Revista Puerto 10-03-2022 - Roberto Garrone El próximo 16 de marzo fue convocado a reunirse el Consejo del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil para discutir un nuevo piso de ingresos en el sector formal que en la actualidad es de 33 mil pesos.

El encuentro entre el Estado, cámaras patronales y centrales obreras será seguido de cerca en Mar del Plata donde se toma ese valor del salario mínimo para liquidar el garantizado del Anexo PyME del convenio colectivo 161/75 que alcanza a los trabajadores de la rama del fresco en la industria pesquera local.

De acuerdo a lo que ha trascendido en medios nacionales, las partes llegarán a la mesa del Consejo sabiendo que la pretensión del presidente Alberto Fernández es aplicar para esta instancia una pauta del 40% de aumento, lo que llevaría el piso a 46 mil pesos. Ese porcentaje es el que se maneja para extenderse entre las negociaciones colectivas entre privados.

Por estos días se discute en las cámaras armadoras y los gremios marítimos una pauta que ronda esos guarismos y que como viene ocurriendo en los últimos años se pagaría en dos partes durante el primer semestre del año y con una parte del incremento con sumas no remunerativas.

El otro punto distintivo de la cancha que dejará marcada el Consejo para el resto de las negociaciones consistirá que la actualización salarial que se acordará en la reunión no será la única del año, sino que se mantendrá una puerta abierta para garantizar su revisión apenas la inflación amenace con licuar los aumentos.

Esta idea ya quedó plasmada el año pasado cuando el Consejo se reunió en dos oportunidades por primera vez en su historia y determinó que el salario mínimo vital y móvil tuviera en 2021 una actualización del 52,7%, incluso por encima de la paritaria que acordaron CaIPA y el SOIP que no llegó a los 50 puntos porcentuales.

El salario mínimo cobra relevancia en la industria pesquera marplatense cuando la producción, por distintos factores, entra en declive. Principalmente ocurre ante la discontinuidad en el acceso a la materia prima que se produce generalmente cuando la flota fresquera se traslada a pescar langostino en aguas nacionales.

Frigoríficos o plantas de reproceso de pescado fresco que solo cortan merluza y tienen a sus trabajadores registrados bajo el convenio PyME, sin producción deben liquidar los salarios pagando dicha garantía.

Más allá de las intenciones del gobierno de acordar paritarias que le ganen a la inflación y mejoren el poder adquisitivo de los trabajadores, la lucha con el aumento de precios parece ser muy despareja. En enero pasado, una familia de cuatro integrantes necesitó de 78.624 pesos de ingresos para no ser pobre. Entre los trabajadores del pescado hay pocos que logran salir de esa categoría.
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