Clarín 18-05-2021 - Silvia Naishtat El destino de la Hidrovía generó una nueva grieta dentro de la coalición oficialista. Axel Kicillof pasó a la ofensiva la semana pasada y exigió estatizarla tras el vencimiento de la concesión de 15 años.

Otros, como el nuevo ministro de Transporte, Alexis Guerrera, que continúa el espíritu del fallecido Mario Meoni, tan vinculado a Sergio Massa, decidió llamar a una licitación internacional.

Lo cierto es que aún no están confeccionados los pliegos y por eso Guerrera prolongaría aún más, hasta 18 meses, la actual concesión en manos de Emepa de Gabriel Romero salpicado por la causa del cuaderno de las coimas y la belga Jan de Null. En lo que es una trama rodeada de intereses millonarios, esa ruta de 3.400 kilómetros por el Paraná tienta a los chinos y miran con recelo los estadounidenses.
Gustavo Idígoras, presidente de CIARA-CEC.

Gustavo Idígoras, presidente de CIARA-CEC.

La novedad es que sus usuarios, los exportadores, abrieron la posibilidad a una nueva opción y reclaman operación privada y férreo control estatal. Gustavo Idígoras, presidente de Ciara que nuclea a los aceiteras, principal complejo exportador del país, aseguró a Clarín que “desde hace 15 años reclamamos control estatal y destinamos parte de la tarifa para ese supuesto control y ningún gobierno lo hizo”, soltó como un pase de factura a las administraciones kirchneristas y la del macrismo. Fueron US$ 2 millones al año que nunca se utilizaron en la supervisión. Idígoras contó que la tarifa de la Hidrovía es una de las más altas del mundo y que las exportadoras pagan por su uso unos US$ 300 millones. “El servicio es eficiente. Frente a la baja del Paraná como la que sufrimos en 2018 o en menor medida en la actualidad, la dragaron velozmente”, reconoció.

Pero para estos exportadores hay mucho para hacer en la mejora de su infraestructura, la profundidad, del calado y detallan que hay escasez de radas, insuficiencia de anchos de eslora y que debe mejorarse el tramo de Santa Fe al Norte.

Así, todo el Consejo Agroindustrial que agrupa a más de 30 entidades, salió a reclamar una licitación internacional “transparente en los procedimientos, que promueva la concurrencia y competencia entre interesados idóneos, con capacidades demostradas y recursos para afrontar las obras y mantenimiento, con igualdad de tratamiento, y difusión publica de todas las actuaciones”.

En defensa de la operación a cargo de los privados señalan que Argentina cuenta con 33 puertos de granos de los cuales 25 están río arriba y que hubo en el proceso una inversión de más de US$ 15 mil millones. “Tenemos la mejor infraestructura portuaria en origen de granos de clase mundial”, se jactaron.

Por la Hidrovía pasan 4.600 embarcaciones al año, que trasladan el 75% de las exportaciones del país. Los tironeos sobre su futuro están bien lejos de aplacarse.