La Nación 09-03-2022 - Cristian Mira SAN NICOLÁS.– Las asociaciones por cadena de cultivo afirmaron que es necesario que el Gobierno cambie de estrategia con el sector agroindustrial para que se incentive una mayor producción, lo que podría generar un aumento de las divisas por exportaciones y la creación de más mano de obra.

Ese fue el mensaje principal que dieron en Expoagro los directivos de la Asociación de la Cadena de la Soja (Acsoja), la Asociación del Maíz y el Sorgo argentinos (Maizar), la Asociación Argentina de Trigo (Argentrigo) y la Asociación Argentina de Girasol (Asagir).

“Vamos a perder oportunidades, como en los últimos 50 años”, advirtió Luis Zubizarreta, presidente de Acsoja. “La cadena de la soja viene decreciendo”, sostuvo, en referencia a que el área sembrada con el principal cultivo del país viene reduciéndose año a año por la elevada presión impositiva (la soja tiene 33% de derechos de exportación).

Para Zubizarreta, “hay que ver lo que hacen los países vecinos, que no aplican restricciones a la producción agropecuaria”, señaló. “En la década del 70, Brasil tenía un 40% de su población en condición de pobreza y logró bajarla al 20% en la actualidad. La Argentina, en cambio, tenía 4% de pobreza y hoy supera el 40%”, recordó.

Los directivos de las cuatro cadenas expresaron su preocupación por la reciente instrumentación de un fideicomiso para subsidiar la venta de harina y fideos a precios bajos y los topes a la exportación de maíz y trigo porque creen que desalentarán a los productores a sembrar ambos cereales.

“Están pensando en incluir más productos”, advirtió Federico Zerboni, vicepresidente primero de Maizar. “Es una mala señal para la producción; se podrían anotar exportaciones de trigo nuevo por US$1500 millones, con lo cual el Gobierno ya se aseguraría un ingreso por retenciones”, dijo.

En tanto, Miguel Cané, presidente de Argentrigo, advirtió que pese a los buenos precios internacionales del cultivo, la próxima campaña del cereal, que comienza con la siembra en mayo próximo, podría hacerse con un menor uso de tecnología que el ciclo pasado por la suba de costos y la intervención del Gobierno.

Para Cané, con un programa de rebaja de retenciones, la reducción de los aranceles de importación para los fertilizantes y el cese de las medidas de importación, la Argentina pasaría de tener una cosecha de 20/21 millones de toneladas a 28 millones de toneladas, con un ingreso por exportaciones que se incrementaría de US$5000 millones a US$10.000 millones. “Y la Argentina sería felicitada en todo el mundo por su apuesta a aumentar la producción”, sostuvo en referencia a la guerra entre Ucrania y Rusia que está poniendo en riesgo el abastecimiento del cereal ya que ambos países son los principales exportadores globales.

En tanto, Hugo Previgliano, vicepresidente de Asagir, destacó que está creciendo la demanda mundial de aceites de calidad en China y el sudeste asiático como el girasol, en reemplazo del aceite de palma, de menor calidad, que mayoritariamente se produce en Indonesia.
Cristian Mira