La Nación 09-04-2021 - Roberto Garrone Brasil ocupó el año pasado el sexto destino de las exportaciones pesqueras. Fueron algo más de 31 mil toneladas que generaron 80 millones de dólares. Principalmente resumido en pocos productos: merluza, abadejo y algo de pescadilla.

El langostino estuvo vedado por trabas judiciales que comenzaron en el 2013 cuando la Asociación Brasileña de Criadores de Camarones (ABCC) inició un proceso judicial contra el Ministerio de Pesca y Acuicultura, alegando riesgo de ingreso de enfermedades conocidas como “Mancha Blanca” y “Necrosis Hematopoyética” del marisco argentino.

Los camaroneros solicitaron una medida cautelar para suspender las importaciones que fue rechazada en primera instancia pero aceptada en el 2016 en el Tribunal Regional Federal. Desde ese momento Argentina hizo reclamos y aportó evidencia científica pero las barreras se mantuvieron bajas.

Siete años después ese bloqueo comenzó a levantarse tras mucho trabajo diplomático y sanitario desde ambos países. Semanas atrás el Presidente del Supremo Tribunal Federal de Brasil revocó el fallo de primera instancia, el nudo del bloqueo comercial.

El langostino podrá sumarse a los productos exportables y las cuentas que sacan en el sector pesquero estiman ventas de unas 7 mil toneladas que reportarían ventas por 50 millones de dólares. Si ese cálculo se confirma, las exportaciones del 2021 crecerían más de un 20% en volumen y por encima del 50% en valor.

A principios de mes, Brasil y Argentina resolvieron 49 asuntos pendientes en la relación bilateral agrícola y ganadera, de un total de 54 ítems, entre ellos el del Pleoticus muelleri, el langostino patagónico que pesca la flota pesquera nacional,

La ministra brasileña Tereza Cristina y el ministro, Luis Basterra, se reunieron para evaluar medidas y fortalecer el comercio y la cooperación entre ambos países. Los temas incluyen la apertura y reapertura del mercado para varios productos, como la autorización para importar langostino entero y limpio de Argentina.

“La agenda con la Argentina está avanzando. Restablecemos todos nuestros problemas de certificados. Hoy, en agricultura y ganadería, Brasil y Argentina ya no tienen productos que tengan algún tipo de problema”, destacó la Ministra.

El embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, mantuvo una reunión virtual con referentes de distintas cámaras empresarias pesqueras para analizar el nuevo escenario y terminar de pulir los detalles finales para reanudar los envíos.

“Es un momento histórico, en la que podemos decir que no hay más barreras sanitarias, ni fitosanitarias, ni zoosanitarias con Brasil. Ahora es el momento de que la rueda empiece a rodar”, les dijo el Embajador a los empresarios.

“Nos pidió que le avisemos cuando se haga la primera exportación porque quiere ir a una góndola y mostrar que llegó el langostino argentino a los supermercados de Brasil”, contó Miguel Glikman, director Ejecutivo de Newsan, uno de los principales exportadores pesqueros.

En la empresa ya enviaron 5 facturas para que sus compradores obtengan la licencia de importación. Ese trámite de aprobación se cumple en los próximos días. “Enviamos un poco de todo, una mezcla de distintos productos: entero, cola y cola pelada y desvenada”, contó el directivo que es más optimista en cuanto a los números. “Estimo que podríamos vender entre 10 y 15 mil toneladas. Los primeros destinos son San Pablo y Florianópolis y la carga saldrá de Mar del Plata”, precisó Glikman.

Brasil está acostumbrado al langostino argentino más allá de las trabas de los criadores de camarón por una simple y redituable razón: el contrabando. En estos años de barreras bajas al marisco, hubo mucho traspaso hormiga por ciudades frontera de Corrientes y Misiones, pero que sumaban miles de toneladas.

“Sin dudas es una muy buena noticia. Todavía no hay una idea de precios y estamos ajustando los certificados sanitarios para poder empezar con las primeras cargas”, resumió Oscar Poletti, presidente de la Cámara de Frigoríficos Exportadores de Mar del Plata. “El langostino representa un recurso natural muy importante para la actividad pesquera nacional que permite industrializarse generando valor y empleo”, amplió el empresario.

Damián Santos, presidente de CAPIP, una de las cámaras patagónicas patagónicas, sostuvo que “es un gran impulso para las economías regionales poder llegar a Brasil”. Los primeros intercambios refieren operaciones por encima de los precios de mercado internacional a partir de una demanda inicial sostenida.

Brasil abre sus puertas en un momento especial. La pesquería de langostino mostró números negativos el año pasado luego del pico de abundancia en el 2018. En el año de la pandemia y un conflicto laboral que demoró la zarpada de los barcos que pescan y congelan el langostino a bordo, se desembarcaron 174 mil toneladas contra las 215 mil del año 2019.

Las exportaciones sufrieron una reducción mayor. De 165 mil toneladas en el 2019 se exportaron 130 mil el año pasado. El recorte más fuerte se evidenció entre los langostinos enteros que de 107 mil toneladas las ventas bajaron a 68 mil toneladas el año pasado.

En este escenario de caída de ventas por la pandemia Brasil asoma como una oportunidad que ayude a atravesar la tormenta.
Los números

Según consigna el Indec, En 2020 las exportaciones del complejo pesquero alcanzaron 1.730 millones de dólares (3,2% de las exportaciones totales) y decrecieron 7,1% con respecto a 2019.

Del total exportado, crustáceos y moluscos participó con 74,5% (se destacaron los calamares congelados y los camarones y langostinos, enteros y congelados); pescados frescos y congelados participó con 24,0% (mayoritariamente merluza en filetes, merluza negra congelada y merluza congelada); y harinas y conservas participó con 1,6%.

Los principales mercados de las exportaciones de crustáceos y moluscos fueron: Unión Europea (455 millones de dólares), China (333 millones de dólares), ASEAN (118 millones de dólares) y USMCA (99 millones de dólares, con una participación de Estados Unidos de 96,0%). Por otro lado, los principales destinos de las exportaciones de pescados frescos y congelados fueron: Unión Europea (81 millones de dólares), Mercosur (79 millones de dólares, con una participación de Brasil de 96,2%) y USMCA (54 millones de dólares, con una participación de Estados Unidos de 100,0%) •
Roberto Garrone
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