El Cronista Comercial 03-02-2022 - Carlos Boyadjian La Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (ACSOJA) señaló hoy que el camino para salir de la crisis "es generar más producción, no desincentivarla", y de esa manera expresó su rechazo a la medida que tomó ayer el Gobierno nacional de extender por un año la vigencia del fideicomiso aceitero.

A través de un comunicado la entidad reiteró "la necesidad de seguir promoviendo el crecimiento y desarrollo de nuestro país incentivando más la producción", y en ese sentido aclaró que las cadenas agroindustriales tienen un rol fundamental generando empleo de calidad y exportaciones con valor agregado, "siendo esto imperiosamente necesario para salir de la crisis".

El fideicomiso -que tiene el aporte del sector agroindustrial- subsidia el precio mayorista de los aceites refinados de soja, girasol y sus mezclas en envases de hasta cinco litros.

La iniciativa del agrupamiento que representa a los distintos eslabones de la cadena sojera se gatilló a partir de la Resolución conjunta 1/2022 de los ministerios de Agricultura y de Desarrollo Productivo publicada ayer en el Boletín Oficial, y que en lo medular extiende hasta el 31 de enero de 2023 la vigencia del Fideicomiso del Fondo Fiduciario Aceitero.

Gobierno citó a aceiteras por precios

Según los términos fijados para la constitución fideicomiso las empresas "compensarán" un volumen de aceite envasado hasta 29 millones de litros mensuales. Se estima que el aporte es de unos u$s 190 millones anuales.
Cuál es la posición del Gobierno

El Gobierno justificó la prórroga del mecanismo aduciendo que "ha demostrado ser adecuado para el cumplimiento de los objetivos propuestos, propendiendo a la estabilidad de los precios en el mercado interno de los aceites mencionados", en relación al subsidio que supone para el precio en el mercado interno.

En cambio, la cadena de la soja, representada en ACSOJA, considera de importancia "manifestar que herramientas como éstas desincentivan la producción y van en sentido contrario a las necesidades de mayor bienestar y exportaciones".

Además, aclaró que "este tipo de esquemas se tornan distorsivos, generando un costo adicional a la cadena agroindustrial". Y enfatizó: "Estamos de acuerdo en apoyar a los sectores más necesitados pero es necesario encontrar otros mecanismos, subsidiando el consumo sólo de los sectores más vulnerables de un modo directo y financiando ese dinero desde toda la economía".
Cómo se llegó al fideicomiso

El 30 de diciembre de 2020, se firmó un Acta Acuerdo que estableció la implementación de un mecanismo de financiamiento, con el fin de que los consumidores del mercado interno pudieran contar con un precio accesible de aceites.

En febrero de 2021, se estableció que las personas humanas o jurídicas que operan en el mercado de la soja y el girasol y están inscriptas en el Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA), conformen un fideicomiso de asistencia financiera que, "preservando la libertad de mercado y la libre competencia, garantice el abastecimiento interno y asegure precios justos y razonables para los consumidores", según la resolución conjunta.

Un mes después, y a instancias del Gobierno, las empresas del sector agroexportador firmaron un contrato de fideicomiso con el objetivo de solventar el pago de compensaciones a productores y abastecedores de aceites refinados de soja, girasol y/o sus mezclas comestibles destinados al mercado interno para consumo final.

Con esos antecedentes y el argumento de continuar con la política, el Gobierno ahora destacó: "La implementación del mecanismo referido ha demostrado ser adecuada para el cumplimiento de los objetivos propuestos, por lo que resulta conveniente su continuidad durante el período comprendido entre el 1° de febrero de 2022 y el 31 de enero de 2023, propendiendo a la estabilidad de los precios en el mercado interno de los aceites".