La Nación 01-07-2021 - Dante Rofi Los precios de la soja y del maíz recibieron con fuertes subas en la Bolsa de Chicago las cifras estimadas hoy por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) sobre las áreas que fueron sembradas con ambos granos para la campaña 2021/2022. Los datos oficiales resultaron menores a los esperados por los operadores, que en las jornadas precedentes habían generado la caída de las cotizaciones en virtud de una eventual mayor producción de granos gruesos.

En el caso de la soja, minutos antes de la publicación del informe, que fue a las 13, sus precios caían entre 8 y 10 dólares por tonelada, pero luego de conocido el texto del trabajo oficial las cotizaciones saltaron hasta reflejar ganancias de 30 dólares. Tras el cierre, las pizarras reflejaron ganancias de 33,16 y de 31,78 dólares sobre los contratos agosto y noviembre, luego de pasar de 492,27 a 525,43 y de 482,26 a 514,04 dólares por tonelada.

Esos movimientos fueron la respuesta del mercado a los 35,43 millones de hectáreas que el USDA estimó como superficie sembrada con soja en los Estados Unidos, un dato que quedó ligeramente debajo de los 35,45 millones previstos por el organismo el 30 de marzo pasado y lejos de los 36,01 millones calculados por los operadores en los días previos.

Además, en el otro reporte publicado por el USDA hoy, sobre las existencias al 1º de junio el organismo relevó un stock de soja de 20,87 millones de toneladas, que quedó debajo de los 21,04 millones previstos por los operadores y que implicó una caída del 44,5% frente a los 37,60 millones de toneladas de soja que estaban en existencia un año atrás.

Respecto del maíz, de caer poco más de 5 dólares antes de la publicación del informe del USDA, los precios pasaron a ganar cerca de 15 dólares en Chicago luego de conocidas las cifras del reporte. Esto, en función de una estimación oficial de área sembrada con el cereal de 37,51 millones de hectáreas, que si bien superó los 36,87 millones proyectados por el organismo en marzo quedó debajo de los 37,95 millones promediados por los operadores.

Al momento de fijar los ajustes de la rueda, las posiciones septiembre y diciembre del maíz en Chicago lograron el límite de alza permitido para una rueda, de 15,75 dólares por tonelada, al pasar de 220,17 a 235,92 y de 215,93 a 231,68 dólares por tonelada.

En el reporte sobre existencias al 1º de junio el USDA relevó 104,46 millones de toneladas, levemente debajo de los 104,91 millones esperados por los privados y un 17,8% por detrás de los 127,08 millones de toneladas vigentes un año atrás.

Cabe señalar que ahora, con áreas sembradas menores a las que calculaban los operadores, en particular los administradores de los grandes fondos de inversión, el clima cobra un poco más de protagonismo del que ya tenía, sobre todo por la falta de humedad que persiste pese a las últimas lluvias en regiones del oeste y del norte de la zona núcleo para la producción de granos gruesos estadounidenses.
Mercado local

Las pizarras del Matba Rofex reflejaron en forma parcial las subas externas. Para la soja las mejoras fueron de US$10 y de 11 sobre los contratos julio y noviembre, que terminaron la rueda con ajustes de 320 y de 328 dólares por tonelada.

En el mercado físico, las fábricas ofrecieron hoy 315 dólares por tonelada de soja con entrega inmediata sobre las terminales del Gran Rosario, 7 dólares más que ayer. En los puertos marítimos las ganancias fueron más pronunciadas, dado que las propuestas de los exportadores crecieron de 305 a 320 dólares por tonelada.

Los contratos julio y septiembre del maíz en el Matba Rofex ganaron US$6 y 8, mientras que sus ajustes resultaron de 195 y de 201 dólares por tonelada.

Por tonelada disponible de maíz los exportadores ofrecieron 190 dólares por tonelada para las terminales del Gran Rosario, 5 dólares más que ayer. La suba también fue de 5 dólares en Bahía Blanca y en Necochea, donde los compradores mejorar sus propuestas de 205 a 210 y de 200 a 205 dólares por tonelada. La diferencia de precios entre los puertos marítimos y los de río responde a la necesidad de los exportadores de reunir más volumen para despachar desde los primeros por las complicaciones logísticas que está generando la pronunciada bajante del Paraná.
Dante Rofi