La Voz del Interior 10-01-2022 - Alejandro Rollán La reunión sucedió durante la primera jornada hábil del año, el mismo día que el Gobierno dispuso ampliar por dos años la prohibición de exportar siete cortes vacunos considerados “preferidos” por las autoridades.

Todo lo publicado sobre el cepo a las exportaciones de carne

En el Ministerio de Agricultura se reunieron los técnicos de las entidades rurales y los representantes de la industria frigorífica para analizar, ya con el decreto y las resoluciones en vigencia, la puesta en marcha de la nueva regulación de las exportaciones. Por el Gobierno participaron el ministro Julián Domínguez; el subsecretario de ganadería, José María Romero; el director de Control Comercial, Luciano Zarich, y el hasta ese entonces asesor y ahora jefe de Gabinete del ministerio, Jorge Ruiz.

El esquema regulatorio 2022 incluye la prohibición de exportar carne con hueso (media res o cuartos) de novillos, vaquillonas y vacas tipificadas A, B y C; además de los siete cortes populares: la costilla, el matambre, el vacío, la tapa de asado, la falda, la paleta y la nalga.
Precios de la carne.
Cepo a la carne por dos años: el Gobierno oficializó la prohibición de exportar siete cortes populares

La novedad, respecto de la intervención 2021, es que de la lista de siete cortes se reemplazó a la cuadrada por la nalga. El Gobierno buscó así garantizarse el precio de un corte, que dentro de la conformación de la media res pesa en kilos más del doble que su reemplazante, y que es muy demandado en el consumo interno por sus preferencias para hacer milanesas.

Para la exportación es otro pequeño paso atrás, ya que la nalga tiene una mejor cotización que la cuadrada y permite una mejor integración.

La excepción a la prohibición serán los embarques de las vacas tipificadas D y E (para manufactura) y los de toros, con o sin hueso, categorías que tienen como principal destino a China, que se lleva el 70 por ciento de la carne argentina.
Bajo la lupa

En líneas generales, el modelo que busca aplicar Agricultura apunta a exportar un volumen similar al año pasado, con un seguimiento del stock por parte del flamante Observatorio de Producción de la Carne Vacuna.

En los primeros 11 meses del año pasado (último dato disponible), el volumen de ventas al exterior cayó 11 por ciento respecto a igual período del año pasado. Sin embargo, los buenos precios internacionales hicieron que su menor desempeño en cantidad se viera compensado por una mejora de cuatro por ciento en la facturación total.
Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA).
Cepo a la carne: para el titular de la SRA, “no es lo ideal, pero es lo posible en este momento”

Para este año, el Gobierno apuesta a que con la intervención de las exportaciones pueda regular la faena, pero ambas variables no van siempre de la mano.

Es que la presión de compra sobre el animal en pie (en este caso, la vaca para manufactura) no siempre se reduce con la intervención de las ventas al exterior, al menos en el corto plazo.
Conducta de la industria

En situaciones, incluso con mercado regulados, los frigoríficos siguieron produciendo porque desde el punto de vista económico les resulta más caro parar la planta que tenerla en funcionamiento. El límite siempre es la capacidad de almacenamiento.

A partir de estos antecedentes, y con un stock definido de vacas para manufactura que según el Gobierno ronda 1,3 millones de cabezas, el peligro de que se produzca un efecto “puerta 12" es concreto.

Es que si la industria frigorífica decide avanzar sobre la compra de la categoría, los precios podrían subir, algo que alteraría los ánimos en el Gobierno.

Si bien no hay cupos determinados para la venta al exterior, la lupa oficial estará presente para monitorear las declaraciones juradas de las plantas exportadoras.

Las alertas se van a encender cuando algún establecimiento aumente los pedidos de envíos, con lo cual la Dirección de Control Comercial Agropecuario podrá intervenir para corroborar la operatoria (por ejemplo, la correcta tipificación de la faena). De comprobarse alguna anomalía, la empresa podría perder la habilitación comercial.

Ante este posible escenario, la industria deberá moverse con cautela; de lo contrario, la posibilidad de que el Gobierno regrese a un esquema de cupos estará a la vuelta de la esquina.