Ambito Financiero 01-06-2021 - Yanina Otero Luego de meses de trabajo y reuniones entre el Gobierno y los representantes del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) la Ley Agroindustrial parece estar lejos de llegar al Congreso. La normativa que buscaba -con el aval del oficialismo y los representantes del campo- llevar las exportaciones del sector hasta los u$s100.000 millones a cambio de beneficios fiscales e impositivos no encontró cauce en medio de la segunda ola de coronavirus que golpea a la economía local y la escalada inflacionaria traccionada, en gran medida, por el precio de los alimentos.

Según advierten a este medio fuentes del sector agroindustrial, si bien en los últimos meses se habían logrado avances significativos junto con el Gabinete económico de Alberto Fernández, la cuerda se fue tensando. La reciente decisión del Gobierno de cerrar por 30 días las exportaciones de carne vacuna terminaron por entorpecer cualquier tipo de acuerdo entre las partes.
Carlos Iannizzotto.
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Mientras tanto desde el oficialismo son categóricos. La explicación ante el freno de la Ley Agroindustrial tiene como sustento la debilitada economía argentina en medio de la segunda ola de la pandemia de coronavirus y mientras los precios de los alimentos están mostrando subas superiores al 3% por mes desde comienzos de año. No hay espalda para realizar recortes en el sistema recaudatorio, es decir, en este momento el Estado no puede resignar recursos para beneficiar económicamente al campo a través de baja de impuestos.

La prioridad, según explican desde el Gobierno, se centra hoy en la asistencia a los sectores más vulnerables y la recuperación del poder adquisitivo que encuentra su freno en la escalada inflacionaria. Solo en los primeros cuatro meses del año la suba de la inflación alcanzó el 17,6% y en la comparativa interanual trepa hasta el 46,3%.

La lógica que hoy se maneja en el Gobierno es concentrar todos los esfuerzos para frenar la escalda en los precios de los alimentos. La carne es una de las mayores preocupaciones, con incrementos que superan el 65% interanual, incluso más de 20 puntos por encima del promedio general de la inflación, fue la gota que rebasó el vaso en la relación entre el campo y el Gobierno.
La carne es débil

El cierre por 30 días de las exportaciones de carne vacuna, con el objetivo de contener los precios en el mercado doméstico, no cayó para nada bien ni en los dirigentes gremiales del campo ni en el dialoguista CAA. Pero aún más descontento generó en el Gobierno la decisión del campo de realizar un paro agropecuario sino también de extenderlo hasta el próximo miércoles.

Esta semana podría comenzar a faltar carne en las carnicerías y supermercados porque los ganaderos no están enviando animales al Mercado de Liniers y justamente ese gesto es el que más enoja al oficialismo. Además, según explican, se suma “la poca predisposición” de las grandes empresas exportadoras de colaborar con un acuerdo de precios generoso teniendo en cuenta el actual contexto que está atravesando el país.

Otro dato no menor, este es el tercer paro que realiza el campo contra el Gobierno. El primero sucedió a pocos meses de que asuma Alberto Fernández y fue en contra de la modificación de las retenciones, luego por el cierre temporal de las exportaciones de maíz y ahora por la carne.

En este marco, hoy por la tarde los líderes de la coalición agroindustrial concretarán una conferencia de prensa para manifestar su posición contraria al cierre de las exportaciones de carne y también al nulo avance de la Ley Agroindustrial. Todo un gesto, teniendo en cuenta que hasta el momento el vinculo con el Gobierno, a pesar de algunos cortocircuitos, avanzaba en buenos términos e incluso el CAA llegó a oficiar como mediador con los sectores más duros del campo.

En paralelo desde el Gobierno remarcan que la Ley Agroindustrial continúa en los planes pero que antes de potenciar a las exportaciones debe resolverse el frente interno y por eso no dudarán en tomar más medidas como suba de retenciones o cupos para exportar. Las cartas ya están echadas.