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La Nación 17-01-2022 - Cristian Mira La dura sequía que atraviesa la producción agropecuaria y pone en riesgo el ingreso de divisas récord del campo proyectado para este año por el deterioro de las cosechas de soja y maíz ya inquieta al Gobierno.
Por esta razón, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, recorrió ayer campos de Entre Ríos y Santa Fe y conversó con productores para evaluar el impacto de la falta de lluvias. También se reunió con los ministros de ambas provincias, Gustavo Bordet y Omar Perotti, respectivamente, con quienes evaluó la posibilidad de instrumentar medidas de ayuda a los afectados.
“Estamos trabajando en soluciones concretas para nuestros productores”, dijo Domínguez, y explicó que el objetivo del diálogo con los mandatarios provinciales es “la actualización del fondo de emergencia agropecuaria, una necesidad y pedido histórico de los productores”.
Este fondo, establecido por ley, es de $500 millones, pero no se actualiza desde 2009. En marzo pasado, la Federación Agraria Argentina (FAA), que agrupa a pequeños y medianos productores, propuso actualizarlo y llevarlo a $12.000 millones. En el Congreso, el diputado Ricardo Buryaile (Ucr-formosa) presentó un proyecto de ley esta semana para actualizarlo en $6000 millones.
Domínguez comunicó que el presidente Alberto Fernández está trabajando en el tema: “Me pidió que esté aquí, junto a nuestros productores; la decisión del Presidente y de los gobernadores es acompañar a los productores en este momento de incertidumbre, consecuencia de la sequía”.
El ministro Domínguez señaló que “el cambio climático y las consecuencias de la sequía vinieron para quedarse”.
La caída, en números
En cuanto a las pérdidas productivas por la sequía, el funcionario a cargo del ministerio dijo que todavía están en proceso de evaluación.
En fuentes privadas, como la Bolsa de Comercio de Rosario, ya se calcula una pérdida del 14% de la cosecha de maíz y de un 11% de la de soja, respecto de lo proyectado a fines del año pasado.
La pérdida, que podría ser mayor en caso de que no lleguen las lluvias pronosticadas a partir de mañana, implica una caída en los ingresos por exportaciones de unos 2600 millones de dólares, el 10% de lo calculado por ventas externas del agro en 2022. A eso se suman las pérdidas en ganadería, por la escasez de forraje, y el deterioro en las economías regionales, como la yerba mate y la forestación en Misiones y en Corrientes.
Los especialistas del sector privado advierten que esta sequía, de no revertirse la situación, puede ser similar a la de 2018, que provocó la pérdida de unos 30 millones de toneladas de granos y el deterioro de la liquidación de divisas por parte de la exportación que provocó la crisis cambiaria que golpeó al gobierno de Mauricio Macri. ? |
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