Revista Puerto 10-09-2021 - Karina Fernández Se llevó a cabo un nuevo webinario sobre áreas marinas protegidas organizado por el Foro para la Conservación del Mar Patagónico, en el que participaron especialistas ambientales y políticos de Argentina y Chile. Mientras la Cancillería de nuestro país entra en conflicto con el vecino país, los científicos bregan por una administración compartida de las zonas de protección y hablan de la imperiosa necesidad de concebir la biodiversidad sin fronteras. Entre los participantes estuvo presente la diputada Graciela Camaño, que en su exposición dijo que la creación del AMP Agujero Azul es para ella “una cruzada”.

El webinario “Mejores Áreas Marinas Protegidas” abordó la representatividad de las áreas ya establecidas, entendiéndose por representatividad el cumplimiento de los objetivos establecidos al momento de su creación y la cobertura de nuevas áreas identificadas.

“La biodiversidad no tiene fronteras”, fue el puntapié de la exposición del consultor Santiago Krapovickas, a cargo del proyecto del fortalecimiento de AMP de Argentina y Chile del Foro. “La biodiversidad se moviliza a lo largo de toda la región, hay miles de especies que dependen de este ecosistema”, señaló y agregó: “La urgencia de trabajar en estas áreas son las amenazas que se potencian unas con otras y afectan el ecosistema, como la actividad extractiva y la búsqueda de petróleo, sumado al cambio climático”.

“Hay evidencia empírica, los científicos están demostrando que los mares se están calentando en nuestra región y la corriente de Brasil se está trasformando, llegando más al sur y esto está generando un reacomodamiento de la biodiversidad y afecta los beneficios que las personas recibimos del mar”, expresó Krapovickas.

Al referirse a las AMP señaló que son un intento de proteger la biodiversidad y su importancia radica en los beneficios biológicos, pero también económicos y sociales que generan, tanto para el sector del turismo como de la pesca. Señaló el expositor que Chile tiene el 40% de sus aguas protegidas mientras Argentina el 8% y señaló que además de ser necesario aumentar el porcentaje en nuestro país se deben contemplar como una red con las ya establecidas por nuestros vecinos. En el caso de Brasil el porcentaje de protección alcanza el 27% y en Uruguay solo el 0,75%.

La representante de WCS Argentina, Valeria Falabella, señaló que, en Argentina ninguno de los frentes productivos se encuentra protegido, al igual que varias áreas clave que han sido identificadas. “El 30% de las especies se encuentran amenazadas y se concentran en el sector costero bonaerense y el Frente del Río de la Plata”, señaló.

“Las AMP que existen no alcanzan para proteger la heterogeneidad de ambientes y ecosistemas de nuestro mar”, dijo Falabella y recordó que nuestro país no ha logrado alcanzar las metas asumidas internacionalmente de protección del 10%. Pero además indicó que, “existe evidencia de que un 10% es insuficiente”.

Por otra parte, subrayó que los objetivos de protección se alcanzan cuando “se cumple con los criterios de efectividad, conectividad y representatividad” y aclaró que la representatividad no se está cumpliendo: “Tenemos tres AMP y son oceánicas que representan el 90% de protección en la zona más austral”. La expositora indicó que Argentina no cuenta siquiera con un mapa de los ecosistemas del Mar Argentino.

A su turno el gobernador chileno de la Región Magallanes, Jorge Files, se centró en la importancia de incluir en los debates para la demarcación y cumplimiento de los objetivos trazados para las AMP, la inclusión de las comunidades, especialmente de los pueblos originarios, con una importante presencia en las zonas costeras de Chile.

“Chile está pasando por un período político muy importante, después de los estallidos sociales, se generó una asamblea constitucional conformada por un elevado porcentaje de mujeres y comunidades aborígenes. Una cosa es la declaración de una AMP y otra es tener conocimiento de esas áreas”, señaló el gobernador, en referencia a la importancia de escuchar lo que los pueblos originarios tienen para aportar.

A la vez informó que, pese a que su país invierte solo el 0,3% del presupuesto en ciencia, se están estableciendo nuevos centros de investigación en la región más austral del país y se ha generado una comisión ad hoc para establecer lineamientos estratégicos para los próximos 30 años.

Seguidamente habló la diputada Graciela Camaño. “La representatividad de las AMP se alcanza creando áreas, teniendo un plan de manejo y presupuesto”, consideró. Era de esperar que, por su labor legislativa, se explayara sobre este último punto, dado que nuestro país destina menos de 2 dólares por kilómetro cuadrado para las AMP ya establecidas. Pero no, se abocó a la presentación de la extensa AMP Agujero Azul, que, de no mejorar el presupuesto, llevará a que se destinen centavos.

Respecto del AMP Agujero Azul, repitió los argumentos que ya hemos escuchado en varias oportunidades: “Va a ocasionar beneficios biológicos, económicos, sociales y estratégicos. En lo personal valoro además que se estaría honrando el lugar donde yacen los restos del submarino ARA San Juan, que es indicativo de lo que nos pasa a los argentinos cuando queremos cuidar nuestro mar”, lanzó.

“Para mí esto es una cruzada y somos muy optimistas sobre la posibilidad de convencer a nuestros colegas de la necesidad de crear el AMP Agujero Azul y tenemos el acompañamiento de todas las áreas del Ejecutivo Nacional”, aseguró la diputada. Parece no tener en cuenta las recomendaciones de la Dirección de Áreas Marinas Protegidas dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, que sugirió revisar la extensión por no contar con presupuesto ni información suficiente para hacerla efectiva.

Para cumplir con los objetivos de conservación y no tener AMP de papel, es necesario superar al menos cuatro desafíos importantes, señaló la bióloga y asesora senior de la Fundación Packard, Egle Flores: una administración centralizada para generar protocolos; entender que la buena gobernanza incluye a las comunidades afectadas para hacer un frente común; una implementación efectiva y financiamiento. Materias pendientes en nuestro país.

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