fue de 300 dólares.

La rueda fue muy positiva para el maíz en el Matba Rofex, donde los contratos abril y julio sumaron US$14 y 12, al terminar la jornada con ajustes de 306 y de 264 dólares por tonelada.

Los exportadores elevaron de 300 a 305 dólares por tonelada la ofertas por el maíz con entrega inmediata sobre el Gran Rosario y de 320 a 330 dólares sobre Bahía Blanca, mientras que en Necochea volvieron a pagar 315 dólares.

Por las descargas de maíz diferidas a abril las ofertas de los compradores crecieron de 297 a 305 dólares por tonelada para el Gran Rosario; de 320 a 330 dólares para Bahía Blanca, y de 315 a 320 dólares para Necochea.

En su informe mensual hoy la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) redujo de 48 a 47,70 millones de toneladas su previsión sobre el volumen de la actual cosecha de maíz argentino. En cambio, en su reporte semanal, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) mantuvo su proyección en 51 millones de toneladas y relevó el progreso de la recolección sobre el 5,7% del área apta. Ayer el USDA redujo de 54 a 53 millones de toneladas su pronóstico sobre la producción del cereal en la Argentina.

Acerca de la soja, las posiciones mayo y julio en el Matba Rofex sumaron US$6,50 y 6, en tanto que sus ajustes fueron de 475 y de 476 dólares por tonelada.

Por soja con entrega inmediata las fábricas elevaron su propuesta de 495 a 500 dólares por tonelada para las terminales del Gran Rosario. Ese valor, que fue equivalente a 54.285 pesos, superó los 52.826 pesos calculados por la BCR como la capacidad teórica de pago de la industria aceitera exportadora.

Las ofertas de los compradores por la soja de la próxima cosecha, para las entregas entre abril y mayo, subieron de 465 a 470 dólares por tonelada para el Gran Rosario, mientras que para Bahía Blanca y para Necochea se mantuvieron estables en 445 dólares.

En su reporte mensual de estimaciones agrícolas la BCR redujo hoy de 40,50 a 40 millones de toneladas su previsión sobre la nueva cosecha argentina de soja. Por su parte, la BCBA mantuvo su proyección en 42 millones de toneladas. Ayer el USDA ajustó su cálculo para la producción local de 45 a 43,50 millones de toneladas.