Ambito Financiero 20-05-2021 - Ariel Basile La suspensión de la exportación de carne que determinó el Gobierno nacional para bajar los precios en el mercado interno sigue cosechando alertas en provincias gobernadas por el peronismo. A los cuestionamientos del martes que llegaron desde Córdoba, Santa Fe y Chaco, ayer se sumó al coro Entre Ríos, desde donde manifestaron que el distrito en un mes podría perder u$s13 millones. Asimismo, La Pampa advirtió por los contratos de exportación que deben cumplir los frigoríficos aunque abogó por una solución al alza de precios internos; en tanto, Buenos Aires respaldó la medida de Alberto Fernández.

Los principales distritos ganaderos están gestionados por el PJ. Y el cierre de exportaciones llevó a que rechazaran la decisión el santafesino Omar Perotti, el chaqueño Jorge Capitanich y el vicegobernador de Córdoba Manuel Calvo, quien se encuentra reemplazando a Juan Schiaretti tras su reciente operación renal. La respuesta cordobesa acaso fue la menos sorpresiva, ya que la relación Córdoba-Nación tiene ribetes especiales. Las advertencias de los mandatarios hicieron hincapié en el nulo efecto que tuvo la medida similar tomada en 2006 por Néstor Kirchner, en pedidos para aumentar la producción y en el riesgo de pérdidas económicas. Capitanich incluso señaló que la decisión escapa a la agenda de trabajo que venía llevando a cabo la Casa Rosada con la liga del Norte Grande.
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El Gobierno formalizó la suspensión a las exportaciones de carne por un mes

En continuidad, ayer el gobierno entrerriano de Gustavo Bordet expresó sus reparos. El ministro de Producción, Turismo y Desarrollo Económico, Juan José Bahillo, mencionó que si bien respaldan la intención nacional de “cuidar el precio de los alimentos” se debe contemplar “el impulso productivo” de Entre Ríos. En ese sentido, el funcionario dijo que sobre la base de las exportaciones de 2020, la provincia podría perder este año u$s13 millones. También pidió un “acuerdo que dé previsibilidad a la industria ganadera, para que pueda cumplir las obligaciones con el mercado externo”, según reflejó el medio local Uno Entre Ríos.

El pampeano Sergio Ziliotto pidió los mismos recaudos: “Los frigoríficos están faenando para exportación. Hay contratos para cumplir con los mercados externos y no someterse a sanciones”, explicó. “Está la voluntad del Gobierno nacional de respetar todos los contratos. Hay que hacer un sinceramiento de la cadena de valor”, remarcó el gobernador, para luego reconocer que si la medida se profundiza, se pueden perder mercados externos. No obstante, opinó que fue “una medida necesaria que tomó el Presidente en virtud del precio de la carne”, y reclamó que “todos los actores de la cadena de valor deben sentarse a una mesa”.

Quien más alienado se mostró con Alberto Fernández fue el bonaerense Axel Kicillof, quien consideró que se trata de una medida “para reordenar el sector”. “Lo que no podemos hacer es que la carne se vuelva inaccesible para los argentinos. Tiene que haber precios razonables y rentables, pero no estamos en condiciones de que alguien tenga ganancias extraordinarias en una pandemia”, sostuvo. “Primero hay que abastecer al mercado interno y que el resto se exporte”, afirmó Kicillof.