Diario de Cuyo 07-06-2021 - Claudio Leiva El año pasado funcionaban en San Juan unos 10 feedlots, que son los corrales de engorde de ganado en base a alimentos balanceados, pero este año apenas sobreviven 3, según fuentes del sector. Y la razón, según la voz de quienes se dedican a esa actividad, es que el negocio ya no es "rentable", entre otras causas por la fuerte suba del precio del alimento, del orden del 80% en el último año, y a que ahora no les dan los números entre el valor del kilo del animal vivo y la comercialización del kilo de carne para el consumo.

El sistema permite criar, en un espacio reducido, que minimiza el recorrido de los animales, un mayor número de bovinos con un engorde más rápido, pero también con un aumento del contenido graso de la carne. Se utilizan alimentos balanceados, especialmente en base a soja, maíz y pasturas especialmente cultivadas, como en el caso de la alfalfa.

Tal ha sido la reducción que, de unas 10.000 cabezas de ganado que había el año pasado, ahora quedan sólo unas 4.000, es decir que la baja ha sido de un 60%.

Para tener una idea del negocio, Eduardo Coria Lahoz, un consultor independiente en esta materia, explicó que mientras en una hectárea cultivada con alfalfa se pueden criar 25 animales al año, en un feedlot de una hectárea, con el sistema de cría intensiva, se pueden alimentar a 400 animales. Pero el problema es el costo del alimento, que está constituido en un 95% entre maíz y forrajes como la alfalfa. El costo del alimento ha subido entre un 70% a 80% en el último año, a lo que se suma la presión impositiva, con lo cual, dijo, el feedlot dejó de ser negocio.

Juan Gallardo, otro productor de vacunos, habló también del alto costo del alimento del ganado. "Ahora no es negocio, se trata de una actividad que tiene muchos variantes", expresó.

Los feedlots que sobreviven a la crisis funcionan en departamentos como Angaco y Pocito pero, en realidad, pueden hacerlo en cualquier departamento de la provincia porque un corral se puede armar en cualquier lugar, según afirman los que se dedican a esta actividad.

Según datos de la Dirección de Desarrollo Pecuario, ahora a cargo de Guillermo Conturso, en San Juan hay unos 47.000 bovinos, de acuerdo a los datos del plan de vacunación del año pasado. Y el 65% de ese ganado está en Valle Fértil, pero en su mayor parte se trata del llamado rodeo criollo que, por su genética, no es muy apetecible para el mercado sanjuanino, porque el consumidor prefiere buena carne. Allí hay un proyecto para construir una planta de faena, que impulsa el intendente Omar Ortiz, con ayuda de la Nación.

En San Juan se consumen unos 100 millones de kilos de carne al año y los vacunos vienen en su mayor parte de las provincias de Córdoba y La Pampa, a través de entre 600 a 800 viajes mensuales en camiones. Y San Juan sólo produce, al año, el equivalente al consumo de un mes, que oscila en los 8 millones de kilos. Una parte de esa hacienda se faena en la planta ubicada en Rawson (ver infografía).


Menos consumo


El consumo de carne en San Juan no ha logrado esquivar las consecuencias de los últimos acontecimientos: el paro del sector ganadero, un nuevo aumento de precio y el confinamiento conformaron un combo letal para la venta de este producto, que registró una caída de hasta el 35% en la provincia en los últimos 15 días, según aseguraron abastecedores y frigoríficos consultados.

El desplome en el consumo de mayo y los primeros días de junio es la causa principal que explica por qué no hubo desabastecimiento en las carnicerías locales pese a la medida de fuerza de los ruralistas, por la restricción en las exportaciones.